martes, 28 de julio de 2015

CHANGÓ; REY DEL TRUENO ORICHA DE LA JUSTICIA













Shangó:  Oricha de la justicia ,la danza ,la fuerza viril ,los truenos ,rayos y el fuego. Fue el 4° Alafín (rey) de Oyó ,rey tirano y guerrero ,quien luego de arrepentirse se convirtió en Oricha. Esposo de Obbá ,Oyá y Ochún ,hijo de Obbatalá y Oddúa ,en otros caminos lo sitúan como hijo de Obbatalá y Aggayú Solá y también de Obbatalá Ibaíbo y Yembó ,pero en todos los casos criado por Yemajá y Dadá. Hermano de Dadá ,Oggúm ,Eleggúa ,Ochossi y Osun. Llamado de Yakutá (el lanzador de piedras) y de Obakosso (rey de Kosso). Fue el primer Awó ,que luego cambiara el aché de la adivinación con Orula por la danza ,por esto es muy importante en el culto de Ifá para los Babalawos ,teniendo los babalawos una mano de Ikines llamada mano de Shangó. Uno de los Orichas más importantes de Cuba ,cuando se hace Babaluayé debe comer primero Changó por ser este okanpelúokan (corazón con corazón) de Babaluayé ,siendo este quien lo curara de la pestes. Su mandadero es Bamboché ,su escalavo es Deú y ahijado de Ossain. Dueño también de los tambores Batá ,Wemileres ,Ilú Batá o Bembés. Su nombre proviene del Yorúbá Sangó (revoltoso). Se recibe como Oricha tutelar ,sus otá se deben recoger en las cascadas o ríos y los Orno Changó deben entrar con Aggayú Solá. Su símbolo principal es el Oché ,que es un muñeco tallado en cedro y cuya cabeza tiene un hacha bípeda. Oché con el tiempo es una energía que lleva carga realizada por los Awó y vive con Shangó. Para hacer Shangó debe realizarse con por lo menos 6 días de anticipación al Osha Akua Kua Lerí una ceremonia al pie de un cedro o palma.real. Su receptáculo es una batea de madera ,preferentemente de cedro con tapa ,que se situa arriba de un pilón fuera del canastillero.
Sus atributos principales son 6 (seis) herramientas hechas en cedro ,hachas ,espadas ,rayos ,tambores ,una mano de caracoles ,corona ,copa ,un sable ,maraca de güira ,una maza ,etc. Su número vibratorio es el 6 y sus múltiplos ,aunque algunos le adjudican el 4 ,quizás por su sincretismo religioso con Santa Barbara. Su color de vibración es el rojo y blanco. Sus Elekes se confeccionan alternando cuentas rojas y blancas. Habla en el diloggún por Obbara (6) y por Eyila Sebora (12) ,siendo esta su letra principal. Se le ofrenda amalá ,su comida predilecta ,hecha a base de harina de maíz ,leche y quimbombó ,plátanos verdes ,otí ,platano indio ,vino tinto ,maíz tostado ,cebada ,alpíste ,etc. Se le inmolan carneros ,gallos ,codornices ,jicotea (tortuga de río) ,gallina de
guinea ,palomas ,etc. Sus Ewe son el bledo punzó ,atiponlá ,platanillo de Cuba ,Ceiba ,paraíso ,cedro ,álamo ,baría ,zarzaparilla ,bejuco carey ,bejuco colorado ,almácigo ,camagua ,combustera cimarrona ,caña de azúcar ,cebolla ,caoba ,flamboyán ,guano blanco ,guano prieto ,laurel ,maíz ,palo amargo ,mamey colorado ,palo boma ,hierba jicotea ,piñon ,piñon botija ,quimbombó ,rompesaragüey ,ruda ,tomate ,travesera ,yaya ,palma ,peonía ,hierbabuena ,trébol ,canistel.


Se saluda iKaó Kabiesilé ,Shangó Alufina!
Un rezo de Shangó:
"Shangó Alufina ,Shangó Obakosso Kissi ama Kosí Okuní Burukú
Burukú Kiton lowó Obá
Sokotó Kao Kabiesilé
Babá mí Shangó"
Sus caminos son:
Addima Addima. -Olufina Kake.
Obbará.
-Obbaña.
Eyee.
Alayé o Eluwekon.
Obayá. -Lubbeo.
Obakosso.
Koo Só.
Obbadimeyi.
Omangüerille.
-Oban Yoko.
-Alufina. -Alafi Alafi.
Ebbora.
Lubbe Bara Lubbe.
Ladde o Larí.
Dedina. -Luami.
Deima.
Deizu. -Yakutá. -Bumí.
Tolá.
Obba Bi.
Yumi Kasiero.
Asabeyi. -Oluoso.
Okanami.
Hipa.














Características de los Omo Shangó:
Voluntariosos ,energicos ,altivos ,inteligentes ,conscientes de su valor. En los hombres toleran las discrepancias con dificultad y son dados a violentos accesos de cólera.
Pendencieros ,mujeriegos ,amanel dinero ,pero no tanto el trabajo para conseguirlo ,machistas y libertinos. En el caso de las mujeres son muy charlatanas y hasta a veces mentirosas ,son de entrometerse en asuntos de los demás y no perdonan desde ningún punto de vista las infidelidades. Son trabajadoras y son capaces de llevar hasta las últimas consecuencias sus ideales, aunque ello implique enfrentarse con los demás.












