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jueves, 11 de febrero de 2016

CULTIVO ESPiRITUAL TEMÁTICA SOCIAL: CRIANDO A NUESTROS HIJOS


COMO CRIAR HIJOS RESPONSABLES:
Probablemente sea lo último en que piensan los padres mientras contemplan a su hermoso recién nacido, pero se trata de una simple verdad: con el tiempo, esa criaturita crecerá y se convertirá en un adulto independiente. Y así es como se supone que debe ser, pues dice la Biblia que "el hombre dejará a su padre y a su madre" (Génesis 2:24). Esta afirmación, por supuesto, es también aplicable a las mujeres. Cuando llega el día agridulce en que un hijo abandona el hogar, muchos padres se preguntan preocupados: "¿Lo habremos criado bien? ¿Será capaz de conservar un empleo, pagar una vivienda y ajustarse a un presupuesto?". O lo que es más importante aún: "¿Se guiará por los valores que hemos tratado de inculcarle?" (Proverbios 22:6; 2 Timoteo 3:15). Este artículo quizas pueda aportar algunas orentaciones de cómo pueden ayudar a los padres los consejos de la Biblia en cada etapa del desarrollo de su hijo. 




"La máquina de aprendizaje
más potente del universo"


El CEREBRO de los bebés ha sido llamado "la máquina de aprendizaje más potente del universo", y con fundada razón. Cuando un niño llega al mundo, está equipado para absorber todas las imágenes, los sonidos y demás estímulos de su entorno.*
Lo que más despierta el interés del bebé son otros seres humanos: sus rostros, sus voces, su tacto. El libro Babyhood (La primera infancia), de la psicóloga Penelope Leach, dice: "Se han realizado numerosos estudios sobre las imágenes que mayor curiosidad suscitan en un bebé, los sonidos que captan y retienen su atención,
" Para simplificar, utilizaremos el género masculino, aunque los principios analizados son aplicables a ambos sexos. 
y las sensaciones que más le gusta que se repitan. Todos estos elementos se encuentran con más facilidad y frecuencia en la figura del ser humano adulto que lo cuida". No sorprende, por lo tanto, que los padres desempeñen un papel tan crucial en el desarrollo de sus hijos.



"Hablaba como niño"
La capacidad del recién nacido para aprender una lengua con solo escucharla deja perplejos a padres y pediatras. Los investigadores han descubierto que a los pocos días de nacido, el niño ya se ha acostumbrado a la voz de su madre y la prefiere a la de un extraño; a las pocas semanas sabe distinguir entre los sonidos de la lengua materna y los de otras lenguas, y a los pocos meses es capaz de percibir cómo se articulan las palabras, lo que le permite diferenciar
entre el habla clara y los sonidos ininteligibles.




A los pocos días de nacido, el niño ya se ha acostumbrado
a la voz de su madre y la prefiere a la de un extraño


El apóstol Pablo escribió: "Cuando yo era niño, hablaba como niño" ( 1 Corintios 13:11, Nueva Versión Internacional). ¿Cómo empieza a hablar un niño? Por lo general, con una serie de balbuceos incoherentes. ¿Son solo ruido? ¡De ningún modo! En un libro sobre el desarrollo cerebral de los infantes durante los primeros cinco años, la neurobióloga Lise Eliot nos recuerda que el acto del habla es "una actividad motora compleja que requiere la rápida coordinación de decenas de músculos que controlan los labios, la lengua, el paladar y la laringe". Y añade: "Aunque el balbuceo del bebé parezca solamente un medio encantador de llamar la atención, es también un importante ensayo de la compleja gimnasia del habla" (What's Going On in There?—How the Brain and Mind Develop in the First Five Years of Life).
A su vez, los padres reaccionan a los balbuceos de su bebé exagerando la pronunciación de las palabras, lo que también cumple un propósito: motivarlo a responder. Mediante dicho intercambio, el niño aprende las técnicas elementales de la conversación, una habilidad que utilizará el resto de su vida.



Cambio de papeles
Cuando hay un recién nacido, los padres se desviven por atender sus necesidades cotidianas: el bebé llora, y corren a alimentarlo; vuelve a llorar, y corren a cambiarle el pañal; llora otra vez, y corren a alzarlo. Tales mimos son adecuados y necesarios, pues constituyen la principal forma en que los padres cumplen con su papel de cuidadores ( 1 Tesalonicenses 2:7).
En vista de lo anterior, es natural que el niño se crea el centro del universo y piense que los adultos —sobre todo los padres— viven exclusivamente para cumplir sus deseos. Tal idea, aunque errónea, es del todo entendible, pues esa es la realidad que él ha vivido por más de un año. A su modo de ver, él es el monarca de un imperio habitado por gente grande que está allí para servirle. El terapeuta familiar John Rosemond escribe: "Toma apenas dos años forjar esta impresión fantástica, pero al menos dieciséis años corregirla. Y esta es, paradójicamente, la tarea de los padres: hacer que su hijo crea en esa fantasía y luego romperle la burbuja, eso sí, causando el menor impacto posible".
La burbuja se revienta para el segundo año de vida del infante, cuando el papel de los padres cambia de cuidadores a instructores. Ahora, el niño se da cuenta de que sus padres ya no lo siguen, sino que es él, quien tiene que seguirlos a ellos. Su monarquía ha caído, y tal vez no acepte de buen grado el nuevo régimen. Impotente ante la situación, lucha por no ceder terreno. ¿Cómo?

A los tres años, el niño comienza a aprender
como nunca antes el concepto de lo bueno y lo malo




Qué hacer ante las rabietas:
Alrededor de los dos años, el comportamiento de muchos niños presenta un cambio drástico, lo que a menudo se manifiesta en frecuentes rabietas. Esta etapa es tan desesperante para los padres que ha sido denominada "los terribles dos". De repente, las frases predilectas del niño son: "¡No!" o "¡No quiero!". Se siente molesto consigo mismo y con sus padres al tiempo que lidia con sus sentimientos contradictorios. No quiere estar cerca de ellos, pero tampoco quiere estar lejos. Para los desconcertados padres, nada parece tener sentido ni mucho menos funcionar. ¿Qué está pasando?



POR QUÉ LAS RABIETAS:
"Hay padres convencidos de que las pataletas se deben a que no han acertado a responder bien a las demandas del niño", escribe John Rosemond en el libro ¡Los padres al poder! Y agrega: "Es de lógica: si ellos son los causantes del berrinche del niño, hay que ponerle remedio cuanto antes. Así, donde antes han dicho no ahora dicen sí [y] después [...] dan al niño más de lo que había pedido para mantener a raya su sentido de culpabilidad. Estas maniobras dan resultado. La rabieta cesa, el padre se queda aliviado y el niño aprende que la rabieta es un excelente medio para conseguir lo que quiera. Por lo tanto se esmera, y las rabietas son cada vez más frecuentes y mejores".
Bueno, tome en cuenta que la vida del niño ha sufrido un profundo viraje. Hasta hace poco, todo lo que tenía que hacer era gimotear para que los adultos vinieran corriendo junto a él. Pero ahora empieza a comprender que su reinado solo era temporal y que hay al menos ciertas cosas que tendrá que hacer él solo. Cada vez le queda más claro que su papel es el de sumisión, el cual se resume en este mandato de la Biblia: "Hijos, sean obedientes a sus padres en todo" (Colosenses 3:20).
Durante este difícil período, los padres no deben soltar las riendas de la autoridad. Si actúan con firmeza y amor, el niño se adaptará a su nuevo rol. Y con ello se sentarán las bases para que tengan lugar otras maravillas del crecimiento.



