domingo, 2 de agosto de 2015

PALABRA Y VIDA: DOMINGO 02/08/2015







Eusebio de Vercelli;
Pedro J. Eymard; Nª
Sra. de los Ángeles;
Pedro de Osma;
Esteban I
T IV 2° del salterio
Éx 16,2-4.12-15/ 
Sal 77 / Ef 4,17.20
24 /.1n 6,24-35



                                     Éxodo 16,2-4.12-15

En aquellos días, la comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta comunidad». El Señor dijo a Moisés: «Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a prueba a ver si guarda mi ley o no. He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: "Hacia el crepúsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis de pan; para que sepáis que y.;:i soy el Señor, vuestro Dios"». Por la tarde, una banda de codornices cubrió todo el campamento; por la mañana, había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se dijeron: «¿Qué es esto?». Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: «Es el pan que el Señor os da de comer».

Salmo 77
El Señor les dio un trigo celeste.


Efesios 4,17.23-24
 
Hermanos: Esto es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya como los gentiles, que andan en la vaciedad de sus criterios. 
Vosotros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que es él a quien habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la verdad en Cristo Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo corrompido por deseos seductores, a reno varos en la mente y en el espíritu y a vestiros de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas.
1

Juan 6,24-35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?». Respondió Jesús: «La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado». Le replicaron: «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo"». Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed».

Buscar el alimento superior
la gente busca a Jesús porque necesita alimentarse, porque acaso la primera preocupación nuestra será siempre la de no pasar necesidad. Pero Jesús inmediatamente les descubre que existe un alimento superior: no basta el interés por la comida, necesaria de todo punto, sino que hay que buscar lo que es determinante, «la vida eterna», la vida que nos transforma y cambia el mundo. Y proclama abiertamente: «Yo soy el pan de vida». El amor a Jesús, la adhesión a su persona, la escucha de sus palabras, el seguimiento de sus pasos, los valores de su reino —verdad, amor, justicia, libertad—, será lo que sacie nuestra hambre y nos abra de par en par las puertas de nuevos medios para solucionar el hambre. El alimento espiritual será clave para el alimento corporal.





MUNDO YORÚBA:NANA BURUKÚ Y ORISHA OKO




Naná Burukú

Orisha de la llovizna ,del lodo ,de los pantanos y las lagunas. Mediadora entre la vida y la muerte. Su culto es de procedencia Fon ,Ashanti y Arará (Dahomey),sobre todo de territorio Mahi. Madre de Babaluayé ,Ochumaré e Irokó ,esposa de Obbatalá. Su nombre proviene del Yorúbá Naná Burukú (Naná: gran madre o abuela -Burukú:maldad). Naná es anterior a la llegada de Oduduwá a Ilé Ifé y tuvo posteriormente un enfrentamiento con Oggún ,por eso sus animales no se inmolan con cuchillo de hierro ,sino que se trozan con un cuchillo hecho de caña brava. Según el rito Arará ,Naná no se alimenta de la Eyegbale (SANGRE) de los animales ,sino de su espíritu ,es por esto que sus animales mueren asfixiados y luego se trozan con el cuchillo de caña brava. No se hace como Orisha tutelar y se recibe junto con Babaluayé. En la ceremonia de entrega ,se coloca su receptáculo sobre un triángulo pintado en el piso con Osun y cubierto por hojas de tabaco ,se recibe su cetro llamado Ibirí 
Sus otá y mano de caracoles viven en agua de laguna. 



Sus atributos son un cuchillo de caña brava ,un majá enroscado alrededor de la tinaja ,un estómago de metal y el Ibirí.
Su número vibratorio es el 10 y sus múltiplos. Su color de vibración es el blanco y el azul. 





Sus Elekes se confeccionan alternando cuentas blancas de leche con cuentas azul profundo ,otros los confeccionan de
cuentas azules ,blancas y rojas.
Habla en el diloggún por Oché (5) y Ofún Mafún (10). Se le ofrenda manteca sin sal y cala. Se le inmolan gallina, paloma, pollo, gallina de guinea y puerco. 
Sus Ewe son ceiba ,caña brava ,jobo ,sasafrás ,alacrancillo ,apasote ateje ,piñon botija ,bejuco ubí ,casimón ,albahaca ,zarzaparilla ,alejo macho ,artemisa ,caguairán ,cenizo ,copaiba ,chirimoya ,bejuco amarillo ,bejuco ,etc.
Se saluda iMaferefún Naná ,Saluba! 
Un rezo de Naná Burukú:
"Saluba Naná Burukú Iyá Olodo IyálayéOlodo Ayé Ayé"
No se conocen sus. caminos.
Características de los Omo Naná Burukú:
Siempre parecen actuar con calma ,dignidad y benevolencia. Son muy equilibrados y aunque tomar decisiones les lleve bastante tiempo ,con frecuencia las toman con justicia y sabiduría.