PATTAKI DE CHANGÓ
Aggayú, el dueño del río, tuvo amores con Yemayá y de ellos nació Changó. Pero Yemayá no lo quiso y Obatalá lo recogió y lo crió. Al reconocerlo corno hijo, le puso un collar blanco y punzó. Le dijo que sería rey del mundo y le fabricó un castillo. Changó bajó al Congo y se hizo un muchachón tan revoltoso que Madre de Agua. Kalunga lo tuvo que expulsar de allí. Entonces tomó su tablero, su castillo y su pilón, con los que había bajado del cielo, y emprendió el camino del destierro. Andando y andando, se encontró con Orula, a quien le dio el tablero porque sabía que era hombre de respeto y lo iba a cuidar.
Changó se quedó adivinando con caracoles y coco, cantando, fiestando y buscando broncas. Se casó con Obba, pero también vivía fijo con Oyá y Ochún. Oyá, como se sabe, era la mujer de Oggún, pero se enamoró de Changó y se dejó robar por él. Este rapto dio origen a una guerra tremenda entre Changó y Oggún. En cierta ocasión Changó tuvo que esconderse de sus enemigos, que querían cortarle la cabeza, y se metió en casa de Oyá. Oyá se cortó sus trenzas y se las puso, lo vistió con su ropa y lo adornó con sus prendas. Cuando Changó salió de la casa, sus enemigos muy respetuosos creyeron que era la santa, le abrieron paso y lo dejaron escapar.
Cuentan que como Changó peleaba y no tenía armas, Osain, que era su padrino, le preparó el secreto (ingredientes) del güiro. Cuando lo tocaba con el dedo y se lo llevaba a la boca, podía echar candela por ella. Con eso vencía a sus enemigos. Cuando se oye tronar, se dice que es porque Changó anda de rumbantela con sus mujeres o que cabalga por el cielo.
















CHANGÓ
Orisha mayor. Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra, de los ilú-batá, del baile, la música y la belleza viril. Patrón de los guerreros y las tempestades. Hijo de Ibaíbo y Yemmú. Lo cuidó Obañeñe (Bayoni) o Dada, o también pudo ser Yemayá Konlá o Aggayú Sola u Obatalá-Ibaíbo.
Para algunos informantes, sus hermanos mayores son Dada, o Aggayú Sola, o Babalú Ayé; otros mencionan como sus medio hermanos a Dada o Bayoni (Obañeñe), Aggayú Sola y Babalú Ayé. Su mandadero es Bamboche, Bambochen o Bamboyán. Su esclavo es Deu. Su padrino as Osain, quien le dio el secreto de las hierbas. Su número es el 4 Habla en el Diloggún por Obbara (6), por el 4, el 12, el 11, el 8-6, y el 8-9 y el 6-6. En las obi habla en Alafia, Otawo Ellife y Oyekun. Sus días son el viernes y todos los 4. Sus colores son el rojo y blanco.





Representa el mayor número de virtudes e imperfecciones humanas. Es trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es buen padre mientras el hijo obedece, pero no lo admite cobarde ni invertido. Es el padre de los Ibeyis. Sus amantes son innumerables, aunque sus mujeres propias son Oyá, Obba Yurú y Ochún. Respeta mucho a los Egguns. A veces se le representa como un soldadito a caballo. El caballo del orisha se llamaba Esinlo o Erinlo y era su compañero inseparable. Es de Oyó pero los Takúa se lo adjudicaron. Los yorubas afirman que nació en la tierra y subió al cielo para ser orisha, en oposición a los bantú, quienes estiman que ya lo era cuando bajó del cielo.
Acepciones de Changó:Sus nombres en Ocha son Addima Addima; su nombre primitivo Olujina Kake, el Changó niño que sincretiza en San Bartolomé; Obbaluble cuando está con Obba; Obbara, el Changó pobre, andrajoso, despreciado y acusado de mentiroso y al que eventualmente Olofi premió con calabazas rellenas de oro y con la orden de que su palabra no se discutiera y se tuviese siempre por verdadera; Obbañá cuando es el rey de los Ilubatá (aria); aquí es de mucho respeto y los iniciados están obligados a saludarlo y rendirle pleitesías para tener derecho a participar en los güemileres donde haya toques; Changó Eyée, un guerrero que echa rayos, fuego y humo, se le ve también con machete, maza y un cuchillo en forma de media luna; Changó Alayé y Changó Eluguekón o Elueke o Eluwekón, el que se representa con el hacha bipene y recibió el aché de Osain; Changó Obayá, Lubbeo, Obbá Osó, Obba-Koso, Bakoso u Obakoso, el que tiene su casa en la palma, que es su trono, y es el negro prieto, bonito y guarachero que viste de punzó. Sus nombres en Obbara: Obbadimeyi, el que fue consagrado rey dos veces; Changó Olúfina, el de la ceiba, compadre de Oggún, con quien se lleva muy bien y es considerado de mucho respeto; Alafi Alafi, rey de reyes, impera en Oyó; Obán Yokó, el que está sentado y es de carácter reposado; Changó Ornanguerillé, el que tiene la guerra en la cabeza; Ebbora, representado como la pólvora; Obbara Koso, rey de Ara Koso; Lubbe Bara Lúbbe, el que fue adivino antes que Orula; Ladde, Lari, Dealuami, Dedina, Beima, Deizu, Dezacuta, Bumí, Tola u Obba Tola, Bi u Obba Bi, Yimi Kasiero, Asabeyi, Oleoso, Okanami y Ñipa.







