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jueves, 20 de agosto de 2015

MUNDO YORUBA: SOCIEDAD EGUNGUN Y ADIMU-ORISHA














Egungun y Adimu Orisa

La creencia en la existencia de los espíritus de antepasados difuntos y otras personas entre los yorubas no es en ninguna parte ilustrada mejor que en el caso del culto a Egungun y el del culto a Adimu-Orisa que será descrito más tarde.
El culto de Oro, Eluku o Agemo es la de un espíritu único. El culto Egungun es la de numerosos espíritus que pueden aparecer en cualquier momento y especialmente en importantes ocasiones.
El sentimiento que impulsa a la adoración a las deidades de los espíritus descritos arriba es principalmente el del miedo, los principales sentimientos en el caso de Egungun son los de afecto y reverencia. El sentimiento dominante es el de afecto para los difuntos, y la aparición de sus espíritus en la forma materializada de Egunguns es una demostración de la indisoluble unión existente entre los miembros vivos y muertos de la comunidad.


Un Egungun está considerado por lo tanto, como una personificación del espíritu de una persona muerta que vuelve del cielo o de algunos rincones de la tierra en otra dimensión para visitar a su gente. De aquí se le llama un Ara-Orun' (un ciudadano del cielo). Aparece en la forma de un hombre completamente cubierto de la cabeza a los pies con el traje conocido como 'Ago', con una apertura hecha en la parte que cubre el rostro que le permite ver el mundo exterior. El traje puede ser hecho con telas o hierbas del país. Distinguidos egunguns llevan una máscara de madera. Ninguna parte del cuerpo de Egungun tiene que estar visible.



Un Egungun puede aparecer en cualquier momento. Puede hacerlo o bien solo, o acompañado solamente por una o dos personas conocidas como 'Atokun' (escolta). Cuando van por la calle, él lleva un látigo flexible y habla con voz de ventrílocuo, dando por eso la impresión de que es un auténtico `Ara-Orun'. Todos evitan escrupulosamente tocar sus ropas. Aquellos que son adoradores de Egungun se inclinan o arrodillan cuando él se aproxima. Otros le ofrecen regalos.


Pueden aparecer pequeñas compañías de egunguns. Desfilan por las calles de la misma forma que el Egungun solo, y reciben homenaje y regalos de la misma manera.
En algunas ciudades, los egunguns se constituyen en asociaciones. En cada asociación hay un jefe Egungun. El número de miembros puede ser grande o pequeño, pero todos ellos deben obediencia a su jefe. Cada jefe Egungun tiene un título. Algunos de los títulos llevados por jefes Egungun son: Egungun Ajolojo, Egungun Ajofoyinbo, Egungun Oye, Egungun Oya.
De todos los Egungun, Oya es el más temido. Cuando él aparece, va acompañado por un gran grupo de `Atokuns' o séquito y de hombres mayores llevando látigos. Al frente de los Egungun va un grupo de mujeres que van vestidas hasta la cintura, quedando el resto desnudo. El Oya lleva un traje más completo y pintoresco que los demás egunguns. Lleva una máscara que le da una apariencia misteriosa.
Se supone que Egungun Oya ha sido importado del Distrito Níger. Oya es el nombre de la diosa del Níger, y Egungun Oya es considerado como la forma encarnada del espíritu de la diosa que toma la forma de un hombre. De aquí que la aparición de Egungun es anunciada por un grupo de mujeres, y por lo que a las mujeres se les permite completamente tomar parte en el desfile.
Ninguna asociación puede celebrar un juego Egungun en una ciudad sin el permiso del jefe Egungun de la misma.
Egungun exige el poder de metamorfosearse en animales y de cambiar el sexo. Una exhibición de este poder se supone que se hace cuando hay una representación Egungun.
Se dice en la historia que un egun, sin el permiso del jefe Egungun de la ciudad, se metamorfoseó él mismo en un cocodrilo. Se dice que por medio de encantamiento, el ofendido Egungun impidió al metamorfoseado egun retornar a su forma humana y lo obligó a echarse dentro de un estanque, y hasta que no diera debido aplacamiento a la ofensa que se le había hecho no se le permitía salir del estanque y recobrar su forma humana original. Puede admitirse que mediante el uso de magia negra, el ofendido Egungun puede encantar a su ofensor. Pero que una verdadera metamorfosis tenga lugar es increíble, en vista del hecho de que durante un período de más de treinta años ni el autor, ni ninguna persona de confianza con la que él ha tratado del tema, ha sido testigo de ningún caso de verdadera metamorfosis o encontrarse con nadie que haya visto nada diferente del disfraz o mascarada descrita arriba.



