Obanlá, Orichanlá u Ochanlá: Es una viejecita friolenta y temblorosa a la que hay que tapar con una sábana blanca. En cuanto baja pide manteca de cacao para que le hagan una cruz en la palma de la mano, en la cabeza hacia la zona donde se une el occipital con los parietales. También come un poco de esa grasa que —se supone—aclara la inteligencia.
Atributos de Ochanlá: Luego que se ha determinado que es Ochanlá, se coloca en una sopera algodón y pluma de loro. Según algunos informantes, es ciega y enseñó a leer a una niñita; teje y borda y tiene una sillita. También en sus atributos lleva bola de marfil. Se le saluda abrazándola y luego se cruzan los brazos de espalda a espalda, como abrazándose a sí mismo y se cruza la cabeza con la del santo por dos veces. Se identifica con Las Mercedes y Santa Ana.
Igbá Ibo, Ibaíbo, Iba Ibó Obá Ibo, Obba Iba, Baba: Es un obátala viejo (arubó). Es el pensamiento divino y 'se le representa como el ojo de la Divina Providencia. Es el misterio del güiro que habla. No se deja ver y si alguien lo viera, quedaría ciego para siempre.
Es el Foddú Daa de los arará. Los eguadó dicen que es de su tierra, y que con su mujer, Iyemmú, constituye la pareja de padre y madre (Baba-Iya), de donde nacieron todos los orishas.
Owa Olofón; Oba Olofún; Oba Lijón; Ocha Lofón; Cha Lofón; Baba; Arubó: Obatala macho primitivo. Igual al Sol y al Santísimo. Sincrétiza con Enmanuel o Jesús de Nazareno. También se dice que es una viejecita que cuando baja se presenta muy arrugada, pequeña y temblorosa de frío. Se le cubre desde la cabeza a los pies con una sábana limpia. Todos los orishas obedecen de inmediato cualquier orden de esta deidad, pues con sólo levantar su mano derecha y ponerla frente a la cara de cualquiera de ellos, se tranquilizará y prometerá lo que le pide Obatalá. Su baile es muy dificil, se hace muy agachado, con las manos casi a ras del suelo, el espinazo totalmente encorvado y con una gracia y cadencia tan subyugante como ardua. Según Lydia Cabrera, es de la tierra Lucumí Oyó, Yebú y Eggwaddó. Es el primero que habló y dio a los hombres la palabra y el derecho a ejercitar el sexo.
Ocha Griñan; Ocha Guiña. Osa Griñón; Osa Kriñán; Sagriñá y Agguiriñá: Se trata de un Obatalá muy viejo, mensajero de Olofi, que subía a las montañas. Muy pacífico, tiembla mucho de frío y vejez. Proviene de la tierra de Iyesá. Le pertenece la lechuza, que es el símbolo de la inteligencia, la discreción y la experiencia. También es el que puede ver cuando nadie puede. Le pertenecen los Ibeyis; Salako (varón) y Talabí (hembra). Por este camino dicen que conduce el Ilé que Olofi tiene en la loma.
Está sincretizado con Jesús crucificado, San José de la Montaña y San Sebastián. Vive escondiéndose del aire. Anda con muletas, pero cuando se molesta, las tira y arremete con el machete. Cuando se le pide, se le pide al revés.
Achó; Acholó; Baba Achó: Es macho y muy poco mencionado. Lo sincretizan con San José de la Montaña.
Oba Moró u Obamoró: Es macho. Representa a Jesús Nazareno. Es el propio Dios. Sus otanes son cuatro. Cuando baja es como si cargara La cruz y se le aplican todos los atributos de la pasión. No baila y se le suele vestir de morado.
Baba Fururu: Macho como sucede con los siguientes: Ocha Orolú, Akeyabiano, Katioken Mabú. Sincretiza con San Joaquín. Es el que se sienta a dar instrucciones a los jóvenes.
Ejún Yobi: No se tienen noticias. San José de la Montaña.