Para algunos Changó nació en la tierra Tákua y en ella se le conoce por Ogodó Makuluenke. Igué se -Ádomayo; en la tierra arará se le llama Debioso o Debiosó, Anama, Ajokei, Akrifoddu, Luwuru, Dada, Akoda, Awurú, Magyala, Taddaddé, Boko, Bori, Ole Lebioke, Ograddá Año, Ekun, Fdeyw, Ofundáyo, Tana, Omogoddo, Alabaloke, Januyemorú, y AggaradumL
Un africano arará trajo metida en un saco una imagen de Changó Aggaradumi a Cienfuegos. El gran orisha estaba representado con la cabeza deformada, muy ancha de base y estrecha de arriba, con la camisa y el pantalón rojos, llevando un güiro en la mano izquierda y en la derecha un machete. Esta representación de Changó vive entre dos fuegos y a la orilla de un volcán. Cuando suena el rayo se comunica con Oké en lo alto; cuando baja da vueltas de carnero. Otros nombres arará son: Imalo, que es como se llama en el cementerio cuando, hay que cruzarlo con Oyá; Ondúa, el que se comunica con Aggayú Sola (según los arará es el padre de Changó, aunque para los aratacos es su hermano); Anagú, el que anda con Nana Burukú y con los majaes; Chola, Chola o Cholar, Anakokú y /Piotá. En la tierra ganga .se le conoce por Guafú. En Egwadó por Alafin. En la tierra Fon se le llama Jebioso y se le identifica a través del sol. Su nombre en Haití es Changó entre sus ancestros, y se menciona como rey en Koso, Mobba, Owó, Epini, Oso, Imá, Tulempe, Ado, Mina, Popos, Arará y Bantues. Los Iyesás le llaman Changó Alado. Jakuta se le conoce cuando pelea con piedras. En yoruba éste es el nombre de la divinidad solar a quien Changó reemplazó. Olofin Dada se le dice al primer Changó, el más viejo y el más rico. En Briyumba: Bolla, Sabranuensasi, Nsasi Dima Motuto, Nsabuari Múnalongó: En Kimbiisa: Nkitan-Kitan, Mukiainamuilo, Siete Rayos, Lloasi y Marufina. En Congo: Pungun Nsasi y Torito de la Loma. La magia china lo llama Sanfancón o Kuña.
Receptáculo: Batea de madera con tapa, preferiblemente de cedro, en colores rojo y blanco. Puede ser sencilla o en forma de castillo. 
Atributos: Hacha petaloide, copa, espada, acheré de jicotea, caballo moro, pandereta, hacha de doble filo o bipene, bandera rojo brillante, seis otanes y un oché, o sea, un cetro de madera de palma y cedro que termina en puntas agudas o en forma de doble hacha (Changó lo lleva sobre la cabeza, como símbolo de su divinidad). También tres hachas, una maza y un alfanje (espada curva). . Collares: Rojo y blanco alternados. El rojo es el símbolo del amor y de la sangre.
Salutación: Acostado en el suelo boca abajo y con las manos pegadas al cuerpo. 
Ropa: Se le viste con camisa holgada, pantalón con achó rojo bermellón. En ocasiones usa pantalón corto terminado en punta. Lleva el pecho descubierto con una banda de Obba cruzada, aunque otras veces lleva chaquetilla de color rojo con listas blancas. En la cabeza tiene una corona que puede ser en forma de castillo. Animales: Carnero, gallo rojo, codorniz, jicotea, guinea, toro, pavo y también gallo, ambos jábaos. Le pertenecen el caballo blanco, las ovejas y el cordero. 
Comidas: Plátano indio, harina y quimbombó; el amala, que es hecha con harina de maíz y carnero. 
Bailes: Al subirse embiste con la cabeza y da tres vueltas de carnero en dirección a los tambores. Abre desmesuradamente los ojos y saca la lengua para significar que la tiene de fuego. Agita en alto su hacha sagrada (oché) y se agarra los testículos con la mano. Ningún orisha da brincos más altos ni contorsiones más violentas, ni figuras más extrañas. También ningún otro orisha realiza extravagancias como la de comer candela. Sus bailes son guerreros o eróticos. En los guerreros blande el hacha bipene; en los eróticos trata de acentuar su prepotencia priápica y emplea las más crudas evocaciones sexuales. 
Aflicciones de las que protege: Quemaduras y suicidio, por fuego. Monte (Ewe): Bledo punzó, atipóla o moco de pavo, varía, platanillo de Cuba, zarzaparrilla, paraíso, álamo, jobo, ácana, aguacate, alcanfor, algarrobo, almacigo, arabo colorado, bejuco carey, bejuco colorado, bejuco tortuga, bija, cabina, cairel, cajuela, calalú, camagua, combustera cimarrona, candelilla, canutillo, caña de azúcar, caña de coro, caoba, carambolí, cebolla, cedro, cordobán, corojo, cresta de gallo, cuabarí o ambia, aupido launa, flamboyán, frijolillo, geranio, granada, granadillo, grenguera, guacamaya colorada, guano blanco, guano prieto, guayabillo, jócuma, júcaro bravo o de uña, jurubana o jurubaina, laurel, maíz, mamey, marañón, miraguano, ojo de buey, palo amargo, palo bomba, palo caballero, palo cachimba, palo caja, palo cochino, palo guitarra, palo jicotea, palo rompehueso, piño, piñón botija, piscuala, pitahaya, plátano, conací, quimbombó, rompesaragüey, rosas de Jericó, ruda, siguaraya, tibisi, tomate, travesera, vacabuey, yaba, yabú, yarey, yaya, hierba de Santa Bárbara, hierba jicotea.
Hijos: Hombres voluntariosos, enérgicos, de inteligencia desmedida, altivos y conscientes de su valor. Toleran las discrepancias con dificúltad, y son dados a violentos accesos de cólera. Pendencieros, fiesteros y libertinos, son verdaderos espejos de machismo.
Catolización: Se sincretiza con Santa Bárbara. Esta santa fue hija única de un pagano de carácter cruel llamado Dióscoro. Para apartarla de los hombres que la codiciaban, o para mantenerla alejada de los cristianos, la encerró en una torre. Cuando la quiso casar, la joven se negó porque quería consagrarse a Dios. Cuando Dióscoro supo que su hija era cristiana, la entregó a los tribunales. Los jueces no pudieron conseguir que renunciara a su fe ni con argumentos ni con torturas, y la condenaron a muerte por degüello (235). Poco después su padre fue fulminado por un rayo. Su imagen suele representarse con una espada, símbolo del valor. Su fusión con Changó resulta menos sorprendente si se recuerda que este orisha en cierta ocasión se tuvo que disfrazar de mujer (Oyá), que usa armas, aunque no simbólicas, y que es el dios del rayo y del trueno. 
Su día es el 4 de diciembre.