Muchas tribus todavía conservan una fiesta Egungun anual en Junio de cada año. En Oyo y Awe, donde la adoración Egungun está muy protegida, la fiesta es observada escrupulosamente. Aparecen gran número de Egunguns, y toda la ciudad está en fiesta. Hay desfiles y juegos que duran siete días. La fiesta ha sido descrita correctamente como el festival yoruba "todo almas", aunque es, en cierto sentido, un festival de luto por el muerto, es una fiesta alegre porque da una firme seguridad de que los espíritus del muerto están vivos y son capaces de manifestarse en forma de Egunguns.
Los Egunguns generalmente representan  ceremonias en relación con exequias fúnebres.
Estas ceremonias serán descritas más adelante.




ORIGEN HISTÓRICO
El origen histórico del culto a Egungun es fácil de encontrar. Primero de todo, debería señalarse que la traducción de la palabra como `hueso' o 'esqueleto' es errónea. El error es debido a un imperfecto conocimiento de la lengua. La palabra yoruba para un 'hueso' es `egungun' o 'egun'; no hay acento en las vocales de la primera, pues todas ellas son vocales de medio tono; el circunflejo de la primera vocal de la segunda palabra (egun), demuestra que la primera sílaba es una forma contraída de la primera.
La palabra para 'embaucador' es `egúngún', la primera vocal es una vocal de medio tono, y las dos restantes son vocales de alto tono; de aquí los acentos situados sobre ellas. La palabra por lo tanto difiere completamente de `egun-gun', que significa 'hueso'.
Para poder explicar el origen de la palabra es necesario separar las partes de que se compone, así `e-gu(n)-gu(n)'. 'E' es la vocal inicial que requieren todos los nombres yoruba, `gu' es una forma modificada de `Khu', la antigua palabra egipcia para 'espíritu luminoso'. `Gu(n)-gu(n)' es por lo tanto, una repetición de la palabra que denota pluralidad o perfección. Igualmente, la palabra `i-ku-ku' se aplica a 'cubrirse de niebla' porque ella corresponde, en consideración a su pureza e insustancialidad, a la idea yoruba de espíritu. Ello es probable porque la palabra 'ku-ku' es usada ya en este sentido y que la palabra para `espíritu encarnado' es modificada a `e-gu(n)-gu(n)' (una palabra que de acuerdo.........con su derivación dada más arriba significa `espíritus').
El culto Egungun es por lo tanto la supervivencia, en una forma práctica, de la fusión de las creencias del Antiguo Egipto que después de la muerte, las personas honradas se convierten en espíritus luminosos (Khu) y que sus 'kas' los cuerpos luminosos de las almas', son capaces de trasladarse y de asumir formas humanas.
En la diáspora latinoamericana Yoruba veneramos a los antepasados (espíritus de los difuntos) utilizando el adjetivo para ellos de Egun (hueso), en el anterior contexto quisimos explicar las raíces Yorubas de la adoración a los antepasados, que son en gran parte la que nosotros heredamos pero por supuesto llegamos a adaptar a nuestros países de origen, haciendo cambios bruscos positivos en la mecánica de la adoración. Pero siempre con el mismo fin "La veneración y adoración a los espíritus ancestrales de los antepasados", con el único fin de que estos, que están en un plano mas cercano a los seres humanos permitan el buen fluido de nuestra adoración a los Orisas.


ADIMUORISA:
El culto de Adimuorisa o Adamu-orisa está relacionado con exequias fúnebres. Un corto tiempo después del entierro de un miembro jefe de una ciudad, un festival Adimuorisa es preparado en su honor. La celebración del festival es caro, y por lo tanto, tiene lugar en las raras ocasiones en que la familia de la persona fallecida puede permitirse el coste de los ritos y ceremonias que trae consigo.
El culto es característico de los Aworis, que viven cerca de la costa. Se parece al de los Egungun en que afecta a la aparición de espíritus en formas encarnadas, pero se diferencia de él en que los miembros de la asociación no pueden aparecer en cualquier momento como las mascaradas, excepto en ocasiones de festivales.
Un festival de Adimuorisa se celebra del modo siguiente: se hace una proclamación de que será celebrado un festival Adimuorisa en honor de una persona fallecida de la que se da el nombre y se anuncia la fecha del festival. Unos pocos días después, se prohibe a la gente el salir durante una cierta noche. Cualquier persona capturada en dicha noche será utilizada para el festival. En tiempos antiguos, algunas de las personas así capturadas eran sacrificadas como aplacamiento de los orisas para asegurarse el éxito en la celebración del festival. Una de ellas es reservada para hacer el papel de Adimuorisa.




