martes, 28 de julio de 2015

LOS IBEYIS (JIMAGUAS) SU MITO (HISTORIA)












Ibeyis
Los jimaguas u Orishas gemelos ,hijos de Shangó y Oshún criados por Yemajá. Son los Orishas menores ,protectores de todos los niños ,juguetones traviesos y golosos. Viven en lo alto de la palma. Son los consentidos de todos los demás Orishas. Varón y hembra reciben diferentes nombres como Taewó y Kaindé ,Araba y Aína ,Ayaba y Aíba (ambos femeninos) ,Olorí y Oroina también femeninos ,Alawa Kuario y Eddún ,Adén ,Alabba ,Ibbó e Igué lOraún Ono Nibeyi e Idobe ,Olón ,Itaguo e Idoú ,etc. Su nombre proviene del Yorúbá Ibéyí (Igbó:contiene ,Meyi: dos). Salvaron a los hombres con los tambores mágicos que les dio Yemajá ,venciendo a Olosí. Tambien salvaron a Obbatalá en Dahomey. Su receptáculo son dos tinajitas (apotó),una decorada de rojo y blanco y la otra de blanco y azul.

Sus atributos son dos medias manos de caracoles ,cuatro piedras alargadas en forma de pene ,cuatro piedras redondas en forma de vulva ,dos muñecos sentados en taburetes uno hembra con collar de Yemajá y uno macho con collar de Oshún unidos ambos por un cordel ,dos asheré ,dos tamborcitos, juegos de campanillas en número par y güiras pintadas con cruces o rayos sobre fondo blanco. No se colocan a la cabeza y se reciben como Orishas de adimú. 

Su número vibratorio es el 2 y sus múltiplos.
Su color de vibración es el rojo y blanco y el azul y blanco. Se les ofrenda todo tipo de frutas ,mamey de Santo Domingo ,canistel ,guayaba,anón ,guanabana ,naranja ,mango ,piña ,platanillo ,mamoncillo
,dulces ,arroz amarillo y rosetas de maíz (pochoclo). 
Sus Elekes se confeccionan con tramos de rojos y blancos y tramos azules y blancos.
Por el diloggún hablan en Eyioko (2),y en todos los Odú meyi. Se le inmolan pollos y palomas. Sus Ewe son hicaco ,maíz ,mamoncillo ,pega pega ,rabo de gato ,sagú ,zapote ,tomate ,chirimoya ,zarzaparrilla y rompesaragüey.





Se saludan iIbeyi oro alakúa oyé oyé mojojó! 
Un rezo de Ibeyis:
"Ibeyi oro awa keke sugboa agba
Nitoriti otan kuelu na choro tiembe Laiyé nifa Oggún si na ebita kiko yiofé ri Mayi kueye sugbon ba si kaidé ati
Itawo meyi na keke ati agba na Ibeyi Wa Ologbo afefe Ibeyi ke waile elewe Wile alakisa ,Babó ayé nijin labi
Gbogbo shiré Modupue Ibeyi"
Características de los Omo Ibeyis:
Son personas chiquilinas ,juguetonas e inmaduras. Tiene gran talento para los negocios. Irresponsables







PATTAKI DE LOS IBEYIS
A los mellizos las gusta estar divirtiéndose siempre. No es por gusto que son hijos de Changó y Ochún. Durante cierto tiempo les dio por tocar unos tamborcitos mágicos que les había regalado Yemayá, su madre adoptiva. Por entonces el Diablo puso trampas en todos los caminos y comenzó a comerse a todos los humanos que caían en ellas. Ni hombres ni mujeres, ni viejos ni niños se escapaban de su voracidad. Entonces los Ibeyis se pusieron de acuerdo y Taewo agarró por uno de aquellos caminos, mientras Kainde lo seguía oculto en la espesura. Taewo iba tocando su tamborcito con tanto gusto que el Diablo se quedó embelesado, le advirtió para que no fuera a caer en la trampa y se puso a bailar. Pero cuando Taewo se cansó, Kainde salió del bosque y ocupó su lugar. Porque el problema era que aunque el Diablo estaba muy cansado, no podía dejar de bailar mientras los tamborcitos mágicos estuvieran sonando.Y cuando estaba agotado, los Ibeyis le hicieron jurar que retiraría todas las trampas. Así fue como los Ibeyis salvaron a los hombres y ganaron fama de poderosos, porque ningún otro orisha ha podido ganarle una pelea al Diablo.