Carácter moral:
Los animales —y hasta las máquinas— pueden reconocer palabras e imitar el habla; pero solo los seres humanos tienen la capacidad de mirar en retrospectiva y hacerse un auto examen. Por eso, a los dos o tres años el niño puede sentirse orgulloso, avergonzado, culpable o abochornado. Este es el inicio de un proceso que lo llevará a convertirse en un adulto con cualidades morales, que sepa defender lo que es correcto aunque los demás hagan lo contrario.
En esta fase, los padres viven otra experiencia emocionante: la de ver que su hijo empieza a tomar conciencia de los sentimientos ajenos. Hasta los dos años, el niño disfrutaba jugando cerca de otros; en cambio, ahora juega e interactúa con otros de manera más significativa. También reconoce cuando sus padres se sienten bien y va naciendo en él el deseo de complacerlos; por eso responde más fácilmente a su instrucción.
A los tres años, el niño comienza a aprender como nunca antes el concepto de lo bueno y lo malo. Ha llegado el tiempo para que los padres eduquen a sus hijos con miras a hacer de ellos adultos responsables.


HABLAN LOS PADRES:
 Si usted tiene hijos en edad preescolar, seguramente va a encontrarse con situaciones difíciles: ¿qué hacer ante sus rabietas?, ¿cómo enseñarles a discernir lo bueno de lo malo?, ¿cómo corregirlos de forma equilibrada?, etc. Escuche lo que han dicho algunos padres.



LAS RABIETAS:
"Durante la etapa de los 'terribles dos', el niño espera conseguir siempre lo que quiere. Nuestro hijo tenía ese problema. Si no lo complacíamos, tiraba cosas. Como era el primero, no teníamos experiencia con las rabietas. Y tampoco ayudaba que nos dijeran que ese tipo de comportamiento era normal." (Susan, Kenia.)
"A los dos años, nuestra hija se tiraba al suelo a gritar, llorar, patalear... ¡Era desesperante! Intentar hablar con ella en ese momento no servía de nada. Entonces, mi esposo y yo la mandábamos a su cuarto y le decíamos calmadamente que cuando se tranquilizara podría salir y hablaríamos del asunto. Una vez que se le pasaba, uno de los dos iba y le explicaba por qué su comportamiento era inaceptable. Este método funcionó muy bien. Incluso, en cierta ocasión la oímos pidiéndole a Dios que la perdonara. Con el tiempo, las rabietas fueron disminuyendo hasta desaparecer." (Yolanda. España.)


LA DISCIPLINA:
"Es difícil saber cuánta atención presta un niño menor de cinco años a lo que le dicen. La clave está en la repetición. Hay que repetirle las cosas miles de veces, y usar gestos y un tono de voz firme." (Serge, Francia.)
"Aunque nuestros cuatro hijos se criaron en el mismo ambiente, todos eran diferentes. Una lloraba con solo saber que nos había decepcionado, mientras que otra presionaba para ver hasta dónde podía llegar. Algunas veces les bastaba con una mirada o un regaño; en otras ocasiones teníamos que aplicarles una disciplina más severa." (Nathan, Canadá.)
"Es importante hacer valer las reglas, pero sin ser dogmáticos o demasiado rígidos. Cuando el niño de verdad se siente mal por lo que ha hecho, es mejor ser razonables y suavizar la disciplina." (Matthieu, Francia.)  

t■ "Los niños tantean los límites para ver hasta dónde pueden llegar. Dejar que un niño haga algo que tiene claramente prohibido es enviarle un mensaje confuso. Como actuábamos con firmeza y no cambiábamos las reglas, nuestros hijos aprendieron poco a poco que con gritar no lograrían nada." (Neil, Gran Bretaña.)

SEA CONSECUENTE:
"Parece que los niños tuvieran un chip de memoria que grabara cada vez que los padres actúan de una manera contradictoria." (Milton, Bolivia.)
"A veces, nuestro hijo pide lo mismo de diferentes formas para ver si le damos la misma respuesta. O si yo digo una cosa y su madre dice otra, trata de colarse por ese hueco." (Ángel, España.)
"Algunas veces pasaba por alto el mal comportamiento de mi hijo y otras lo disciplinaba con severidad, dependiendo del humor que tuviera; pero me di cuenta de que eso solo agravaba su mal comportamiento." (Gyeong-ok, Corea.)
"Es importante que los niños entiendan que si una conducta es mala hoy, será mala siempre." (Antonio, Brasil.)
"Si los padres no son consecuentes, el niño creerá que son imprevisibles, que sus decisiones dependen del humor que tengan en el momento; pero si se atienen a sus principios, los hijos sabrán que lo malo es siempre malo. Esta es una forma de brindarles seguridad y amor." (Gílmar, Brasil.)
"Los niños se aprovechan de las situaciones en que parece que los padres no tienen más remedio que acceder a lo que piden, como cuando hay otras personas presentes. Si mi respuesta es no, desde el principio le dejo muy claro a mi hijo que no voy a cambiar aunque me ruegue." (Cha ng-seok, Corea.)
"El padre y la madre deben formar un frente unido. Si mi esposa y yo no concordamos en algo, lo hablemos en privado. Los hijos detectan cuando sus padres no piensan igual sobre un asunto, y tratan de sacarle partido a la situación." (Jesús, España.)
"El niño que sabe que sus padres están unidos y no se dejan manipular se siente seguro. Sabe qué esperar si es obediente o si es desobediente." (Damaris, Alemania.)
"Para ser consecuentes, mi esposa y yo también cumplimos cuando le prometemos algo bueno a nuestra hija; así nos ganamos su confianza." (Hendrick, Alemania.)
"Si mi jefe me cambiara constantemente las reglas del juego, me irritaría. Con los niños pasa lo mismo. Les da seguridad saber cuáles son las reglas del juego y que estas no van a cambiar, como tampoco van a cambiar las consecuencias de la desobediencia." (Glenn, Canadá.)
"Que su Sí signifique Si,
y su No, No." (Santiago 5:12)
"Trato de no imponer demasiadas reglas, pero las que existen no son negociables. Mi hijo de tres años sabe cuáles son las consecuencias de la desobediencia, y eso le ayuda a controlarse. Es cierto que cuando estoy cansada es más fácil pasar por alto sus malas acciones; pero sé que debo ser consecuente con las normas que he establecido, y por eso me obligo a tomar acción. Esa es la clave." (Natalia Canadá.)