OGGUÉ
Orisha menor. Compañero de Changó representado por dos tarros de novillo pintados con listas rojas y blancas. Patrón de todos los animales con cuernas y, posiblemente, orisha de los rebaños.
Es poderoso y se le tiene muy resguardado. Gracias a un pacto con Changó, su fundamento se coloca dentro de la sopera de ésta. El fundamento consiste en un tarrito con otaes, caracoles y otros atributos. Tiene un solo toque, aunque no se posesiona de sus hijos y tampoco se asienta. Se le baila en rueda y los danzantes se ponen los dedos índices a cada lado de la frente, en imitación de cuernos.
Come palomas y animales de cuatro patas. Su hierba es la albahaca mondonguera. (No se le conoce catolización, ni encontramos pattakí.)

PATTAKI DE DADA (OBAñEñE)
Cuando la traición de Oggún, Elegguá salvó a Changó entregándoselo a Dada. Dada fue quien lo crió. Le tenía lástima porque su padre lo había mandado a matar y Dada se lo consentía todo: Parecía una gallina clueca y llegó a decirle a Changó que no jugara con candela, que no se fajara, que no montara a caballo, porque se podía caer. Pero Changó reñía y ganaba siempre, montaba a caballo y no se caía nunca. En cierta ocasión el niño estaba jugando en la cocina y se cayó dentro del fogón. Obañeñe o Dada se asustó muchísimo, pero Changó se quería quedar jugando con las brazas porque le gustaba  como brillaban y no le hacían nada. Fue por eso que Changó se hizo tan malcriado y no atendía consejos de nadie. La culpa fue de Obañeñe.






DADA BALDONE U OBAÑEÑE
 Orisha de los recién nacidos, especialmente los que nacen con el pelo rizado. Periódicamente los padres de esos niños tienen que cocinar frijoles y vegetales en su honor, y de ahí surgió que pasara a ser considerado como el orisha de los vegetales. Es hermana de Changó. Cuando éste fue mandado a matar por orden de Obatalá, Elegguá se lo dio para que lo cuidara. En su honor se baila en coro pero no tiene ninguna coreografía especial. No se sube ni se asienta Se le representa usualmente como una calabaza ornamentada con caracoles y sobre ella una bola de índigo. Algunos dicen que Dada y Obañeñe son hermanos, otros que son la misma orisha. Cuando los creyentes se encuentran en la sabana con tres piedras iguales y juntas, saben que son Changó, Oyá y Obañeñe.
Hijos: Mujeres recias, pero íntimamente bondadosas y sacrificadas.
Catolización: Dada (Obañeñe) suele sincretizarse con San Ramón Nonnato. Ramón nació un día después de la muerte de su padre (por eso fue llamado Nonnato), en el principado de Cataluña. Por inspiración de la Virgen tomó los hábitos de los religiosos de La Merced. Fue a predicar al África, entre los cristianos que allí se encontraban y también entre infieles. Lo apresaron y torturaron. Promovido a Cardenal por Gregorio IX, regresó a España para morir poco después.
La sincretización de. Dada (Obañeñe) con San Ramón Nonnato parece tener su explicación en la ingenua asociación entre el apelativo de «nonnato» dado al santo y el hecho de que Dada, por haber recogido a Changó recién nacido, sea considerado como el orisha protector de todos los niños tiernos. Dada: Nuestra Señora del Rosario (García Cortez).
Su día es el domingo. Su fiesta se celebra el 31 de agosto.
A la nonagenaria Omi-Zaya (negra de nación) le entregaron a Dada que, exteriormente, está representada por la mitad de una güira cubierta por una tela, a la que se le bordaron cauris en forma de espiral.









lunes, 27 de julio de 2015

LA ADOLESCENCIA COMO PREPARARLOS PARA LA EDAD ADULTA?






IMAGINESE que ha volado de una isla tropical al círculo ártico y que al salir del avión lo recibe de golpe el frío polar. ¿Podrá adaptarse al nuevo clima? Seguro, aunque primero tendrá que realizar algunos cambios.
Algo similar ocurre cuando los hijos entran en la adolescencia: de la noche a la mañana, el clima cambia por completo. El niño que ayer no quería despegársele ni un momento hoy prefiere estar con sus amigos. La niña que antes no veía la hora de contarle lo sucedido en la escuela ahora apenas responde con monosílabos.
¿Cómo te fue hoy? —pregunta usted.
Bien —contesta ella.
Silencio...
—¿En qué piensas? —vuelve a intentar.
En nada —responde ella.
Más silencio...
¿Qué ha pasado? El libro Breaking the Code (Descifre el código) comenta: "[No hace mucho] usted podía participar en la vida de sus hijos como si estuviera con ellos detrás del escenario. Ahora, con suerte, le tocará hacer de espectador, y es probable que ni siquiera consiga un buen asiento".
¿Debe resignarse a ese frío distanciamiento? De ningún modo. Usted puede mantenerse cerca de sus hijos durante toda la adolescencia. Claro, primero debe comprender qué
ocurre en esta fascinante —aunque a veces turbulenta— etapa de la vida.



El puente entre la niñez y la edad adulta
Antes, los investigadores sostenían que el cerebro de un niño ya estaba casi terminado de formar a los cinco años. Ahora creen que, si bien después de esa edad varía muy poco su tamaño, no se puede decir lo mismo de su funcionamiento. En la pubertad da comienzo una auténtica revolución hormonal que transforma la manera de pensar de los muchachos. Por ejemplo, un niño suele ver la vida en términos concretos, y para él las cosas son o blancas o negras. Un adolescente, en cambio, tiende a pensar de forma abstracta, a percibir los grises y a analizar lo que hay detrás de un asunto
 (1 Corintios 13:11). Comienza a tener convicciones y no tiene reparos en expresarlas.
Paolo, de Italia, ha notado ese cambio en su hijo adolescente. "Cuando veo a mi hijo —comenta él—, siento que ya no tengo un niño frente a mí, sino un hombrecito. Y no es solo por el físico. Lo que más me asombra es su forma de pensar. No le da miedo expresar y defender sus opiniones."
¿Ha observado usted algo parecido en su hijo? Tal vez de pequeño, él seguía instrucciones sin protestar; le bastaba con un "porque lo digo yo". Pero ahora que es adolescente, exige razones y quizás hasta cuestione los valores que rigen a la familia. A veces, la seguridad con que se expresa puede confundirse con rebeldía.
No concluya que su hijo está empeñado en desafiar los valores que usted ha establecido. A lo mejor solo le está costando hacerlos suyos, encontrarles acomodo en su vida. Para ilustrarlo, imagínese que usted se está mudando. ¿Cree que será fácil encontrar un espacio en la nueva casa para todos sus muebles? Probablemente no. Lo que sí está claro es que no va a tirar ningún objeto que considere valioso.
Su hijo enfrenta una situación semejante ahora que se está preparando para el momento en que "dejará a su padre y a su madre" (Génesis 2:24). Es verdad que el día de la partida se ve lejano; al fin y al cabo, todavía no es adulto. Sin embargo, en cierto sentido ya está empacando; está usando la adolescencia para examinar los valores con los que ha sido criado y decidir cuáles conservará cuando llegue a la adultez.*
La sola idea de que su hijo tome esas decisiones podría ponerle los pelos de punta. Aun así, es importante reconocer este hecho: cuando entre en la vida adulta, solo conservará los principios que él considere valiosos. Por eso, ahora —mientras todavía vive en casa—es el momento para que investigue a fondo los valores que lo guiarán en su vida (Hechos 17:11).