LOS ÍBEYIS
Orishas menores. Jimaguas, varón y hembra, hijos de Changó y Ochún aunque criados por Yemayá. Juguetones, golosos y traviesos, gozan del cariño paternal de todos los orishas. Se les considera patrones de todos los niños. Viven en la palma. Hablan en el Diloggún en Eyioko (2) y en todas las combinaciones melli (parejas de numeros iguales de 1 al 12,vg,1....12.12).
su dia es el domingo en ocha se llaman taebo y kainde(los mas populares) y araba y aína (primero masculino y segundo femenino y gemelos femeninos ayaba y alba y olori y oroina).en la rama de la prestigiosa santera Ferminita Gómez (Ibaé) se adora al coro jimaguas: Alawa Kuario y Eddún, Aden, Alabba, Ibbo, e Igué, Oraún, Onó-Nibeyi e Idobe, que fueron capaces de vencer al Diablo. Se recogen en otras libretas de santos los siguientes nombres: Olón, Itaguo, ídou. En Palo y en Kimbisa se les llama Batotonki, Batungue Mpangui y Guanaíune Lupanguen, además de Majumbo Moungu Mpungu, Ntala y Msamba, Basimba Kalulu-O-Masa. Su nombre en Fon: Hohovi. En Haití: Marassa.
Patrones de barberos y cirujanos.
Receptáculo: Dos tinajitas (apoto), una decorada en blanco y rojo, la otra en blanco y azul.








Atributos: Dos muñequitos tallados en madera, sentados sobre dos pequeños taburetes unidos por un cordel. El varón con un collar de Changó y la hembra con uno de Yemayá. Cada tinajita lleva cuatro piedrecitas y Conchitas de la orilla del mar. Las piedras del macho son alargadas (forma de pene) y las de la hembra redonda (forma de vulva).


Herramientas: Dos acheré (o sonajas), dos tamborcitos, juegos de campanillas (en número de dos), güiras pintadas con cruces o con pares de rayos con fondo blanco.
Animales: Pollo y paloma.
Comidas: Todo tipo de frutas, dulces, arroz amarillo, rositas de maíz.
Bailes: No se posesionan de los creyentes, sino que juegan con ellos, haciendoles algunas travesuras inofensivas en la vida cotidiana. Por eso, dicen, hay que complacerlos con cantos y bailes. Los bailadores en el coro imitan los pasitos caprichosos de los niños dando sálticos, hacia adelante y hacia atrás.
Aflicciones de las que protegen: Las de los niños en general. También se utilizan para unir a los seres humanos.
Monte (Ewe): Hicaco, maíz, mamoncillo, pega-pega, rabo de gato, sagú, zapote y tomate.
Salutación: Beyi oro alakuá oye oye mojo»; Los ibeyis son mellizos divinos, son niños pero grandes sabios y sagrados.
Nombres: Talahí y Salakó (gemelos cruzados albinos, Crispín y Crispina).