 bueno amigos, espero que les haya podido aportar este nuevo artículo dentro de la sección de temática social (por cierto,en últimos tiempos,algo abandonada) y ya será hasta mi próxima publicación. (seguramente en horas)
bendiciones y pasen un agradable día



viernes, 6 de noviembre de 2015

NO A LAS ETIQUETAS, SI A LA IGUALDAD.....NO AL CLASISMO Y DIGAMOS SÍ A LA TOLERANCIA

BUENAS NOCHES AQUÍ COMO SIEMPRE AMIGOS CON MI VENA PROVOCADORA.....NO HAY NADA MEJOR QUE PUEDAS HACER, QUE ESTIMULAR CONCIENCIAS JAJA....SALUDOS PARA TODOS/AS

jueves, 10 de septiembre de 2015

CURIOSIDADES: TEMÁTICA SOCIAL (VÍDEOS)

Hola amigos como ya sabréis,este que os escribe no pierde ocasión para provocar y estimular conciencias y aquí os vengo a provocar una vez más para que veáis estos tres vídeos que os traigo y así pongáis a prueba vuestra capacidad de entrega hacia el prójimo o simplemente aprendas a valorar un poco más tu propia suerte pues a veces la desvalorizamos cuando realmente hay personas que viven sin nada y son capaces de ser incluso hasta más felices que nosotros que con tanto, somos incapaz de serlo por  propio egoísmo o ambición
El primer vídeo es un ejemplo de tolerancia de un joven que defiende el sufrimiento de su amigo gay el cual en su país latinoamericano padece el maltrato social de la homofóbia.

El segundo vídeo es todo un ejemplo de un niño que ocultándoselo a sus padres,se quita de lo poco que tiene para ofrecérselo a un indigente,todo un ejemplo de caridad por un corazón puro aún no contaminado por la lacra social de los prejuicios que crean los adultos.


El tercer y último vídeo es todo un ejemplo de una señora bien humilde y escasa en recursos que se dedica a repartir entre gente necesitada con lo poco que tiene....son tres vídeos que enseñan y despiertan corazones dormidos y conciencias sumergidas jeje aunque se que esto no vende,es mi blog y aquí mi función siempre será el provocarte e incluso si andas demasiado frívolo por la vida y vacio, hacerte incluso sentir mezquino si fuese también necesario.

Que disfruteis de los vídeos y hasta mi próximo post.....! buenas noches !


Amor de hermanos
Es confortante saber que los hermanos son los seres que nos apoyan en algún momento. Lo ideal en la vida es crecer juntos como familia. Esta es el núcleo que fortalece a la homosexualidad ante la homofobia.Gracias #XanderEdlp por esta canción
Posted by GStyle Revista on Lunes, 31 de agosto de 2015


Esse vídeo é lindo, merece ser curtido e compartilhado por todos, mais quem é que liga né?ME ADICIONA como amigo?--> Paulo Rodrigues *--*
Posted by Jorge & Mateus on Martes, 8 de septiembre de 2015


Mis Respeto esto si es Generosidad
Posted by Voxradio100.5 on Jueves, 12 de marzo de 2015

sábado, 29 de agosto de 2015

ESTA ES LA SOCIEDAD QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO ENTRE TODOS


Pues si amigos quizás te haya revuelto la sangre como a mí, o quizás hayas quedado indiferente o inmune al vídeo que muestro al final de este post  y en caso de optar por la primera opción, entonces te invito a compartir mi reflexión de algo que desgraciadamente observo a diario  y que no se cual sea la razón,...insisten en hacerme llegar este tipo de cosas que a mi al menos no me deja indiferente y más bien quedo atónito aturdido o no se cual seria la palabra correcta para describir esta sensación de rechazo que me invade cuando observo estas cosas.
Que edad podrían tener estas chicas?......os fijáis que forma de exteriorizar ensañamiento y cuantas se apuntan para maltratar a esa chica indefensa?.No creo que haya causa que justifique lo que mis ojos acaban de ver, pero soy buen entendedor de que es casi lo que nuestros jóvenes digieren casi a diario a través de las redes sociales,televisión videojuegos etc etc.....es como el yo más y lo mas curioso es que aplicamos el yo más para reacciones negativas que no aportan nada ni tan siquiera esperanzas de cambios.
Nuestros jóvenes  ya ven como algo normal el actuar de esta forma irracional, ......pero en verdad que parte de culpa si pusiéramos en una balanza tendrían esas criaturas si fuésemos analizar profundamente este tipo de actos?.
Solo lo dejo caer pero lo cierto, es que deberíamos tomar las riendas como adultos que somos e intentar mostrar otro tipo de ejemplos para que esta lacra,acabase lo antes posible y no quiero hacer un post catástrofista en pleno fin de semana.......pero esta fue mi primera reacción del día, acabante de encender mi ordenador en el día de hoy.......que más me llegara?....no lo se jaja!!
LA ESPERANZA, LA ILUSIÓN Y EL AMOR A NUESTRO PRÓJIMO AÚN ESPERAN,... A QUE LE DEMOS SU OPORTUNIDAD PARA ENTRAR EN NUESTROS CORAZONES!!.
SED FELICES Y NO OS DAÑÉIS POR GUSTO QUE UN LIKE NI EL SUBIR TU NIVEL DE SEGUIDORES ES RAZÓN SUFICIENTE PARA QUE NOS CONTÁMINEMOS CON TANTA VIOLENCIA 











Sem comentários...
Posted by Euller Moraes on Viernes, 28 de agosto de 2015

sábado, 22 de agosto de 2015

CUESTIÓN DE SUERTE?

Pra Deus nada é impossivel

Posted by Andrews Jhosef on Viernes, 16 de enero de 2015

viernes, 14 de agosto de 2015

TEMÁTICA SOCIAL: LOS JOVENES PREGUNTAN

 LOS
JÓVENES PREGUNTAN

¿Por qué no me dejan
salir a divertirme?
Para Allison,* que vive en Australia, los lunes en la escuela se han convertido en una auténtica tortura.
Ella explica por qué: "Es que todas mis amigas cuentan las cosas tan increíbles que hicieron en el fin de semana: que fueron a un montón de fiestas, que se besaron con no sé cuántos chicos, que hasta las persiguió la policía... ¡les pasa de todo! Además, vuelven a su casa a las cinco de la mañana, y sus padres no les dicen nada. Cuando ellas salen, hace rato que ya tengo que estar acostada.
"Claro, después de contarme lo que hicieron ellas. me preguntan qué hice yo. ¿Que qué hice? Ir a mis reuniones cristianas y predicar. ¡Diversión cero! La verdad, prefiero decirles que no hice nada. Pero entonces me preguntan que por qué no fui con ellas.
"Y el problema no es solo los lunes. El martes llegas a clase, y ya están todos hablando de lo que van a hacer el fin de semana. Así que no me queda más remedio que sentarme a escuchar mientras me cuentan sus planes. ¡Siempre me lo pierdo todo!"



■ TE OCURRE algo Parecido? 
En tal caso, quizá sientas que tus padres te tienen atado y no te dejan disfrutar de toda la diversión que hay por ahí Es como si estuvieras en un parque de atracciones y no pudieras subir a ninguna. Tal vez digas: "No es que quiera hacer todo lo que hacen mis amigos, pero quisiera pasarlo bien de vez en cuando". Por ejemplo, ¿a dónde te gustaría ir este fin de semana?
a) A bailar
b) A un concierto
c) Al cine
d) A una fiesta
e) A otro sitio
Es normal que quieras divertirte ( Eclesiastés 3:1, 4). De hecho, Dios desea disfrutes tu juventud (Eclesiastés 1 Y tus padres también, aunque a veces creas. Eso sí, es muy probable que a les preocupen —y con razón— estas dos cosas:
1) adónde irás, y 
2) con quién.