PATTAKÍ DE NANA BURUKÜ

Cuando se formó el mundo, Babalú Ayé, Chukuono o Chakpata (San Lázaro) llevaba una vida muy disipada y no cumplía con los mandatos de Olofi. Fue mujeriego y contrajo enfermedades contagiosas. Llegó la peste a la tierra Yoruba. Los sacerdotes consultaron a los dioses a través del Diloggún y vino Métanla. Acordaron que era un oddún fatídico y entonces metieron las caracoles en una cazuela y la taparon con otra, para tener las enfermedades controladas; a Chukuono lo botaron echándole agua mientras le decían: «Ano burukú, unlo burukú.» Despreciado, vagó y se encontró con su hermano Changó, que venía de tierra arará, donde había una gran pestilencia. Chukuono le contó sus penas y le dijo: «Changó, por donde quiera que paso me, gritan "Ano burukú" y me tratan mal.» Changó le enseñó a curar con manteca de corojo, pan y maíz tostado; le dio los secretos de la curandería (secreto trasmitido por Osain) y le dijo que curara a los arará, que estaban esperando a alguien, a quien coronarían rey. Siguió su camino y salvó a los enfermos, fue tratado muy bien y recibido como el asojin o asojuano y es por eso que tomó el nuevo nombre de Asojin. Aún en nuestro tiempo es reconocido y reverenciado con el saludo de jazó baba.






NANA BURUKÜ

Nana Burukú. Orisha mayor. Su culto está en decadencia. Entre nosotros ha sido considerado de una manera por los descendientes de las tribus arará y de otra por los de las yoruba.

El culto de origen arará la considera como Madre de Babalú Ayé o San Lázaro, o hasta uno de sus caminos. Es deidad misteriosa y terrible. Vive en forma de majá, en ríos, manantiales y cañas bravas. Recomienda a sus hijos que vayan al hospital durante doce miércoles y repartan toda la limosna que puedan, que usen el collar de los Ibeyis y los adoren, porque a ellos les deberán su bienestar. En algunos lugares se le invoca en ojos de agua, lagunas, pocetas y las desembocaduras de los ríos, aunque en los sábados santos se le puede llamar inclusive en los pozos.

Según el iworo Valentín Angarica: «Nana es Madre de las Aguas Dulces.» Pero también de las aguas fangosas de los pantanos. Babalú y Nana parecen proceder del tronco ewe-ashanti; sus cabildos fueron establecidos por los minas, fon y arará. Su culto se extendió por Oriente, Las Villas, Matanzas y la zona de El Cotorro, en La Habana, por medio de la familia Fresneda. El culto de origen yoruba la considera Madre de Dios y Abuela de todos los Obatalás. Se representa por un triángulo isósceles al que se le pone yeso y humo de tabaco. Nace de Ongo-Burukú, San Pedro y Santa Ana. Al igual que Obatalá, es hembra y macho. Al bajar tiembla y babea. Su poder es inmenso.

En el Diloggún habla en oché (5) y en ofun (lo). Su día es el viernes, pero también el sábado santo.
Receptáculo: Tinajas que llevan siete piedras con huecos, más un majá y una mano de caracoles.
Atributos: Estómago de metal, cuchillo de caña brava. Le pertenece iroko (la ceiba), la caña brava (su casa) y trabaja con el majá en un círculo.
Herramientas: Cuchillo de caña brava (con el que sacrifican a sus animales).
Collares: Perlas blancas, rojas y azules.
Ropa: De refajos de todos las colores, con sombrero de yarey.
Animales: Chiva, gallina, paloma, pollo, guineo, pato, puerco (solo en Agrámonte, Perico, Colón y Cárdenas), y se sacrifican con cuchillo de caña brava.
Bailes: Al bajar tiembla y babea, aunque no pierde su dignidad. También se arrastra como el majá; en ese momento se le unta manteca sin sal.
Castigos y protección: Apoplejía.
Monte (Ewe): Caña brava y jobo.
Hijos: Siempre actúan con calma, dignidad y benevolencia. Son muy equilibrados y, aunque sus decisiones les llevan bastante
tiempo, siempre se orientan a la sabiduría y la justicia. Aman a los niños y tienden a tratarlos con la indulgencia de los abuelos.