Tres días antes del festival, el cuerpo ejecutivo de la asociación se reúnen privadamente en Agodo (la casa de reunión del culto) y llevan a cabo algunos ritos y ceremonias secretas. Una contraseña secreta es acordada, y esta es comunicada a todos los miembros iniciados de la asociación, que es usada en el festival. Se inflige un severo castigo a cualquiera que acuda al festival disfrazado sin conocer la contraseña. En tiempos antiguos se solía aplicar la pena de muerte.
Dos días antes de la fiesta, el tronco de un platanero o el tronco de un pequeño árbol es envuelto como una momia y es vestido con ropas caras y otros adornos, después, es guardado en Agodo o en el Iga (palacio o casa grande) de uno de los jefes. Se supone que esta momia representa al cuerpo de la persona muerta en cuyo honor se celebra el festival. Cuando la momia ha sido guardada adecuadamente, es custodiada por algunos de los principales miembros del culto. El tamborileo sigue alegremente y la multitud se reúne para ver la momia ricamente cargada con joyas decorativas. Se sirven refrescos en los lugares limítrofes a Agodo o Iga. El gasto de la momia y los refrescos deben estar al cargo de la familia de la persona fallecida.



En las primeras horas del día del festival empiezan a aparecer espíritus encarnados en formas diversas. La mayoría de los espíritus aparecen como Eyos. El traje de un `eyo' no es de una pieza. Consta de una gran bata larga (Agbada), cosida a la moda nativa, con unas mangas anchas y muy largas, un velo largo blanco y un sombrero de ala ancha, también una pieza de fuerte tela con la que roza la tierra. Es llevada también, una varita especial (blanca), conocida como `opabata'. A veces es usado un velo coloreado, pero el color usado generalmente es el blanco.
El Aropale debe cubrir enteramente los pies de Eyo y arrastrar detrás de él con una longitud no inferior a los dos pies. Algunos `aropales' tienen una longitud de alrededor de los diez pies. La varita es llamada `opabata', y está hecha de la parte ancha de una hoja larga de palmera.
Los `eyos' aparecen solos o en compañía. Cuando desfilan por las calles se dirigen a los caminantes con una voz de ventrílocuo de la siguiente forma: "1-ha-ha! 1-ha-ha!! 1-ha-ha!!! Eserukeru. O se mi tibalaka tibalaka. O se mi tiboloko tiboloko. I-ha-ha!!!" "Hal-lo! Hal-lo!! Hal-lo!!! que significa, No hay motivo para el miedo. Me apetece bailar de esta manera. Me apetece bailar de esta manera. H-a-l-l-o-o-o!".



Los espectadores generalmente replican diciendo: "A-gogoro Eyo! Mo yo fun e mo yo fun ara mi" que significa, "Qué alto o imponente Eyo! Yo te felicito, yo me congratulo", esto es, el tener la buena suerte de participar o ser testigo del festival.
Algunos de los importantes espíritus aparecen con la forma de Agere (zancudo), Oniko (un enmascarado cuyo traje está hecho con juncos), Ologede (un enmascarado cuyo traje está hecho con hojas de plátano). Cada uno de ellos es escoltado por un número de ‘eyos' que varía de treinta a cien. Cada conjunto de escolta lleva un sombrero distintivo con una adecuada insignia.

El espíritu más importante es Adimu. Está vestido de la cabeza a los pies con ropas nativas y lleva una máscara de lana con una sobresaliente pero detallada nariz. De aquí que es llamado `Adimu Orisa' el Orisa con detalladas narices'. A veces la nariz está abierta y entonces es llamado `Adamu Orisa' `el Orisa con las narices abiertas' (`Adamu Orisa' no significa 'nosotros confundimos los Orisas', ésta errónea traducción es debida a un conocimiento imperfecto de la lengua).