Digamos que tus amigos te han invitado a salir, pero crees que tus padres no te darán permiso. ¿Qué puedes hacer? La biblia  enseña que uno siempre debe pensar en las opciones que tiene —sean buenas o malas y en las consecuencias de cada una (Deuteronomio 32:29; Proverbios 7:6-23). En este caso, ¿qué opciones tienes?

OPCIÓN A:


SALIR SIN PEDIR PERMISO
Razones: Quieres que tus amigos vean que puedes hacer lo que te da la gana. Crees que sabes más que tus padres o no te importa mucho lo que opinen (Proverbios 15:5).
Consecuencias: Tus amigos verán que no eres muy confiable que digamos. Si engañaste a tus padres, también los engañarás a ellos cuando te convenga. Y si tus padres se enteran, sentirán que los has traicionado y puede que no te dejen salir por una buena temporada. Desde luego, actuar a sus espaldas sería una estupidez (Proverbios 12:15).
OPCIÓN B:

NI PEDIR PERMISO NI SALIR Razones: Ves que lo que tus compañeros van a hacer ese día está en contra de tus principios o que no te conviene juntarte con algunos de ellos (1 Corintios 15:33; Filipenses 4:8). También puede ser que tengas muchas ganas de ir, pero no te atrevas a pedir permiso.
Consecuencias: Si no vas porque sabes que no estaría bien, te será más fácil responder que no a tus amigos. Pero si no vas simplemente porque no te atreves a preguntar, acabarás en casa amargado y pensando que eres el único que se muere de aburrimiento.
OPCIÓN C:

PEDIR PERMISO... Y VER QUÉ PASA
Razones: Entiendes que tus padres tienen autoridad sobre ti y respetas su opinión (Colosenses 3:20). Los quieres tanto que no deseas hacerles daño saliendo a escondidas (Proverbios 10:1). Además, sabes que cuando les pidas permiso, tendrás la oportunidad de explicarte.
Consecuencias: Tus padres verán que los quieres y los respetas. Y si tu petición es razonable, tal vez te permitan ir.
■ Mis padres confían en mí porque saben con quiénes salgo, y les he demostrado que soy responsable. Y saben que
no tengo ningún problema en irme de una fiesta si veo algo que no me parece bien. Kimberly

No siempre te darán permiso
Pero ¿y si pides permiso y no te lo dan? 
Hay que admitir que sería frustrante. En tal caso, algo que te servirá de consuelo es ponerte en su situación. ¿Cómo? Para entenderlo, analicemos algunos motivos por los que podrían decirte que no.
Porque tienen más experiencia.
¿Dónde prefieres nadar: en una playa con socorrista, o en una que no lo tenga? Las playas con socorristas son más seguras. ¿Por qué? Porque mientras estás divirtiéndote en el agua, tal vez no veas los peligros que te rodean. El socorrista está en mejor posición para velar por tu seguridad.
Con los padres ocurre lo mismo: ellos tienen más experiencia que tú en la vida y están en mejor posición para protegerte de peligros que quizá no veas. Al igual que un socorrista, su objetivo es cuidarte, no impedir que te diviertas.
Porque te quieren mucho. Tus padres sienten la necesidad de protegerte. A veces les será posible decirte que sí, pero a veces no les quedará otra que decirte que no. Piensa que cuando les pides permiso para salir, ellos saben que tendrán que vivir con las consecuencias de su respuesta, y te quieren tanto que solo te darán permiso si están razonablemente seguros de que no te ocurrirá nada malo.

Porque les falta Información. Los buenos padres prefieren no correr riesgos. Si no comprenden bien lo que les estás pidiendo o si les falta información importante, no te extrañes de que la respuesta sea: "No".
Cómo aumentar las posibilidades de que te den permiso
Sigue estos cuatro consejos:
Sé honrado. Para empezar, sé honrado contigo mismo. ¿Por qué quieres ir? ¿De verdad te entusiasma el plan, o es para caerles bien a tus compañeros? ¿Acaso va a ir alguien que te gusta? También debes ser honrado con tus padres. Ellos tuvieron tu edad y te conocen de sobra, así que al final terminarán descubriendo tus motivos. Si les dices la verdad, seguro que te lo agradecerán y te darán buenos consejos (Proverbios 7:1, 2). En cambio, si notan que no estás siendo honesto, no confiarán en ti y difícilmente te darán permiso.
Busca el momento. En lugar de preguntarles en cuanto vuelvan de trabajar o cuando estén ocupados con alguna cosa, espera a que estén más tranquilos. Eso sí, tampoco esperes al último minuto. No les agrada rá verse obligados a decidir de forma apresurada. Si eres considerado y se lo pides con tiempo, lo tomarán en cuenta.

Dales información. 
Explícales con claridad lo que quieres hacer. Dales detalles. Por ejemplo, si te preguntan quiénes van a ir, si habrá algún adulto responsable o a qué hora volverás, no te limites a responder: "No sé". Eso nunca funciona.

Cuida tu actitud. 
Mira a tus padres como parte de tu equipo, y no como rivales. Así no te pondrás a la defensiva, y ellos se mostrarán más dispuestos a escucharte. Y si te dicen que no, pídeles con respeto que te expliquen por qué. Supongamos que no te dejan ir a un concierto. Pues trata de averiguar qué es lo que no les parece bien: el artista, el lugar de la actuación, los que irán contigo, el precio... Ah, y ni se te ocurra replicar: "¡Nunca confían en mí!", "¡Pero si va todo el mundo!" o "¿Por qué mis amigos pueden y yo no?". Si les demuestras que eres maduro y respetas su decisión, ellos te respetarán a ti. Y es probable que, aunque ahora te digan que no, la próxima vez te digan que sí.



¿POR QUÉ NO LES PREGUNTAS
A TUS PADRES?
¿Te gustaría saber qué opinan tus padres de que salgas con tus amigos? Pues solo hay una manera de averiguarlo. Piensa en cuándo sería un buen momento para pedirles que te expliquen lo que les preocupa sobre este tema.



recuerda que nunca me cansaré de invitarte a participar de este blogg donde cuidamos mucho de tus opiniones y donde ante todo se respeta LA LIBERTAD DE EXPRESION ........saludos y muy buenos dias!!.........siguenos por googles!!