Catolización: San Cosme y San Damián (Taewo y Kainde). Santa Serpa y Porfiria. Santa Justa y Santa Rufina (Olori y Oroina). Crispín y Crispina (Talabi y Salako).
Los Ibeyis suelen sincretizarse con San Cosme y San Damián o Santa Justa y Santa Rufina. Cosme y Damián fueron dos hermanos de padres cristianos. Estudiaron medicina y la ejercitaron con genuina calidad, sin afán de lucro, por lo que los llamaban «los desinteresados». Por entonces el emperador romano Diocleciano envió a un tal Lisias de precónsul a Egea, lugar donde ellos ejercían su misericordiosa profesión, con órdenes de reprimir severamente a los cristianos. Como la fama de los hermanos había llegado a sus oídos, los convocó y trató de persuadirlos para que abandonaran su fe, que cada vez se difundía más, gracias a su prestigio. Firmísimos en sus convicciones, perdieron la vida bajo el hacha del verdugo, después de terribles torturas. Son patrones de los médicos. Su sincretización con los Ibeyis se debe, posiblemente, al hecho de constituir.una pareja imseparable. Su día se celebra el 27 de septiembre.
Justa y Rufina nacieron y murieron en Sevilla, en el siglo II de nuestra era. De familia humilde, amigas hermanas se ganaban la vida vendiendo vasos de barro. Fueron detenidas cuando rompieron deliberadamente la imagen de un ídolo de otra fe. Consideradas como peligrosas fanáticas, que no aceptaban la política de tolerancia religiosa del imperio romano, las torturaron para que abandonaran sus ideas. Intransigentes, Justa murió en la cárcel y a Rufina le aplastaron la cabeza. Son patronas de los alfareros y su día se celebra el 19 de febrero. Como en el caso de Cosme y Damián, su sincretización está vinculada al hecho de constituir una pareja.
Entre los pueblos primitivos el nacimiento de mellizos era considerado nefasto o afortunado, pero nunca se le veía con indiferencia. Aunque en algunas tribus africanas se acostumbraba ajusticiarlos, los yorubas se inclinaban a tomarlos como señal de buena suerte para los padres y la comunidad.









El Mito de lbeji'
En la antigüedad, en el pueblo de Isokun, vivía un agricultor muy próspero que era conocido en todas partes como un cazador de monos. Esto era así porque como sus siembras eran muy prolíficas, los monos venían a comer de sus cultivos.
De modo que los monos se volvieron una plaga para el agricultor Este trataba de expulsarlos, pero ellos iban y venían, y comían de todos sus frutos. Él y sus trabajadores vigilaban los cultivos, mataban a los monos y los sacaban con palos y piedras. Pero los monos se negaban a irse. Y siempre regresaban a comer de sus siembras.
El agricultor se las ingenió para mantener a los monos fuera de sus cultivos. Entonces los monos hicieron Juju (brujería).
Comenzaba a llover y los vigilantes se iban a la casa, pensando que con la lluvia los monos no vendrían a comerse las cosechas. Pero los monos hicieron que cayera la lluvia y mientras llovía, ellos comían y comían. Cuando el agricultor descubrió esto, mandó a construir techos para los vigilantes. Así pudo matar muchos monos.
Aquél agricultor tenía varias esposas. Un día un adivino vino al pueblo de Isokun y predijo para el agricultor: "Si continúas matando monos, tus esposas no podrán tener hijos. Los monos son sabios y poderosos, ellos tienen la facultad de enviar un abiku (nacidos para morir prematuramente) a los vientres de tus esposas. Cesa de matar monos. Permite que los monos vengan y coman en tu tierra".
El agricultor no le creyó a aquel Babalawo. Y continuó matando a los monos. Estos se reunieron y discutieron la forma de vengarse del hombre. Fue así como decidieron enviarle dos abikus. Entonces dos monos se transformaron en abikus y viajaron al vientre de una de las esposas del agricultor Cuando la mujer parió, nacieron los primeros gemelos en aquel pueblo Yorubá. Esto atrajo la atención de todo el mundo. Era la primera vez que nacían dos niños a la vez. Unos dijeron: "Qué buena fortuna para el agricultor". Otros manifestaron: "Esto es un mal signo para el agricultor, ya que sólo los monos paren gemelos".