 * Una obra de consulta señala atinadamente que la adolesencia es "un largo adiós".
En realidad, eso es lo mejor que podría hacer. Después de todo, si acepta sin chistar las normas que usted impone en casa, es probable que más adelante haga lo mismo con las ideas de los demás (Éxodo 23:2). La Biblia dice que un muchacho así de ingenuo fácilmente podría ser seducido, pues es "falto de corazón", o sea, carece, entre otras cosas, de buen juicio (Proverbios 7:7). Los jóvenes sin convicciones terminan siendo zarandeados "por [las] olas y [siendo] llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres" (Efesios 4:14).
¿Cómo evitar que eso le pase a su hijo? Procurando que cuente con estos tres elementos:



1 CAPACIDAD PARA PENSAR
El apóstol Pablo escribió que las "personas maduras [...] tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto" (Hebreos 5:14). "Pero yo ya le enseñé hace años a mi hijo lo que es bueno y lo que es malo", dirá usted. Muy bien; de seguro esa educación le fue útil en su momento y lo preparó para la siguiente etapa de su vida (2 Timoteo 3:14). Sin embargo, Pablo indicó que las facultades perceptivas deben ser entrenadas. Aunque un niño sepa qué es correcto y qué no, de adolescente debe desarrollar plenamente sus "facultades de entendimiento", comprender el porqué de las cosas (1 Corintios 14:20; Proverbios 1:4; 2:11). Usted no quiere que su hijo obedezca ciegamente, sino que sepa razonar (Romanos 12: 1, 2). 




¿Qué puede hacer para ayudarlo?
Una manera es dejar que se exprese. No lo interrumpa ni saque las cosas de proporción, aunque diga algo que usted preferiría no escuchar. La Biblia aconseja: "Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira" (Santiago 1:19; Proverbios 18:13). Recuerde que "de la abundancia del corazón habla la boca", como dijo Jesús (Mateo 12:34). Si escucha a su hijo, descubrirá sus verdaderas inquietudes.
Cuando sea su turno de hablar, haga preguntas, no afirmaciones tajantes. A veces, Jesús hacía preguntas del tipo "¿Qué les parece?" para averiguar qué pensaban sus discípulos e incluso sus tercos enemigos (Mateo 21:23, 28). Intente algo parecido con su hijo, aunque él tenga una opinión contraria a la suya. Veamos la siguiente situación:
Si su hijo dice: "No estoy seguro de que Dios exista".
No responda: "¡Claro que estás seguro! Eso es lo que te hemos enseñado siempre".
Mejor intente algo como: "¿Qué te ha hecho dudar?".
¿Por qué hay que dejar que el muchacho se exprese? Porque una cosa es oír lo que dice y otra muy distinta saber lo que piensa (Proverbios 20:5). Tal vez el problema tenga que ver más con las normas bíblicas que con la existencia de Dios.
Por ejemplo, si a un joven lo están presionando para que pase por alto las leyes morales de Dios, podría parecerle menos grave ceder si deja de pensar en él (Salmo 14:1). "Si Dios no existe —quizás razone—, no tengo por qué seguir las reglas de la Biblia."
¿Le está pasando algo así a su hijo? Entonces, pudiera ser necesario hacerlo reflexionar sobre los beneficios de cumplir las normas de Dios. ¿Ve él esos beneficios? (Isaías 48:17, 18.) En tal caso, muéstrele que su bienestar es algo por lo que vale la pena luchar (Gálatas 5:1).
Si su hijo dice: "Esta podrá ser tu religión, pero no tiene por qué ser la mía".
No responda: "Es nuestra religión. Tú eres nuestro hijo y vas a creer lo que nosotros te enseñemos".
Mejor intente algo como: "Esa afirmación es muy categórica. Pero piensa: si vas a rechazar mis creencias, con algo tendrás que sustituirlas. ¿Con qué? ¿Cuáles son las reglas de conducta que tú consideras razonables?".
¿Por qué hay que dejar que el muchacho se exprese? Porque razonar con él puede moverlo a cuestionarse sus opiniones. Tal vez él mismo se sorprenda al darse cuenta de que en realidad sus creencias son las mismas que las de usted y que el problema es totalmente distinto.
Por ejemplo, puede ser que no sepa cómo explicar sus creencias (Colosenses 4:6; 1 Pedro 3:15). 0 que le guste alguien que no comparte su fe. Sea lo que sea, identifique la raíz del problema y ayúdelo a hacer lo mismo. Cuanto más utilice él su capacidad de razonar, mejor preparado estará para ser adulto.