lunes, 3 de agosto de 2015

INMIGRACION: UNA FAMILIA UNIDA ES MÁS IMPORTANTE QUE EL DINERO



UNA FAMILIA UNIDA ES MÁS IMPORTANTE QUE EL DINERO

Las historias de los inmigrantes pueden variar, pero la mayoría tienen algo en común, como se ve en los ejemplos de George, Rachel y Patricia. La familia sufre cuando se deja atrás al cónyuge o a los hijos, y pueden pasar años hasta que todos vuelvan a reunirse. En el caso de George pasaron más de cuatro años.
Rachel finalmente volvió a Filipinas para buscar a su hijita después de haber estado separada de ella por casi cinco años. Patricia, por su parte, llegó a España con su bebé en brazos. "Ella es todo lo que tengo —dice—, así que trato de cuidarla lo mejor posible."
Muchos inmigrantes no vuelven a su país a pesar de la soledad, los problemas económicos y la larga separación de sus seres queridos. ¿Por qué? Porque han invertido tanto que, cuando las cosas salen mal, no tienen el valor de cortar por lo sano, regresar a casa y sufrir posibles humillaciones.
Allan, de Filipinas, tuvo el valor de regresar. Aunque había encontrado un buen empleo en España, al año y medio ya estaba de vuelta en casa. Él explica: "Extrañaba demasiado a mi esposa y a mi nena. Así que decidí que no trabajaría nunca más en el extranjero si no podía llevármelas conmigo; y con el tiempo, eso fue lo que hice. La familia es muchísimo más importante que el dinero".
Patricia descubrió otra cosa que es más importante que el dinero. Cuando  llegó a España, llevaba con ella un Nuevo Testamento. "Era mi amuleto —recuerda—. 
Patricia comprendió que la felicidad verdadera y la esperanza de un futuro mejor no dependen del lugar donde uno viva ni del dinero que uno tenga, sino de conocer a Dios y su propósito para la humanidad (Juan 17:3). Entre otras cosas, aprendió que Dios tiene nombre: Jesú (Salmo 83:18). También aprendió en la Biblia que él pronto eliminará la pobreza mediante su Reino, un gobierno en manos de Jesucristo (Daniel 7:13, 14). Jesús "librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma", nos asegura Salmo 72:12, 14.
Este libro de sabiduría divina le ayudará a darle el primer lugar a lo que es más importante, a tomar buenas decisiones y a afrontar las dificultades con ánimo y esperanza (Proverbios 2:6-9,20, 21). ■








lunes, 27 de julio de 2015

LA ADOLESCENCIA COMO PREPARARLOS PARA LA EDAD ADULTA?






IMAGINESE que ha volado de una isla tropical al círculo ártico y que al salir del avión lo recibe de golpe el frío polar. ¿Podrá adaptarse al nuevo clima? Seguro, aunque primero tendrá que realizar algunos cambios.
Algo similar ocurre cuando los hijos entran en la adolescencia: de la noche a la mañana, el clima cambia por completo. El niño que ayer no quería despegársele ni un momento hoy prefiere estar con sus amigos. La niña que antes no veía la hora de contarle lo sucedido en la escuela ahora apenas responde con monosílabos.
¿Cómo te fue hoy? —pregunta usted.
Bien —contesta ella.
Silencio...
—¿En qué piensas? —vuelve a intentar.
En nada —responde ella.
Más silencio...
¿Qué ha pasado? El libro Breaking the Code (Descifre el código) comenta: "[No hace mucho] usted podía participar en la vida de sus hijos como si estuviera con ellos detrás del escenario. Ahora, con suerte, le tocará hacer de espectador, y es probable que ni siquiera consiga un buen asiento".
¿Debe resignarse a ese frío distanciamiento? De ningún modo. Usted puede mantenerse cerca de sus hijos durante toda la adolescencia. Claro, primero debe comprender qué
ocurre en esta fascinante —aunque a veces turbulenta— etapa de la vida.



El puente entre la niñez y la edad adulta
Antes, los investigadores sostenían que el cerebro de un niño ya estaba casi terminado de formar a los cinco años. Ahora creen que, si bien después de esa edad varía muy poco su tamaño, no se puede decir lo mismo de su funcionamiento. En la pubertad da comienzo una auténtica revolución hormonal que transforma la manera de pensar de los muchachos. Por ejemplo, un niño suele ver la vida en términos concretos, y para él las cosas son o blancas o negras. Un adolescente, en cambio, tiende a pensar de forma abstracta, a percibir los grises y a analizar lo que hay detrás de un asunto
 (1 Corintios 13:11). Comienza a tener convicciones y no tiene reparos en expresarlas.
Paolo, de Italia, ha notado ese cambio en su hijo adolescente. "Cuando veo a mi hijo —comenta él—, siento que ya no tengo un niño frente a mí, sino un hombrecito. Y no es solo por el físico. Lo que más me asombra es su forma de pensar. No le da miedo expresar y defender sus opiniones."
¿Ha observado usted algo parecido en su hijo? Tal vez de pequeño, él seguía instrucciones sin protestar; le bastaba con un "porque lo digo yo". Pero ahora que es adolescente, exige razones y quizás hasta cuestione los valores que rigen a la familia. A veces, la seguridad con que se expresa puede confundirse con rebeldía.
No concluya que su hijo está empeñado en desafiar los valores que usted ha establecido. A lo mejor solo le está costando hacerlos suyos, encontrarles acomodo en su vida. Para ilustrarlo, imagínese que usted se está mudando. ¿Cree que será fácil encontrar un espacio en la nueva casa para todos sus muebles? Probablemente no. Lo que sí está claro es que no va a tirar ningún objeto que considere valioso.
Su hijo enfrenta una situación semejante ahora que se está preparando para el momento en que "dejará a su padre y a su madre" (Génesis 2:24). Es verdad que el día de la partida se ve lejano; al fin y al cabo, todavía no es adulto. Sin embargo, en cierto sentido ya está empacando; está usando la adolescencia para examinar los valores con los que ha sido criado y decidir cuáles conservará cuando llegue a la adultez.*
La sola idea de que su hijo tome esas decisiones podría ponerle los pelos de punta. Aun así, es importante reconocer este hecho: cuando entre en la vida adulta, solo conservará los principios que él considere valiosos. Por eso, ahora —mientras todavía vive en casa—es el momento para que investigue a fondo los valores que lo guiarán en su vida (Hechos 17:11).




 * Una obra de consulta señala atinadamente que la adolesencia es "un largo adiós".
En realidad, eso es lo mejor que podría hacer. Después de todo, si acepta sin chistar las normas que usted impone en casa, es probable que más adelante haga lo mismo con las ideas de los demás (Éxodo 23:2). La Biblia dice que un muchacho así de ingenuo fácilmente podría ser seducido, pues es "falto de corazón", o sea, carece, entre otras cosas, de buen juicio (Proverbios 7:7). Los jóvenes sin convicciones terminan siendo zarandeados "por [las] olas y [siendo] llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres" (Efesios 4:14).
¿Cómo evitar que eso le pase a su hijo? Procurando que cuente con estos tres elementos:



1 CAPACIDAD PARA PENSAR
El apóstol Pablo escribió que las "personas maduras [...] tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto" (Hebreos 5:14). "Pero yo ya le enseñé hace años a mi hijo lo que es bueno y lo que es malo", dirá usted. Muy bien; de seguro esa educación le fue útil en su momento y lo preparó para la siguiente etapa de su vida (2 Timoteo 3:14). Sin embargo, Pablo indicó que las facultades perceptivas deben ser entrenadas. Aunque un niño sepa qué es correcto y qué no, de adolescente debe desarrollar plenamente sus "facultades de entendimiento", comprender el porqué de las cosas (1 Corintios 14:20; Proverbios 1:4; 2:11). Usted no quiere que su hijo obedezca ciegamente, sino que sepa razonar (Romanos 12: 1, 2). 