Yekú-Yekú; Yekú Oño: Unos lo dan por anciano y otros por anciana, pero lo transculturan con el Cristo de Limpias y San Joaquín de la Paciencia y Humildad, que durante la esclavitud se hallaba en la iglesia de los ingenios. Su collar ritual es de cuentas blancas con bolas de nácar y marfil. Lleva bastón. (Se le pone una pelota que se saca del estómago de Las vacás.) Sincrética con la Santísima Trinidad.
Ayáguna; Iva Yáguna; Ayágruna: Es un Obatalá macho, guerrero, intrépido y combativo como Changó. Tiene bastón y es el más fino de los Obatalá. En arará le llaman Male. Algunos le tienen por joven temerario. Es el que escondió la pólvora porque es el rey de la guerra y las pendencias: la propagó en todo el mundo. Combatiendo llegó hasta Asia. El collar lleva ocho cuentas rojas y dieciséis blancas. Se dice que es un Jesucristo de treinta y tres años. Viste de blanco y lleva una franja roja transversal. Pelea a caballo y entre sus atributos tiene una espada y un gran caballo de juguete. Su baile es vigoroso y guerrero. Sus atributos son el caballo, la espada, el castillo, el machete y cinta roja.
Alaguema; Aguemó Yema; Aguema: se transcultura, con Santa Lucía y 'para otros con el Sagrado Corazón. Le pertenece el camaleón. Dice que es dueño de la ceiba. Lydia Cabrera lo sincrética con San José. Mensajero de Changó, posee sus secretos.
Ekenike: De la tierra Iyebú. Guardiero del pueblo, guerrero y anciano que temblequea. Cuando baja hay que cubrir de blanco el cuarto de las Ocha, hasta donde se halla el tambor. Visten de blanco al poseso. Se le da una escopeta de juguete y para que salga a bailar ante el tambor se dispara un fulminante. El santo se sorprende, da un brinco y luego empieza a bailar.
Talabí: Para algunos informantes ésta se hace la sorda. Es un orisha hembra que se sincretiza con Santa Rita de Casia. Talabí se le llama también a uno del coro de los jimaguas o Ibeyis. Además, su nombre lo recibe del Ibeyi hembra.
ORISHAS RELACIONADOS CON OBATALÁ
Eyuaró; Eruadyé: Es la hija mimada y única de Olofi con Iyá. Casó con Ayáguna. Es una santa inalterable, no se mueve. Hay que hablar con ella para que Oba Moró sancione.
Oloyuekó: Se sincretiza con la Divina Providencia.
Suaré: Vive en las montañas junto a Odúa. Espíritu de gran pereza, que se cubre con retazos.
Yemmú o Yembo: Considerada por muchos como madre o fundamento de los demás Obatalás. Se sincretiza con la Purísima Concepción.
Hijos: Personas de férrea voluntad, tranquilás y dignas de confianza. Son reservados y no acostumbran a lamentarse de los resultados de sus propias decisiones. Dados a las letras.
Receptáculo: Sopera blanca con cuatro ota (piedra) llamados oké (de la loma) con collares de cuentas blancas. Sus piedras no admiten sol, aire o sereno.
Atributos: Dueño de la plata y los metales blancos- Tiene una corona con dieciséis plumas de loro (aunque usualmente se emplean cuatro). Lleva sol y luna, seis manillas, que también pueden ser dos, cuatro, ocho y dieciséis. Tiene majá. Una mano de plata que empuña un cetro (poayé). Dos huevos de marfil. Ocho o dieciséis okotós (babosas). Manteca de cacao, cascarilla y algodón. Le pertenece la pandereta. Lleva bandera blanca. Dueño de iroko (la ceiba). Su vellón es su algodón y su rama deberá estar en la estera para el kari ocha de su lyawó. Tiene agogó de plata.
Herramientas: Opa. Bastón de mando, manilla, sol, luna, majá. Puayé u Opayé: Cetro, iruke de color blanco.
Collares:El collar es blanco y se insertarán las cuentas del color típico, de acuerdo a cada camino, como, por ejemplo, los collares de Ayáguna, Ochagriñán, Ochalufón, que se ensartan cuentas rojas cada veinticuatro cuentas blancas y admiten caracoles, En el de Obá Moró, el coral o la cuenta roja se sustituye por una de color morado. En el collar de Ochanlá, las cuentas son de marfil o nácar y cada dieciséis cuentas. Como el de todos los Obatalá, lleva cuatro de color cacao. Solamente por Aguema se combinan cuentas blancas con verdes.