Pero como los gemelos eran abikus, al poco tiempo murieron. Y los monos retornaron al "lugar de los no nacidos". De nuevo, una de las esposas del agricultor quedó embarazada, y cuando parió, nacieron otros gemelos. Pero como eran monos, al poco tiempo de vida, murieron. Así pasó con todas las esposas. El agricultor
desesperado, porque no podía tener herederos, viajó a un lejano lugar para consultar a Orúnmila. Ifa le dijo: "Tus problemas son provocados por los monos. Ellos están enviando abikus a los
vientres de tus esposas. Tú le has provocado a ellos un gran
sufrimiento, y en venganza ellos hacen Juju (brujería). Permite que ellos coman en tus cultivos, a lo mejor así se apaciguan".
El agricultor regresó a Isokun, y dejó de cazar monos. Los monos comían tranquilamente. De nuevo, una de las esposas del agricultor salió embarazada y parió gemelos. Pero el agricultor, inquieto por sus anteriores experiencias, fue de nuevo a consultar el oráculo de Ifa para asegurarse de que sus hijos no murieran otra vez. Ifa le dijo.. "Estos gemelos no son abikus. Los monos se han apaciguado. Pero tampoco estos gemelos son niños ordinarios. Estos gemelos tienen el gran poder de premiar o castigar a los seres humanos. Su protector es el Orisha Ibeji. Si alguien maltrata a estos gemelos, el espíritu Ibeji castigará a esa persona con enfermedad, pérdidas (embarazos) y pobreza. Y quien trate a los gemelos con bien, será recompensado con hijos y buena fortuna".
Ifa también dijo: "Debes hacer cualquier cosa que los haga felices en este mundo. Lo que ellos quieran, dáselo. Hazle ofrendas al orisha Ibeji. Ya que los gemelos fueron enviados al mundo por los monos. Los monos son sagrados para el Orisha Ibeji. Ni los gemelos ni sus padres pueden matar monos ni comer carne de mono".
El agricultor retornó a Isokun y le dijo a su esposa lo que había aprendido de Ifa. Él le explicó que lo que los gemelos quisieran, había que dárselo. Si querían dulce, se los diera; si querían ir al mercado a pedir, que los cargara y los llevara al mercado; si querían bailar que ella los cargara en sus brazos y danzara con ellos. Así vino la buena fortuna a la vida del agricultor 
Desde este día, los gemelos son llamados: "Adanjunkale" ("con  ojos brillantes en la casa'). El primero que nace es llamado: Taiwo (To—aiye—wo El que viene  a probar la vida). El segundo que  nace es llamado Kehinde  (Ko—ehin—de: El que viene detrás  de otro), y es el mayor de los dos. El pueblo Yorubá dice que Kehinde siempre envía a Taiwo adelante para descubrir si la vida vale la  pena





 







PALABRA Y VIDA: MARTES 28/07/2015






martes
Pedro Poveda;
Catalina Tomás;
Inocencio I; Víctor I;
Nazario y Celso; Bto.
David Carlos
XVII del T.O.
1° del salterio
Éx 33,7-11, 34,5b-
9.28 / Sal 102 / Mt
13,36-43


                                         Mateo 13,36-43

En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo». Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hom-
bre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del
Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los án-
geles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».


Dios tiene la última palabra
La cizaña aparecerá siempre en la besana de la historia. Junto al trigo, la mala hierba. Los «obreros del Señor» quieren siempre arrancarla, como primera medida. Jesús no lo quiere así: nadie está capacitado para enjuiciar, para decirnos cuál es la hierba buena y la hierba mala. Jesús extiende así un manto infinito de comprensión sobre toda la humanidad. «Si supiéramos la última verdad de las cosas tendríamos compasión hasta de las estrellas». Es cierto. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar, salvar o condenar, bendecir o maldecir? Jesús deja ese último juicio a Dios, que tiene la última palabra de la historia. Nos previene el Señor contra el pecado de intolerancia: «destruir lo que no va con nosotros, eliminar al adversario». Jesús es la comprensiónlfinita, finita, la oportunidad permanente de salvación.

Señor, haz que ocupemos nuestro puesto, cumplamos nuestra misión, caminemos por tus senderos, sin apropiarnos de tus juicios. ¡Cuántas veces condenamos, amparándonos en nuestros puntos de vista! ¡Cuántas veces juzgamos por las apariencias! ¡Y cuántas veces nos equivocamos, Señor!  


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