¿Qué puede hacer para ayudarlo?
Una manera es dejar que se exprese. No lo interrumpa ni saque las cosas de proporción, aunque diga algo que usted preferiría no escuchar. La Biblia aconseja: "Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira" (Santiago 1:19; Proverbios 18:13). Recuerde que "de la abundancia del corazón habla la boca", como dijo Jesús (Mateo 12:34). Si escucha a su hijo, descubrirá sus verdaderas inquietudes.
Cuando sea su turno de hablar, haga preguntas, no afirmaciones tajantes. A veces, Jesús hacía preguntas del tipo "¿Qué les parece?" para averiguar qué pensaban sus discípulos e incluso sus tercos enemigos (Mateo 21:23, 28). Intente algo parecido con su hijo, aunque él tenga una opinión contraria a la suya. Veamos la siguiente situación:
Si su hijo dice: "No estoy seguro de que Dios exista".
No responda: "¡Claro que estás seguro! Eso es lo que te hemos enseñado siempre".
Mejor intente algo como: "¿Qué te ha hecho dudar?".
¿Por qué hay que dejar que el muchacho se exprese? Porque una cosa es oír lo que dice y otra muy distinta saber lo que piensa (Proverbios 20:5). Tal vez el problema tenga que ver más con las normas bíblicas que con la existencia de Dios.
Por ejemplo, si a un joven lo están presionando para que pase por alto las leyes morales de Dios, podría parecerle menos grave ceder si deja de pensar en él (Salmo 14:1). "Si Dios no existe —quizás razone—, no tengo por qué seguir las reglas de la Biblia."
¿Le está pasando algo así a su hijo? Entonces, pudiera ser necesario hacerlo reflexionar sobre los beneficios de cumplir las normas de Dios. ¿Ve él esos beneficios? (Isaías 48:17, 18.) En tal caso, muéstrele que su bienestar es algo por lo que vale la pena luchar (Gálatas 5:1).
Si su hijo dice: "Esta podrá ser tu religión, pero no tiene por qué ser la mía".
No responda: "Es nuestra religión. Tú eres nuestro hijo y vas a creer lo que nosotros te enseñemos".
Mejor intente algo como: "Esa afirmación es muy categórica. Pero piensa: si vas a rechazar mis creencias, con algo tendrás que sustituirlas. ¿Con qué? ¿Cuáles son las reglas de conducta que tú consideras razonables?".
¿Por qué hay que dejar que el muchacho se exprese? Porque razonar con él puede moverlo a cuestionarse sus opiniones. Tal vez él mismo se sorprenda al darse cuenta de que en realidad sus creencias son las mismas que las de usted y que el problema es totalmente distinto.
Por ejemplo, puede ser que no sepa cómo explicar sus creencias (Colosenses 4:6; 1 Pedro 3:15). 0 que le guste alguien que no comparte su fe. Sea lo que sea, identifique la raíz del problema y ayúdelo a hacer lo mismo. Cuanto más utilice él su capacidad de razonar, mejor preparado estará para ser adulto.



2 LA GUÍA DE UN ADULTO
Hay culturas en las que apenas se percibe, si acaso, "la tempestad y la tensión" que según algunos psicólogos es natural durante la adolescencia. Los investigadores han descubierto que esto se debe a que, en tales culturas, los jóvenes se integran desde temprano en la vida de los adultos. Trabajan con adultos, participan en actividades sociales con adultos y reciben responsabilidades propias de adultos. No existen expresiones como cultura joven o delincuencia juvenil; ni siquiera adolescencia.
En cambio, piense en lo que tienen que pasar los jóvenes de muchas otras culturas: asisten a escuelas atestadas donde su única compañía es, básicamente, la de otros jóvenes. Luego llegan a casa y la encuentran vacía, pues sus padres están trabajando. Además, sus parientes viven lejos. ¿Quién les queda? Sus compañeros de escuela.* ¿Percibe el peligro? Y no crea que hace falta caer entre malos amigos para meterse en problemas. Las investigaciones han demostrado que incluso jóvenes ejemplares tienden a actuar irresponsablemente cuando no hay adultos cerca.
Una sociedad que no segregaba a los jóvenes era la del antiguo Israel.' Por citar un caso, la Biblia habla de Uzías, quien fue coronado rey de Judá siendo un adolescente. ¿Cómo logró cumplir con tan pesado deber? En parte, gracias a la influencia de un adulto llamado Zacarías. La Biblia dice que él  lo "instruía en el temor del Dios verdadero" (2 Crónicas 26:5).
¿Tiene su hijo adolescente uno o más mentores adultos que compartan los valores de usted? No se ponga celoso; ellos son una influencia positiva para él. Un proverbio bíblico reza así: "El que está andando con personas sabias se hará sabio" (Proverbios 13:20).

* La industria del entretenimiento ha sabido sacar provecho de la inclinación de los adolescentes a estar con sus iguales y ha perpetuado la idea de que los jóvenes tienen su propio mundo, un mundo que los adultos no comprenden y al que no pueden entrar.
# El término adolescente no tiene equivalente exacto en la Biblia. Por lo visto, tanto en Israel como en la congregación cristiana los jóvenes se integraban en la vida adulta a una edad enor de la que es común hoy día en muchas culturas. 




3 EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD
En algunos países está prohibido que los jóvenes trabajen más de cierta cantidad de horas a la semana y que desempeñen determinados trabajos. La idea es protegerlos de las condiciones laborales peligrosas, una de las consecuencias de la revolución industrial de los siglos xviii y xix. 
Las tareas productivas preparan a los adolescentes para ser adultos responsables
Aunque las leyes sobre trabajo infantil protegen a muchos jóvenes de peligros y abusos, algunos especialistas afirman que también les impiden adquirir un sentido de responsabilidad. Según el libro Escaping the Endless Adolescence (Cómo escapar de la eterna
adolescencia), el resultado ha sido que muchos adolescentes de hoy manifiestan una "actitud arrogante y exigente; es casi como si sintieran que merecen tenerlo todo sin hacer nada". Los autores señalan que esa actitud es "la respuesta natural a un mundo que está mucho más orientado a entretenerlos que a esperar algo de ellos".