Ropa: Siempre viste de blanco. En sus caminos guerreros lleva una banda roja cruzada al pecho. Como Oba Moró, a veces lo visten de morado, tal como se hace con Jesús Nazareno. En ocasiones se le bordan custodias del Santísimo Sacramento y cintas en número de ocho.
Aflicciones de las que protege: Ceguera, parálisis y demencia.
Animales: Chiva, paloma, guinea, gallina blanca.
Prohibiciones: Bebidas alcohólicas, cangrejo y judías.
Comidas:Arroz blanco, torre de merengue adornada con grageas plateadas, natilla de leche, cuatro litros de leche en, taza sobre platos blancos, arroz con leche en ocho platos blancos, arroz con leche sin sal y manteca de cacao, calabazas blancas, champola y dieciséis anones, etcétera. Frutas que se sientan granulosas o arenosas al paladar como el anón, la guanábana, la granada, el zapote, etcétera. Maíz, arroz, alpiste y otros granos. Babosas y caracoles. Bolas de malanga y ñame. Bolas de manteca de cacao y
cascarilla. Y en general, cualquier comida blanca y sin sal. Flor de algodón, ñame y zapote.
Bailes: Los bailadores imitan los movimientos suaves de un anciano, de un jinete que blande una espada, o sacuden el rabo de caballo blanco (iruke) para limpiar los caminos.
Monte (Ewe):Acacia, acabo de sierra, achicoria, achiote o achiola, agapanto, agracejo, aguinaldo blanco, alacrancillo, albahaca anisada, algodón, almendrillo, almendro, altea, anón, árbol de la bibijagua o campana, árbol de la cera, árbol del cuerno, árbol de la vida, aroma (blanco, arroz„ artemisa, artemisilla, atipóle, azafrán, azucena, ballate, bayoneta o peregún, bejuco de cruz, bejuco de la virgen, bejuco pelador, bledo, campana, canutillo blanco, cebolla, celosa cimarrona, coco, coquito africano, cójate o colonia, coralino blanco, chirimoya, díamela, estefanote, estropajo, extraña rosa, flor de mayo, galán de día, galán de noche, guanábana, guanabanilla, güira, higuereta, humo, incienso, jazmín de la tierra, jicama, lirio, maboa, maíz, malva, manto de la virgen, maravilla, ofón, palo bobo, palo guitarra, piña blanca, salvia de Castilla, seso vegetal, tamarindo, trébol, túa túa, tuna, varita de San José, vicaria o purísima blanca o morada, yedra y yerba lechosa, y agruma.
Catolización: Obatalá sincretiza con la Virgen de las Mercedes. Cuando España se encontraba sometida al yugo árabe, grupos de cristianos se dedicaban a tratar de rescatar a los cautivos que languidecían en las prisiones sarracenas. Cuenta la leyenda que San Pedro Nolasco tuvo una aparición de la Virgen que le instó a instituir una orden religiosa que tuviera como fin redimir a los cristianos cautivos. Tanto San Raymundo de Peñafort como Jaime I, Rey de Aragón, tuvieron la misma inspiración. Puestos de acuerdo, el l0 de agosto de 1218 fundaron la Orden de la Redención de los Cautivos, bajo la protección de la Virgen, a quien denominaron Santa María de las
Merecedes.
El camino de Olbanlá Ochala es el más típico para su sincretismo con la Virgen de las Mercedes. Su día es el 24 de septiembre.
Ochagriñán, Obbá Lilfón y Obba Moró-Suele sincretizarse con Jesús de Nazareno. Como sabemos, ésta es la representación de Jesús en su camino al monte Gólgota y con la cruz a cuestas. Es probable que lo maltrecho y torturado de esta imagen haya sugerido su sincretización con el Ochagriñán tembloroso y patético. Lo mismo puede decirse de Obba Lufón que, como recordaremos, baja como una figura completamente encorvada y con las manos a ras del suelo. Esta actividad recuerda la de alguien casi vencido por una carga aplastante que pudiera ser la cruz. También Obbá Moró camina como si cargara una cruz cuando baja. Estos Obatalás también se sincretizan ocasionalmente con el Santísimo Sacramento.