No hay ninguna apertura delante de su cara, y por lo tanto no puede trasladarse fácilmente. Tiene que ser conducido por un número de viejos miembros del culto que no están disfrazados. También está escoltado por un gran contingente de Eyos, a veces en número superior a doscientos que corren arriba y abajo por delante y por detrás de él, evitando que cualquiera de los no iniciados se aproxime demasiado a él. Incluso los otros `eyos´ y espíritus tienen que alejarse cuando él se acerca. Se le atribuyen poderes sobrenaturales para castigar a aquellos que le insultan o faltan al respeto.
Adimu es que preside el entierro en el festival. Es también conocido como O-gu(n)-ra(n). Antiguamente el Adimu y el Ogunran eran dos espíritus encarnados diferentes y según la tradición, los dos acostumbraban a aparecer en las ocasiones de festivales Adamu-Orisa. Actualmente los dos vocablos son aplicados al mismo disfraz. Hay alguna gente, sin embargo, que creen que deben ser considerados distintos.
Dibujos con los colores rojo y blanco son hechos en la máscara llevada por el Adimu. Temprano, el día del festival, el Adimu, después de que los sacrificios hayan sido hechos, va primero a Oju Elegba y ejecuta algunas ceremonias. Luego va al Igba, donde la momia es depositada y se lamenta de la muerte del difunto. Después se retira al Agodo. Más tarde, se une al desfile de las calles como los otros espíritus encarnados, al final del día él vuelve al `agodo'.
El Adimu es el primer espíritu encarnado en aparecer por las calles. Ningún otro disfraz debe precederle. La pena de muerte era impuesta siempre por el infringimiento de esta regla en tiempos antiguos.
Durante todo el día del festival, el respeto más grande, equivalente a honor divino, es mantenido por todos hacia el Adimu. Incluso el Oba (rey o jefe supremo), que debe ser un `eyo' en ese día, debe mantener gran respeto hacia él. después del festival vuelve a su posición de persona corriente, y se ha dicho que como resultado de las ceremonias que el ha tenido que sufrir antes del festival, se convertirá en un idiota o bien morirá dentro de pocos días.
El sacerdocio relacionado con el culto, es sacado del Akarigbere y Idejo jefes de Lagos. Los sacerdotes están siempre ligeramente vestidos y afeitados pulcramente.
Los Eyos y otros disfraces son a veces escoltados por grandes comitivas. Su sus seguidores son jefes, deben ir desnudos de la espalda hacia arriba. Otros seguidores no deben llevar tocado. Antiguamente, todos aquellos que se encuentran con un `eyo' tienen que quitarse los sombreros y a aquellos que no lo hacían eran golpeados sin misericordia. Esta exigencia de obligado homenaje ha sido modificada grandemente, debido a la introducción de la civilización y a la presencia de gran número de no nativos en la población. Sin embargo, se requiere respeto para el Adimu, y la discreción es la norma para los escoltas Eyos con algunas excepciones.
A veces el festival se celebra por la noche, como el festival 'Eluku'. Los enmascarados son entonces conocidos como 'Eyo Oru' `Eyos de la noche'. El festival nocturno no es menos elaborado o popular.


ORIGEN HISTÓRICO
Es el mismo que el del culto Egungun. La palabra `eyo' procede de la palabra 'ye', que significa 'vivir', 'existir'. `Eyo' significa por tanto 'los que viven o los espíritus vivos'.
El propósito de la aparición de los Eyos en relación con el culto de Adamu Orisa, sin embargo, parece ser el conceder una ceremonial bienvenida a la vuelta del espíritu del muerto al espíritu de toda la familia.
Los siguientes puntos, referidos especialmente al culto de Adamu-Orisa, deberían también ser señalados:
1. El respeto debido al Adimu, sin tener en cuenta la clase o la posición, e incluso por el Oba (rey o jefe supremo). Esto sugiere fuertemente que el festival Adimu es, en algunos aspectos, una supervivencia del festival del rey Mock del Antiguo Egipto, que es así descrito por Klunzinger:
"Un festival popular muy antiguo es el de este rey Mock (falso), que pervivió en el Alto Egipto hasta el siglo pasado. Un ¿¿¿FELLAH??? Era vestido con una falsa barba, llevando un largo cetro. Durante su día, todos le obedecían, incluso el gobernador le cedía el paso, hasta que al fin el traje era destrozado y los restos del poder concluidos".
2.   La misma palabra Adimu, que es una supervivencia de 'Atumu' o 'Adumu', el nombre de un dios egipcio muy conocido. Debería observarse que la letra 't' es cambiada a menudo; 'd', `i' y 'u' son , con frecuencia, sustituidas una por otra por los escritores egipcios.
La razón del honor divino que se da a Adimu resulta, por lo tanto, obvio.
`Atumu' o `Adumu' era uno de los dioses más venerados del Antiguo Egipto. Siempre era pintado en forma de hombre.
El otro nombre de Adimu, esto es, O-gu-ra(n) es digno de mención. `Gu' es una modificación de `Khu', y `Ra' es el nombre del dios-sol egipcio, O-gu-ra(n), por lo tanto, significa 'el alma de Ra'.
Ahora bien, en el Antiguo Egipto, Atamu era un dios-sol. Según el profesor Maspero , "El sol que existía antes del mundo, ellos (los egipcios) lo llamaban 'Creador' (`Tumu', `Atumu'). En la teología de Helliópolis, `Atumu' y `Ra' eran identificados bajo un único nombre de `Atumu-Ra'; que es el dios-sol pre-mundano y eterno. Por lo tanto, no es sorprendente que la palabra `Oguran', 'el alma de Ra', sea usada por los yorubas como nombre alternativo de Adimu. El uso de la palabra es una indicación más del origen egipcio del culto.
Puede añadirse aquí que Atumu o Adumu permanece no sólo entre los yorubas, sino también entre otras tribus de África Occidental. Por ejemplo, una importante deidad entre los Ijawos es conocida como `Adumu'.