2 LA GUÍA DE UN ADULTO
Hay culturas en las que apenas se percibe, si acaso, "la tempestad y la tensión" que según algunos psicólogos es natural durante la adolescencia. Los investigadores han descubierto que esto se debe a que, en tales culturas, los jóvenes se integran desde temprano en la vida de los adultos. Trabajan con adultos, participan en actividades sociales con adultos y reciben responsabilidades propias de adultos. No existen expresiones como cultura joven o delincuencia juvenil; ni siquiera adolescencia.
En cambio, piense en lo que tienen que pasar los jóvenes de muchas otras culturas: asisten a escuelas atestadas donde su única compañía es, básicamente, la de otros jóvenes. Luego llegan a casa y la encuentran vacía, pues sus padres están trabajando. Además, sus parientes viven lejos. ¿Quién les queda? Sus compañeros de escuela.* ¿Percibe el peligro? Y no crea que hace falta caer entre malos amigos para meterse en problemas. Las investigaciones han demostrado que incluso jóvenes ejemplares tienden a actuar irresponsablemente cuando no hay adultos cerca.
Una sociedad que no segregaba a los jóvenes era la del antiguo Israel.' Por citar un caso, la Biblia habla de Uzías, quien fue coronado rey de Judá siendo un adolescente. ¿Cómo logró cumplir con tan pesado deber? En parte, gracias a la influencia de un adulto llamado Zacarías. La Biblia dice que él  lo "instruía en el temor del Dios verdadero" (2 Crónicas 26:5).
¿Tiene su hijo adolescente uno o más mentores adultos que compartan los valores de usted? No se ponga celoso; ellos son una influencia positiva para él. Un proverbio bíblico reza así: "El que está andando con personas sabias se hará sabio" (Proverbios 13:20).

* La industria del entretenimiento ha sabido sacar provecho de la inclinación de los adolescentes a estar con sus iguales y ha perpetuado la idea de que los jóvenes tienen su propio mundo, un mundo que los adultos no comprenden y al que no pueden entrar.
# El término adolescente no tiene equivalente exacto en la Biblia. Por lo visto, tanto en Israel como en la congregación cristiana los jóvenes se integraban en la vida adulta a una edad enor de la que es común hoy día en muchas culturas. 




3 EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD
En algunos países está prohibido que los jóvenes trabajen más de cierta cantidad de horas a la semana y que desempeñen determinados trabajos. La idea es protegerlos de las condiciones laborales peligrosas, una de las consecuencias de la revolución industrial de los siglos xviii y xix. 
Las tareas productivas preparan a los adolescentes para ser adultos responsables
Aunque las leyes sobre trabajo infantil protegen a muchos jóvenes de peligros y abusos, algunos especialistas afirman que también les impiden adquirir un sentido de responsabilidad. Según el libro Escaping the Endless Adolescence (Cómo escapar de la eterna
adolescencia), el resultado ha sido que muchos adolescentes de hoy manifiestan una "actitud arrogante y exigente; es casi como si sintieran que merecen tenerlo todo sin hacer nada". Los autores señalan que esa actitud es "la respuesta natural a un mundo que está mucho más orientado a entretenerlos que a esperar algo de ellos".














"NO HUBIERA PODIDO PEDIR MEJORES PADRES"
Con sus palabras y ejemplo, los padres Saben bien que al llegar a la mayoría de edad, cada uno de ellos tendrá que decidir qué valores seguirá en su vida.
Aislyn, de 18 años, decidió conservar los valores con los que fue criada. "Para mí —menciona—, la religión no es algo de una vez a la semana; es mi vida. Afecta todo lo que hago y cada decisión que tomo: desde los amigos que tengo hasta las clases que elijo y los libros que leo."
Ella agradece muchísimo la crianza que recibió de sus padres cristianos. Dice: "No hubiera podido pedir mejores padres. Me siento muy afortunada de que hayan infundido en mí el deseo de ser siempre  una fuerza guiadora para mí mientras yo viva".
En agudo contraste, la Biblia habla de jóvenes que asumieron importantes responsabilidades. Veamos el ejemplo de Timoteo, quien al parecer era adolescente cuando conoció al apóstol Pablo, un hombre que ejerció una influencia decisiva en él. En cierta ocasión, Pablo le dio este consejo: "[Aviva] cual fuego el don de Dios que está en ti"; en otras palabras: "Pon todo tu corazón en la obra que se te ha encomendado" (2 Timoteo 1:6). El joven se marchó de casa con alrededor de 20 años y viajó junto al apóstol, ayudándolo a formar congregaciones y fortalecer a los hermanos. Al cabo de unos diez años juntos, Pablo pudo decir lo siguiente a los cristianos de Filipos: "No tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes" (Filipenses 2:20).
Con frecuencia, los adolescentes desean asumir obligaciones, sobre todo si sienten que pueden aportar algo a los demás. Esto no solo los prepara para ser adultos responsables en el futuro, sino que les permite dar lo mejor de sí en el presente.
La adaptación al nuevo clima
Como mencionamos al inicio de este artículo, el "clima" ha cambiado ahora que su hijo es adolescente. Pero tenga la seguridad de que logrará adaptarse, tal como lo hizo en las etapas anteriores.
Vea la adolescencia de su hijo como una oportunidad para 1) ayudarlo a desarrollar su capacidad para pensar, 2) ofrecerle la guía de un adulto y 3) infundir en él un sentido de responsabilidad. Si aprovecha la oportunidad, preparará bien a su hijo para la vida adulta.




HABLAN LOS PADRES
La adolescencia presenta retos completamente nuevos para muchos padres. Pero debe saber que esta etapa es tan confusa para su hijo como lo es para usted. ¿Qué puede hacer para ayudarlo a salir airoso de ella? Lea lo que han expresado algunos padres de diferentes partes del mundo.