Baba Áchó o Achó: Es un orisha poco conocido. Se sabe que entre sus atributos se encuentran un hacha y una sierra, así como también un lirio y dos palomas. Suele sincretizarse con San José, que era carpintero, lo que justificaría la presencia del hacha y la sierra entre los atributos de Baba Achó. También el lirio, símbolo de la pureza, se asocia con San José, así como las dos palomas en un cesto.
Efún Yobí: También una sierra, además de un martillo, entre sus atributos, lo que pudiera explicar su sincretización con San José, aunque prácticamente no existe otra información sobre él.
Baba Fururú: Es un orisha poco conocido. Se asienta para instruir a los jóvenes, y se le dan palomas. Se sincrética con San Joaquín, padre de la Virgen María. Corno se sabe, tanto Joaquín como Ana eran estériles y trataron de resolver su situación mediante sacrificios (tradicionalmente un cordero), que fueron rechazados en el templo. Joaquín se retiró cuarenta días al desierto, donde le fue comunicado que sería padre de una niña que le vendría bendecida por los siglos de los siglos. Con San Joaquín se asocian simbólicamente un cordero, los lirios y un cesto de palomas, en alusión a su rechazado sacrificio. Su sincretización con Baba Fururú parece descansar en que el orisha, al igual que San Joaquín, era un preocupado por la instrucción de los jóvenes y ambos se vinculan también con las palomas. Su día es el 16 de agosto. San Joaquín es el Patrono de la Buena Muerte.
Yekú Yekú: Tampoco es conocido. Se le figura como un anciano que personifica la humildad y la paciencia. Se le presenta con bastón.
Tradicionalmente se le ha sincretizado con San Joaquín o con el Cristo de Limpias. Pero la adoración del Cristo de Limpias es autóctona de Cuba y tuvo su origen en la iniciativa de una cierta Encarnación Camut, muy devota, en 1925. Esto indica que la verdadera sincretización de Yekú Yekú tiene que haber sido con San Joaquín, también humilde, paciente y representado habitualmente con un báculo, pero (y quizás sea esto lo más importante) adorado en los ingenios azucareros en tiempos de la esclavitud como conveniente símbolo de la humildad y la paciencia.
Ayáguna: Es un camino de Obatalá. Varón intrépido, guerrero y combativo. Se cuenta que Olofi lo mandó a poner la paz en la tierra, pero al ver que no le hacían caso, comenzó a cortar cabezas y se enamoró de la vida guerrera. Como su Obatalá padre descendía a la tierra, se limpió la sangre del machete en el pecho para ocultar su desobediencia. Suele sincretizarse con el Jesucristo de treinta y tres años. La Iglesia siempre ha considerado esta etapa de la vida de Jesús como la del predicador, el mismo que dijo: «No penséis que he venido para traer paz a la tierna, no he venido para traer paz, sino espada.» (Mateo lo: 34.) Es probable que ese carácter combativo, y quizás la huella de sangre en el cuerpo asociada con los estigmas, hayan determinado la asociación de Ayáguna con el Jesucristo predicador de treinta y tres años.
Igbá Ibó: Es un camino de Obatalá; Representa el pensamiento divino, el misterio del güiro que habla, no se deja ver y si alguien lo viera quedaría ciego. Se sincretiza con el Ojo de la Divina Providencia. A causa de las numerosas referencias bíblicas al Ojo de Dios, se utiliza como símbolo de Dios omnisapiente y omnipresente. En la cultura Asirio-Babilónica el conocimiento de Dios se expresaba mediante figuras aladas, con numerosos ojos, es decir, que todo lo veían. Los querubines y serafines con muchos ojos se encuentran en el Apocalipsis de San Juan. En la Edad Media se popularizó la imagen del Ojo dentro del triángulo para sugerir la omnipresencia de Dios uno y trino. Entre nosotros fue muy popular.