miércoles, 19 de agosto de 2015

MULTIMEDIA: ORIKI A EGUNGUN

EGUNGUN O EGUN: DIVINIDAD DE LOS ANTEPASADOS?



EGUNGUN O EGUN: DIVINIDAD DE LOS ANTEPASADOS.
Debemos aclarar que Egungun o Egun es una
divinidad u Orisha, como Shangó, Oshün, Olokun y no la muerte como muchos piensan.
Este Orisha, conocido como el espíritu de los antepasados, los padres difuntos, el muerto, mojiganga o gungajingue y Ara Orun, el ciudadano del Cielo.


El espíritu de los antepasados se materializa en Egun. Este es la encarnación de los espíritus en una persona muerta de quien se cree que ha venido de Orun (el mundo espiritual) a visitar a sus hijos; de aquí que se le llame Ara Orun ( El ciudadano del Cielo) En esta forma materializada, el Egun se viste de Ago, una ropa o vestuario hecho de telas de diferentes colores y que se cose de manera tal que cubre a la persona de la cabeza a los pies, ninguna parte del cuerpo de Egun puede ser visible. Este se pone unos zapatos improvisados que le cubren los pies y un velo de malta en la cara para facilitarle la visión, pero también pará ocultar su identidad. Se le atribuye, además, un tambor característico, el aberón (machete utilizado en los sacrificios) y Alapata y Alate Orun ( símbolo del culto Egun) El Egun habla con voz gutural.

Muchos Egun utilizan diferentes máscaras o amuletos que se han puesto negros debido a la gran cantidad de años que han estado en contacto con la sangre de sacrificios. Se cree que la persona viva que se pone el traje de Egun de la familia (Ago) también adquiere los poderes espirituales de los antepasados que representa.
En esta forma materializada, el Egun puede hablarle a los vivos y rogar por ellos. iA él se le rinde todo el honor y respeto que se le debe rendir a tan majestuoso visitante del Cielo! A las mujeres y a los iniciados les está prohibido acercársele y los hombres que se le enfrentan deberán quitarse el sombrero y los zapatos, y postrarse. En días pasados, tocar el Egun significaba la muerte para los no iniciados.



El espíritu de un antepasado en particular, puede invocarse para que asuma una forma material, aparezca solo, y le hable a los hijos vivos y a las viudas, dándole la seguridad de la atención espiritual y las bendiciones que ellos deseen. En ocasiones festivas, se puede llamar a los espíritus de todos los antepasados, y entonces verán muchos Egun en las calles de las ciudades, pueblos y aldeas, que pasan de una casa a otra y de una a otra calle, bendiciendo a los vivos y recibiendo ofrendas. Esta fiesta anual de los Egun puede muy bien describirse como la fiesta de "todos los difuntos" de los Yorubas.



En las calles aparecen diferentes tipos de Egun, incluyendo el Egun Mayor, el Egun Travieso, los hijos del Egun y el Egun Alago, el cual lleva puesto el "sudario" de una familia en particular. Estos reciben los regalos de las personas y, a cambio, lo bendicen. Esta fiesta anual en honor a los antepasados es, en muchos lugares, el acontecimiento más importante del año y señala el inicio de la nueva temporada del ñame ( en algunos sitios la temporada de siembra) Los antepasados que han trabajado tiempo atrás la tierra de modo exitoso, deberán recibir los productos agrícolas antes que cualquier otra persona.