LA COMUNICACIÓN
"A veces, mi hija levanta una muralla defensiva o piensa que me la paso criticándola. Entonces tengo que recordarle que la quiero, que estamos en el mismo equipo y que soy su fan número uno." (Lisa, Estados Unidos.)
"De pequeños, mis hijos me lo contaban todo. Era muy fácil hacer que se expresaran. Ahora tengo que ser más comprensiva y mostrarles que respeto su individualidad. Solo así consigo que me abran su corazón." (Nan-hi, Corea.)
"No basta con prohibirle algo a un adolescente. Hay que razonar con él y tratar de llegar a su corazón conversando. Pero para
lograrlo, uno debe estar dispuesto a escuchar lo que él tiene que decir, incluso si es algo que uno preferiría no escuchar." (Dalila, Brasil.)
"Cuando tengo que llamarle la atención a mi hija, trato de que sea en privado, no delante de los demás." (Edna, Nigeria.)
"A veces, cuando mi hijo y yo estamos platicando, me empiezo a distraer con quehaceres de la casa y no le doy toda mi atención. Sé que él se da cuenta y pienso que es en parte por eso que no habla mucho conmigo. Necesito hacerle más caso cuando me habla para que no deje de expresarse." (Míriam, México.)

LOS CAMBIOS
"De niño, mi hijo aceptaba sin quejarse todos mis consejos: pero cuando se hizo adolescente, empezó a cuestionar mi autoridad. No solo discutía lo que le decía, sino también mi manera de decírselo." (Frank, Canadá.)
"Mi hijo ya no habla tanto como antes. Ahora tengo que preguntarle qué piensa en vez de esperar que venga y me lo cuente. Además, la respuesta no sale de inmediato; llega, pero tarda en llegar." (Francis, Australia.)
 "La paciencia es primordial. Aunque hay veces que uno quisiera gritarles a los hijos, siempre es mejor calmarse y conversar con ellos." (Felicia, Estados Unidos.)
Los padres pueden conceder cierto grado de independencia a sus hijos, pero también deben fijar límites razonables
LA INDEPENDENCIA
"Siempre me había dado miedo darles más independencia a mis hijos, y he de reconocer que eso ha sido una fuente de conflictos. Así que decidí hablar francamente del tema con ellos. Les expliqué cuáles eran mis temores, y ellos me dijeron por qué querían más libertad. Al final logramos acordar que ellos la obtendrían, pero con límites razonables." (Edwin, Ghana.)
"Mi hijo quería una moto. Me pareció tan descabellada la idea que me puse a regañarlo y a señalarle todos los peligros sin permitirle siquiera explicarse. Pero lo único que logré fue que se enojara y se empeñara más en conseguirla. Así que intenté una estrategia distinta. Le pedí que analizara el asunto desde todos los ángulos: los riesgos, el costo, los requisitos para obtener y conservar una licencia... También le dije que hablara con algunos cristianos maduros de la congregación. Me di cuenta de que si quería llegar a su corazón, no podía ser intransigente, sino que debía animarlo a expresar abiertamente sus deseos." (Hye-young, Corea.)
"Les pusimos límites a nuestros hijos, pero también empezamos a concederles mayor libertad. Cuanto mejor la usaban, más recibían. Les ofrecimos muchas oportunidades para ganársela y les aclaramos que nuestro deseo era que la obtuvieran. Eso sí, cuando abusaban de nuestra confianza, no los dejábamos salirse con la suya." (Dorothée, Francia.)
"Aunque nunca rebajé mis normas, les hacía concesiones a mis hijos cuando se portaban bien; por ejemplo, a veces los dejaba llegar a casa más tarde de lo habitual. Ahora, si llegaban tarde sin permiso en más de una ocasión, tenían que pagar las consecuencias." (II-hyun, Corea.)
"Mientras más responsable y cumplidor es un empleado, más consideraciones tiene con él su jefe. Del mismo modo, mi hijo sabe que mientras más obediente y responsable sea, más independencia irá obteniendo. Pero también sabe que así como un empleado es sancionado por no cumplir con sus obligaciones, él puede perder lo que ha ganado si no actúa responsablemente." (Ramón, México.)

"Ser padre de un adolescente
es una magnífica experiencia"

Joseph: Mis dos hijas mayores son adolescentes. Para mí es muy importante escucharlas y reconocer que tienen su propio punto de vista. Algo que me ayuda a mantener abiertas las líneas de comunicación es aceptar con humildad mis fallos y hablarles con respeto. En resumidas cuentas, yo diría que ser padre de un adolescente es una magnífica experiencia gracias a la guía de la Biblia, la Palabra de Dios.
Lisa: Noté que cuando nuestra hija mayor llegó a la adolescencia comenzó a necesitar aún más de mi atención. Recuerdo que pasaba mucho tiempo escuchándola, hablan dole y tranquilizándola. Mi esposo y yo les hemos dicho a las niñas que pueden expresarse libremente y que respetaremos sus sentimientos. Siempre intento seguir el consejo de Santiago 1:19 de ser "presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar".
Victoria: Mi madre es mi mejor amiga. No conozco a nadie más dulce y comprensivo que ella; y así es con todo el mundo. No puedo pensar en una mejor palabra para describirla que auténtica. Nadie podría reemplazarla.
Olivia: Mi padre es cariñoso y generoso. Siempre se ofrece a ayudar a los demás, incluso
La familia Camera: Joseph, Lisa, Victoria, Olivia e lsabella
cuando nosotros mismos no tenemos mucho. Es un hombre serio, pero también puede ser superdivertido. Es un padre muy especial, ¡y me encanta que sea mío!

"No tenemos tiempo para aburrirnos"


Sonny: Si las niñas tienen algún problema, nos sentamos con ellas y lo hablamos. Siempre somos sinceros unos con otros y usamos los principios bíblicos para tomar decisiones. Inés y yo procuramos que las niñas tengan amigos que sean espirituales. Sus amigos son nuestros amigos, y los nuestros son los de ellas.
Inés: Siempre estamos ocupados y hacemos muchas cosas juntos.  trabaja mos como voluntarios en labores de socorro y demás. Claro, también pasamos tiempo en actividades recreativas. En realidad, no tenemos tiempo para aburrirnos.
Kellsie: Mi padre sabe escuchar; además nos consulta a las tres antes de tomar decisiones importantes. Mi madre siempre me dice que sí cuando necesito su ayuda o cuando simplemente quiero hablar.
Samantha: Mi madre me hace sentir muy especial, muy querida y muy importante, aun  sin darse cuenta. Me escucha y se preocupa por mí. No cambiaría su amistad por nada.