PAITAKÍ DE OKÉ
Al principio Olokun reinaba solo en el mundo, pero Olofi se aburría (para muchos la vida y los problemas de los hombres no son más que un juego con el que La divinidad se entretiene). Fue entonces que Oroiña, con la fuerza que le dio Olorun, hizo surgir la primera loma del fondo del mar. Así fue que nació Oké. Luego Olordumare reunió a los demás orishas en Oké y le señaló, a cada uno su dominio. Pero sin Oké ninguno hubiera podido hacer nada y por eso siempre hay que recordarlo y hacerle ebbó. ¿Qué pasaría si Oké volviera a hundirse y dejara a Olokun solo?
OKÉ
Es la loma, todo lo que es elevado, y alto. También deidad tutelar de las montañas. Sirve como fuerza y guardiero de todos los santos. Su ota, una china pelona, recuerda por su solidez los pilares de las construcciones coloniales. Puede ser blanca o negra.
Vive en el piso, frente al canastillero. Es pilar de Obatalá, y de Olofi. Cuando lo emplean en cualquier obra de santo, es expresión patente de los misterios de Olofi, que van desde una hierba hasta cuestiones del más allá. Con él se muele cualquier tipo de afoché.
Es santo de fundamento, que no se asienta. Se apoya sobre el hombro izquierdo. Indivisible de Obatalá, lo reciben los hijos de Yemayá; se le ofrenda y se sacrifica lo mismo que a éste, y habla por su boca. No tiene herramientas ni caminos. Actualmente su culto es limitado, pero durante la Colonia fue adorado en los palenques por los esclavos cimarrones, especialmente por los provenientes de Abeokuta e Ibadán, donde era muy popular. Sus hierbas son el alacrancillo, el bejuco guaro y la candelilla.
Se sincretiza con Santiago Apóstol (el 25 de julio), con San Roberto y Santa Marta, y se le suele estudiar junto a Orisha Oko y Oggué. Hermano de Ochosi y de Inle. Se ha hecho popular ubicar a Oké junto a Obatalá dentro del canastillero y forrado de algodón, lo cual, dicen, es incorrecto. La nonagenaria Omí-Zaya (negra de nación cuyo nombre es Aurelia Mora) lo adora todavía en el piso, debajo de su canastillero, según le enseñó su abuela de santo Latuán, de nación.
Catolización: Oké suele sincretizarse con Santiago apóstol, patrón de España. Santiago fue natural de Galilea, hermano mayor de Juan el Evangelista y primo carnal de Jesucristo. Junto a Pedro y a Juan estuvo entre sus discípulos preferidos. Cuando Jesús fue a retirarse a Getsemaní, llamó a Santiago junto a Juan y Pedro y les pidió que vigilaran mientras él iba a comulgar con Dios. También, al regresar los discípulos de su primera misión, se los llevó a los tres a una montaña y allí, ante sus ojos, Jesús se transfiguró. Posteriormente se dice que Santiago llegó hasta Compostela en peregrinación, estableciendo en España la religión católica. A su regreso a Judea fue decapitado, pero llevaron su cuerpo de regreso al país que evangelizó, aunque se perdió durante la invasión árabe. Rescatado alrededor del año 800, fue conducido a Compostela, donde se dice que provocó tantos milagros que fue adoptado como patrono nacional.
Durante la Reconquista se dice que se le vio en la famosa batalla de Clavijo, montado en un caballo blanco, por lo cual la señal de acometida de los soldados españoles comenzó a ser: «Santiago y cierra España.» » El arte hispano suele representarlo montado y llevando una bandera. En Italia lo muestran con un báculo de peregrino, un bonete con conchillas y la calabaza, que simboliza su peregrinación a Compostela.
La sincretización de Santiago con Oké puede tener relación con el papel de vigilante y guardiero que Jesús le encomendó en tres ocasiones, con su ascensión a la montaña para orar junto a El, y quizás también con las conchas y calabazas con que ocasionalmente se le representa y que son ofrendas propias del orisha.
espero les haya agradado la lectura de hoy y que pasen un grato domingo........no estoy aqui para ganar adeptos ni tan siquiera esperen mi telefono.........estoy aqui para que al menos si tocan la puerta de algun aburemí......no lleguen ciegos y vencidos por su propio problema pues no todos actuamos igual ante la vulnaribilidad de las personas