Las ceremonias de la sociedad Egun se realizan entre los meses de mayo y junio en un festival llamado Ikenle, una de las festividades más importantes de la cultura Yoruba y respetada por los demás territorios, debido al poder místico que representa.
Este festival dura ocho días y comienza con ceremoniales secretos en donde sólo participan los sacerdotes de Egun, cuyo máximo representante recibe el nombre de Alagba, quien es asistido por otros de menor rango llamados Alaran, Ejorun y Aken.
Con relación al Egun, se debe mencionar que siempre que en un pueblo o aldea se produzcan calamidades terribles y exista la necesidad de ofrecer un sacrificio propiciatorio, la práctica común es que un Egun lleve el sacrificio prescrito al lugar adecuado en medio de la noche.
La idea que existe con relación a esto, es que los antepasados están cerca de las divinidades (Orishas) por un lado, y de sus hijos vivos por el otro; por eso pueden fácilmente interceder con las divinidades enfadadas en nombre de sus descarriados y arrepentidos hijos.
Para algunas personas, el culto a los antepasados puede parecer burda superstición. Pero esto no es así. La verdad del asunto es que los Yorubas, al igual que otros grupos étnicos africanos, lo utilizaron como un modo de protestar contra la muerte. Este culto responde al rechazo humano de reconocer que con la muerte termina todo, al deseo de sobrevivir, responde a algo que está arraigado en la naturaleza humana.
Nota: Este Orisha prohíbe la ropa roja.
La arboleda sagrada dedicada a su culto en específico se llama Igbo Igbale, Igbo Opa o Igbo Egun ( bosque)
Al Orisha Egun se le ofrecen nueces de kolá, ginebra, carnero,carnera, chivos, chivas, gallos, gallinaS, palomas, aceite de palma, panes fríos de maíz, resupo de frijoles, maíz cocido, vino de palma, pimienta de guinea.
La planta que le corresponde a Egun es conocida vulgarmente como Mar Pacífico, cuyo nombre en Yoruba es Atorí y su nombre científico es hidiseus rosa sinesis. Esta planta se encuentra en cualquier jardín común y su origen es del continente asiático.
Esta flor se emplea en cocimientos con azúcar y goma Arábiga para la tos y la ronquera. Se prepara un refresco para brindar y agasajar a Egun.
Egungun son aquellos espíritus que estan relacionados con nosotros por la sangre y a través de nuestro ascendencia de Orishas. Todos los otros son Araorún. Los Iwin son entidades negativas, usualmente espíritus de personas que han muerto antes de su debido tiempo, por suicidio o a través de la influencia de brujerías o encantamientos.
Aunque no es una práctica ortodoxa, hay Olorishas que rinden homenaje en sus Moyugbas a sus guías espirituales. Esto es un error. Estas entidades son reconocidas en un segmento particular y generalizado de la Moyugba, y no deben ser incluidos entre nuestros Egún porque ellos simplemente no son Egún. Araorún como veremos son reconocidos en la estrofa final del segundo segmento cuando decimos:
Mojuba gbogbo wán olodó araorún, oluwó, iyalosha, babalosha, omó kolagbá Egún mbelése Olodumare
Los Lukumí considera a los ancestros tan importantes y sagrados como los Orishas y merecedores del mismo respeto. En efecto, Los Egun complentan al Orisha como se aclara en el proverbio Ikú lóbi osha, que significa El muerto parió al santo.
En esta etapa en la Moyuga, unos ancestros son llamados para que nos ayuden en la propia ejecución de las ceremoniás y ofrezcan su apoyo y sabiduría para el beneficio de los presentes. Después tenemos que saludar a los devotos de Egungún, cuando rendimos homenaje a aquellos ancestros que acompañan a nuestros primeros iyalorishas -madrinas; babalorishas -padrinos; oyugbona- segunda madrina, la asistente de la iyá o babalorisha en ese orden y despues todos aquellos presentes dentro de la casa.
La tercera parte y final consiste de un rezo a Oloddumare y a todas las otras entidades que llamamos antes para que ellos aseguren el bienestar de los devotos, de su compañera en la vida y de todos aquellos que puedan estar presentes. Los rezos se dicen para que no llegue el daño a ninguno de los presentes y para que no los aflija el infortunio que no este dentro del destino escogido.















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