QUÉ le gustaría que su hijo llegara a ser el día de mañana?
A. Una copia al carbón suya.
B. Un rebelde empeñado en ser todo lo opuesto a usted.
C. Un adulto responsable que tome buenas decisiones.
Algunos padres que eligen la opción C actúan como si prefirieran la A. Tratan de imponer sus valores en sus hijos adolescentes diciéndoles, por ejemplo, qué carrera seguir. ¿Con qué resultado? Tan pronto como estos obtienen cierto grado de independencia, huyen en la dirección opuesta. Otros padres, irónicamente, siembran la opción A y terminan cosechando la opción B.
Por qué no funciona tratar de controlarlo todo
Si quiere que su hijo llegue a ser un adulto responsable que tome buenas decisiones, ¿qué ha de hacer? Algo fundamental es evitar el impulso de controlarlo todo. Veamos por qué.
1. Querer controlarlo todo no tiene apoyo bíblico. Jesús creó al hombre con la libertad de elegir. Él nos permite decidir qué camino tomaremos en la vida, sea o no el acertado. Por ejemplo, cuando Caín empezó a albergar odio asesino contra su hermano Abel, Jesús le advirtió: "Si te diriges a hacer lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento? Pero si no te diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la entrada, y su deseo vehemente es por ti; y tú, por tu parte, ¿lograrás el dominio sobre él?" (Génesis 4:7).
Cabe notar que aunque Jesús le dio un franco consejo a Caín, no lo obligó a seguirlo. Le correspondía a él decidir si iba o no a dominar su odio. ¿Cuál es la lección? Si Jesús no intenta conseguir obediencia de sus criaturas inteligentes controlándolas en todo, tampoco deberían los padres intentarlo con sus hijos adolescentes.*
2. Querer controlarlo todo suele ser contraproducente. Imagínese que está tratando con un vendedor insistente. ¿Verdad que cuanto más lo presiona él, más resistencia ofrece usted? Y no es que no necesite el producto, sino que los modales del vendedor le quitan las ganas de comprarlo. Lo que quiere es salir huyendo.
Algo parecido podría ocurrir si intenta imponer sus valores, creencias y metas en su hijo adolescente. ¿Cree que las "comprará"? ¡Difícilmente! De hecho, podría provocar exactamente el efecto contrario: que sus normas le resulten desagradables. No es raro que fracasen los intentos de los padres por controlarlo todo. Entonces, ¿qué hacer?
En lugar de controlar todo aspecto de la vida de su hijo e imponerle sus valores, como cuando era más pequeño, ayúdelo a entender por qué es mejor hacer las cosas bien. Por ejemplo, si usted es cristiano, expliquele los beneficios que obtendrá a largo plazo si acata las normas divinas (Isaías 48:17, 18).
No olvide dar el ejemplo. Sea el tipo de persona que le gustaría que su hijo fuera ( 1 Corintios 11:1). Que no haya duda de los principios que lo rigen a usted (Proverbios 4:11).




¿Qué le gustaría que su hijo llegara a ser?

Una copia al carbón
Un rebelde
Un adulto responsable

Si su hijo llega a amar a Dios y sus normas, no hará falta que usted esté presente para que él tome decisiones acertadas (Salmo 119:97; Filipenses 2:12).
Enséñele habilidades prácticas
Como se mencionó en la página 2 de esta revista, llegará el día —tal vez más pronto de lo que usted quisiera— en que su hijo "dejará a su padre y a su madre" (Génesis 2:24). Sin duda, querrá asegurarse de que él cuente con las habilidades necesarias para ser un adulto independiente. ¿Cuáles son algunas de las aptitudes que puede ayudarle a cultivar mientras todavía está en casa?
Habilidades domésticas. ¿Sabe cocinar su hijo? ¿Sabe lavar y planchar, conservar limpio y ordenado su cuarto, dar mantenimiento al auto y hacerle reparaciones básicas? Estas habilidades le serán útiles cuando le llegue el momento de formar su propio hogar. El apóstol Pablo dijo: "Ustedes mismos saben que estas manos han atendido a las necesidades mías" (Hechos 20:34).
Habilidades sociales (Santiago 3:17). ¿Se lleva su hijo bien con la gente? ¿Sabe zanJar desacuerdos de manera amigable? ¿Le ha Enseñado a tratar con respeto a los demás y  a resolver pacíficamente los conflictos? (Efesios 4:29, 31, 32.) La Biblia manda: "Honren a hombres de toda clase" (1 Pedro 2:17).
Administración del dinero (Lucas 14:28). ¿Puede hacer que su hijo aprenda un oficio? ¿Le ha enseñado a manejar un presupuesto y a no meterse en deudas? ¿Lo ha acostumbrado a evitar las compras impulsivas, a ahorrar para comprar algo que necesite y a conformarse con lo básico? (Proverbios 22:7.) Pablo dijo: "Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas" (1 Timoteo 6:8).
Si su hijo ha aprendido a guiarse por valores elevados y posee habilidades prácticas, podría decirse que está preparado para la edad adulta. ¡Ha cumplido usted su objetivo! (Proverbios 23:24.)
¿SE LO HA PREGUNTADO?
41 ¿Cuál debe ser su objetivo como padre? (Hebreos 5:14.)
¿Qué responsabilidad recaerá sobre su hijo cuando llegue a adulto? (Josué 24:15.)

EL TEMA PODRIA SER INTERMINABLE PERO LO QUE PRETENDO ES LANZAR UN MENSAJE DE QUE TODOS TENEMOS LA MISMA CAPACIDAD DE ESFORZARNOS TANTO PADRES COMO HIJOS EN BUSCAR UN ESTADO QUE NOS HAGA SENTIR CÓMODOS Y RECONFORTADOS O AL MENOS SATISFECHOS COMO PERSONAS QUE SOMOS Y BUSCAR QUE NUESTRA CONVIVENCIA SEA LO MÁS DIGNA POSIBLE



cultivarseescrecer Chanel