"NO HUBIERA PODIDO PEDIR MEJORES PADRES"
Con sus palabras y ejemplo, los padres Saben bien que al llegar a la mayoría de edad, cada uno de ellos tendrá que decidir qué valores seguirá en su vida.
Aislyn, de 18 años, decidió conservar los valores con los que fue criada. "Para mí —menciona—, la religión no es algo de una vez a la semana; es mi vida. Afecta todo lo que hago y cada decisión que tomo: desde los amigos que tengo hasta las clases que elijo y los libros que leo."
Ella agradece muchísimo la crianza que recibió de sus padres cristianos. Dice: "No hubiera podido pedir mejores padres. Me siento muy afortunada de que hayan infundido en mí el deseo de ser siempre  una fuerza guiadora para mí mientras yo viva".
En agudo contraste, la Biblia habla de jóvenes que asumieron importantes responsabilidades. Veamos el ejemplo de Timoteo, quien al parecer era adolescente cuando conoció al apóstol Pablo, un hombre que ejerció una influencia decisiva en él. En cierta ocasión, Pablo le dio este consejo: "[Aviva] cual fuego el don de Dios que está en ti"; en otras palabras: "Pon todo tu corazón en la obra que se te ha encomendado" (2 Timoteo 1:6). El joven se marchó de casa con alrededor de 20 años y viajó junto al apóstol, ayudándolo a formar congregaciones y fortalecer a los hermanos. Al cabo de unos diez años juntos, Pablo pudo decir lo siguiente a los cristianos de Filipos: "No tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes" (Filipenses 2:20).
Con frecuencia, los adolescentes desean asumir obligaciones, sobre todo si sienten que pueden aportar algo a los demás. Esto no solo los prepara para ser adultos responsables en el futuro, sino que les permite dar lo mejor de sí en el presente.
La adaptación al nuevo clima
Como mencionamos al inicio de este artículo, el "clima" ha cambiado ahora que su hijo es adolescente. Pero tenga la seguridad de que logrará adaptarse, tal como lo hizo en las etapas anteriores.
Vea la adolescencia de su hijo como una oportunidad para 1) ayudarlo a desarrollar su capacidad para pensar, 2) ofrecerle la guía de un adulto y 3) infundir en él un sentido de responsabilidad. Si aprovecha la oportunidad, preparará bien a su hijo para la vida adulta.




HABLAN LOS PADRES
La adolescencia presenta retos completamente nuevos para muchos padres. Pero debe saber que esta etapa es tan confusa para su hijo como lo es para usted. ¿Qué puede hacer para ayudarlo a salir airoso de ella? Lea lo que han expresado algunos padres de diferentes partes del mundo.

LA COMUNICACIÓN
"A veces, mi hija levanta una muralla defensiva o piensa que me la paso criticándola. Entonces tengo que recordarle que la quiero, que estamos en el mismo equipo y que soy su fan número uno." (Lisa, Estados Unidos.)
"De pequeños, mis hijos me lo contaban todo. Era muy fácil hacer que se expresaran. Ahora tengo que ser más comprensiva y mostrarles que respeto su individualidad. Solo así consigo que me abran su corazón." (Nan-hi, Corea.)
"No basta con prohibirle algo a un adolescente. Hay que razonar con él y tratar de llegar a su corazón conversando. Pero para
lograrlo, uno debe estar dispuesto a escuchar lo que él tiene que decir, incluso si es algo que uno preferiría no escuchar." (Dalila, Brasil.)
"Cuando tengo que llamarle la atención a mi hija, trato de que sea en privado, no delante de los demás." (Edna, Nigeria.)
"A veces, cuando mi hijo y yo estamos platicando, me empiezo a distraer con quehaceres de la casa y no le doy toda mi atención. Sé que él se da cuenta y pienso que es en parte por eso que no habla mucho conmigo. Necesito hacerle más caso cuando me habla para que no deje de expresarse." (Míriam, México.)

LOS CAMBIOS
"De niño, mi hijo aceptaba sin quejarse todos mis consejos: pero cuando se hizo adolescente, empezó a cuestionar mi autoridad. No solo discutía lo que le decía, sino también mi manera de decírselo." (Frank, Canadá.)
"Mi hijo ya no habla tanto como antes. Ahora tengo que preguntarle qué piensa en vez de esperar que venga y me lo cuente. Además, la respuesta no sale de inmediato; llega, pero tarda en llegar." (Francis, Australia.)
 "La paciencia es primordial. Aunque hay veces que uno quisiera gritarles a los hijos, siempre es mejor calmarse y conversar con ellos." (Felicia, Estados Unidos.)
Los padres pueden conceder cierto grado de independencia a sus hijos, pero también deben fijar límites razonables
LA INDEPENDENCIA
"Siempre me había dado miedo darles más independencia a mis hijos, y he de reconocer que eso ha sido una fuente de conflictos. Así que decidí hablar francamente del tema con ellos. Les expliqué cuáles eran mis temores, y ellos me dijeron por qué querían más libertad. Al final logramos acordar que ellos la obtendrían, pero con límites razonables." (Edwin, Ghana.)
"Mi hijo quería una moto. Me pareció tan descabellada la idea que me puse a regañarlo y a señalarle todos los peligros sin permitirle siquiera explicarse. Pero lo único que logré fue que se enojara y se empeñara más en conseguirla. Así que intenté una estrategia distinta. Le pedí que analizara el asunto desde todos los ángulos: los riesgos, el costo, los requisitos para obtener y conservar una licencia... También le dije que hablara con algunos cristianos maduros de la congregación. Me di cuenta de que si quería llegar a su corazón, no podía ser intransigente, sino que debía animarlo a expresar abiertamente sus deseos." (Hye-young, Corea.)
"Les pusimos límites a nuestros hijos, pero también empezamos a concederles mayor libertad. Cuanto mejor la usaban, más recibían. Les ofrecimos muchas oportunidades para ganársela y les aclaramos que nuestro deseo era que la obtuvieran. Eso sí, cuando abusaban de nuestra confianza, no los dejábamos salirse con la suya." (Dorothée, Francia.)
"Aunque nunca rebajé mis normas, les hacía concesiones a mis hijos cuando se portaban bien; por ejemplo, a veces los dejaba llegar a casa más tarde de lo habitual. Ahora, si llegaban tarde sin permiso en más de una ocasión, tenían que pagar las consecuencias." (II-hyun, Corea.)
"Mientras más responsable y cumplidor es un empleado, más consideraciones tiene con él su jefe. Del mismo modo, mi hijo sabe que mientras más obediente y responsable sea, más independencia irá obteniendo. Pero también sabe que así como un empleado es sancionado por no cumplir con sus obligaciones, él puede perder lo que ha ganado si no actúa responsablemente." (Ramón, México.)

"Ser padre de un adolescente
es una magnífica experiencia"

Joseph: Mis dos hijas mayores son adolescentes. Para mí es muy importante escucharlas y reconocer que tienen su propio punto de vista. Algo que me ayuda a mantener abiertas las líneas de comunicación es aceptar con humildad mis fallos y hablarles con respeto. En resumidas cuentas, yo diría que ser padre de un adolescente es una magnífica experiencia gracias a la guía de la Biblia, la Palabra de Dios.
Lisa: Noté que cuando nuestra hija mayor llegó a la adolescencia comenzó a necesitar aún más de mi atención. Recuerdo que pasaba mucho tiempo escuchándola, hablan dole y tranquilizándola. Mi esposo y yo les hemos dicho a las niñas que pueden expresarse libremente y que respetaremos sus sentimientos. Siempre intento seguir el consejo de Santiago 1:19 de ser "presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar".
Victoria: Mi madre es mi mejor amiga. No conozco a nadie más dulce y comprensivo que ella; y así es con todo el mundo. No puedo pensar en una mejor palabra para describirla que auténtica. Nadie podría reemplazarla.
Olivia: Mi padre es cariñoso y generoso. Siempre se ofrece a ayudar a los demás, incluso
La familia Camera: Joseph, Lisa, Victoria, Olivia e lsabella
cuando nosotros mismos no tenemos mucho. Es un hombre serio, pero también puede ser superdivertido. Es un padre muy especial, ¡y me encanta que sea mío!

"No tenemos tiempo para aburrirnos"


Sonny: Si las niñas tienen algún problema, nos sentamos con ellas y lo hablamos. Siempre somos sinceros unos con otros y usamos los principios bíblicos para tomar decisiones. Inés y yo procuramos que las niñas tengan amigos que sean espirituales. Sus amigos son nuestros amigos, y los nuestros son los de ellas.
Inés: Siempre estamos ocupados y hacemos muchas cosas juntos.  trabaja mos como voluntarios en labores de socorro y demás. Claro, también pasamos tiempo en actividades recreativas. En realidad, no tenemos tiempo para aburrirnos.
Kellsie: Mi padre sabe escuchar; además nos consulta a las tres antes de tomar decisiones importantes. Mi madre siempre me dice que sí cuando necesito su ayuda o cuando simplemente quiero hablar.
Samantha: Mi madre me hace sentir muy especial, muy querida y muy importante, aun  sin darse cuenta. Me escucha y se preocupa por mí. No cambiaría su amistad por nada.



QUÉ le gustaría que su hijo llegara a ser el día de mañana?
A. Una copia al carbón suya.
B. Un rebelde empeñado en ser todo lo opuesto a usted.
C. Un adulto responsable que tome buenas decisiones.
Algunos padres que eligen la opción C actúan como si prefirieran la A. Tratan de imponer sus valores en sus hijos adolescentes diciéndoles, por ejemplo, qué carrera seguir. ¿Con qué resultado? Tan pronto como estos obtienen cierto grado de independencia, huyen en la dirección opuesta. Otros padres, irónicamente, siembran la opción A y terminan cosechando la opción B.
Por qué no funciona tratar de controlarlo todo
Si quiere que su hijo llegue a ser un adulto responsable que tome buenas decisiones, ¿qué ha de hacer? Algo fundamental es evitar el impulso de controlarlo todo. Veamos por qué.
1. Querer controlarlo todo no tiene apoyo bíblico. Jesús creó al hombre con la libertad de elegir. Él nos permite decidir qué camino tomaremos en la vida, sea o no el acertado. Por ejemplo, cuando Caín empezó a albergar odio asesino contra su hermano Abel, Jesús le advirtió: "Si te diriges a hacer lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento? Pero si no te diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la entrada, y su deseo vehemente es por ti; y tú, por tu parte, ¿lograrás el dominio sobre él?" (Génesis 4:7).
Cabe notar que aunque Jesús le dio un franco consejo a Caín, no lo obligó a seguirlo. Le correspondía a él decidir si iba o no a dominar su odio. ¿Cuál es la lección? Si Jesús no intenta conseguir obediencia de sus criaturas inteligentes controlándolas en todo, tampoco deberían los padres intentarlo con sus hijos adolescentes.*
2. Querer controlarlo todo suele ser contraproducente. Imagínese que está tratando con un vendedor insistente. ¿Verdad que cuanto más lo presiona él, más resistencia ofrece usted? Y no es que no necesite el producto, sino que los modales del vendedor le quitan las ganas de comprarlo. Lo que quiere es salir huyendo.
Algo parecido podría ocurrir si intenta imponer sus valores, creencias y metas en su hijo adolescente. ¿Cree que las "comprará"? ¡Difícilmente! De hecho, podría provocar exactamente el efecto contrario: que sus normas le resulten desagradables. No es raro que fracasen los intentos de los padres por controlarlo todo. Entonces, ¿qué hacer?
En lugar de controlar todo aspecto de la vida de su hijo e imponerle sus valores, como cuando era más pequeño, ayúdelo a entender por qué es mejor hacer las cosas bien. Por ejemplo, si usted es cristiano, expliquele los beneficios que obtendrá a largo plazo si acata las normas divinas (Isaías 48:17, 18).
No olvide dar el ejemplo. Sea el tipo de persona que le gustaría que su hijo fuera ( 1 Corintios 11:1). Que no haya duda de los principios que lo rigen a usted (Proverbios 4:11).




¿Qué le gustaría que su hijo llegara a ser?

Una copia al carbón
Un rebelde
Un adulto responsable

Si su hijo llega a amar a Dios y sus normas, no hará falta que usted esté presente para que él tome decisiones acertadas (Salmo 119:97; Filipenses 2:12).
Enséñele habilidades prácticas
Como se mencionó en la página 2 de esta revista, llegará el día —tal vez más pronto de lo que usted quisiera— en que su hijo "dejará a su padre y a su madre" (Génesis 2:24). Sin duda, querrá asegurarse de que él cuente con las habilidades necesarias para ser un adulto independiente. ¿Cuáles son algunas de las aptitudes que puede ayudarle a cultivar mientras todavía está en casa?
Habilidades domésticas. ¿Sabe cocinar su hijo? ¿Sabe lavar y planchar, conservar limpio y ordenado su cuarto, dar mantenimiento al auto y hacerle reparaciones básicas? Estas habilidades le serán útiles cuando le llegue el momento de formar su propio hogar. El apóstol Pablo dijo: "Ustedes mismos saben que estas manos han atendido a las necesidades mías" (Hechos 20:34).
Habilidades sociales (Santiago 3:17). ¿Se lleva su hijo bien con la gente? ¿Sabe zanJar desacuerdos de manera amigable? ¿Le ha Enseñado a tratar con respeto a los demás y  a resolver pacíficamente los conflictos? (Efesios 4:29, 31, 32.) La Biblia manda: "Honren a hombres de toda clase" (1 Pedro 2:17).
Administración del dinero (Lucas 14:28). ¿Puede hacer que su hijo aprenda un oficio? ¿Le ha enseñado a manejar un presupuesto y a no meterse en deudas? ¿Lo ha acostumbrado a evitar las compras impulsivas, a ahorrar para comprar algo que necesite y a conformarse con lo básico? (Proverbios 22:7.) Pablo dijo: "Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas" (1 Timoteo 6:8).
Si su hijo ha aprendido a guiarse por valores elevados y posee habilidades prácticas, podría decirse que está preparado para la edad adulta. ¡Ha cumplido usted su objetivo! (Proverbios 23:24.)
¿SE LO HA PREGUNTADO?
41 ¿Cuál debe ser su objetivo como padre? (Hebreos 5:14.)
¿Qué responsabilidad recaerá sobre su hijo cuando llegue a adulto? (Josué 24:15.)

EL TEMA PODRIA SER INTERMINABLE PERO LO QUE PRETENDO ES LANZAR UN MENSAJE DE QUE TODOS TENEMOS LA MISMA CAPACIDAD DE ESFORZARNOS TANTO PADRES COMO HIJOS EN BUSCAR UN ESTADO QUE NOS HAGA SENTIR CÓMODOS Y RECONFORTADOS O AL MENOS SATISFECHOS COMO PERSONAS QUE SOMOS Y BUSCAR QUE NUESTRA CONVIVENCIA SEA LO MÁS DIGNA POSIBLE



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