Catolización: Se sincretiza con Santa Ana, madre de la Virgen. Santa Ana era esposa de Joaquín Galilea y estuvo veinte años sin tener descendencia. Suplicó al Señor que se, la concediera, prometiendo que la dedicaría a su servicio. La complació anunciándole que tendría una hija bienaventurada entre todas las mujeres. Ana era piadosísima y dedicaba una tercera parte de los modestos ingresos familiares para repartirla como limosnas entre los pobres. Su celebración es el 26 de julio.



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Oricha Oko
Orisha de la tierra, la agricultura y las cosechas. Protector de la labranza y los arados. Proviene de territorio Saki, al oeste de Oyó. Es considerado el arbitro de las disputas, especialmente entre las mujeres ,aunque a menudo es el juez de las disputas entre los Orishas. Es un trabajador afanoso y guardador de secretos, se dice que sus testículos cuelgan hasta el suelo, por su férrea castidad. Es el que provee de alimentos al mundo, por ser la tierra misma. Asegura la prosperidad de las cosechas, quizás por esto su culto se perdió en Brasil, dado que los esclavos no deseaban la prosperidad de las cosechas de sus amos.Sus mensajeras son las abejas y representa la prosperidad y la fecundidad, por eso las mujeres estériles recurren a él. Forma una importante trilogía con Oke y Oggué, responsables de las cosechas, las lluvias, el fuego interno capaz de partir la tierra y los animales.




Hijo de Obbatalá y Yembó. Fue esposo de Olokún de quien revelo su condición de hermafrodita y aunque esta lo dejo, siempre viven juntos (el mar y la tierra), también tuvo amoríos con Yemayá, que lo sedujo para quitarle el secreto del ñame y entregarselo a su hijo Changó.
Tiene dos personalidades, de día representa al hombre puro y perfecto, de noche se disfraza de Ikú (la muerte). Recibe los cadáveres que le entrega Yewá y los que le envía Oyá a través de Babaluayé.
Vive también en los tejados. Su nombre proviene del Yorúbá Órisá Okó (Oricha del Labrador).
No se recibe como Oricha tutelar en tal caso se hace Yemayá con Oro para Oricha Oko. Su receptáculo es una vasija de barro pintada de rojo y blanco y que contiene tierra arada, en algunos casos la tierra misma es su lugar.



Sus atributos son dos cocos secos, cargados y pintados de rojo y blanco (Osun y Efún), tierra de arado, una tinaja pequeña con su secreto, una mano de caracoles, 7 caracoles de tirabuzón o de tierra, una teja pintada de blanco con 7 rayas rojas, una otá recogida en el campo y su herramienta, que consta de un labrador, con su sombrilla y dos bueyes tirando el arado. 
Su color de vibración es el rojo y blanco. Su número vibratorio es el 7 y sus múltiplos. 









Sus Elekes se confeccionan de cuentas blancas con una pequeña línea roja, también por la escasez de este tipo de cuenta se realizan intercalando 7 cuentas rosas o lilas y 7 cuentas azul turquesa pálido (celeste). 
Habla en el diloggún por Eyeunle (8) ,Eyioko (2) y Oddí (7). Se le ofrendan todos los frutos cosechados, todo tipo de carnes secas, ñames, frijoles, etc. Se le inmolan chivos, palomas y gallo. 



Sus Ewe son la bibijagua o campana, bejuco colorado, bejuco perdiz, bejuco guarana, bejuco lechero, boniato, jiba, ñame, peregún, chirimoya y peonía.
Se saluda  Maferefún Oricha Oko! 
Un rezo de Oricha Oko:
"Oricha Oko oní okuni Igbi kuji Oricha Oko Maferefún to iban Echú".
Características de los Omo Oricha Oko:
Son persones discretas, trabajadoras y responsables. Pendientes de las personas que de alguna forma dependen de ellos. Además tienen una mentalidad clara. Su justicia está regida por el deseo del bien común. No son amigos de fiestas ni mujeriegos, además tienen un respeto extraordinario por el ser humano.





PATTAKÍ DE ORISHA OKO.

Obatalá tenía grandes plantaciones de ñame. El ñame era fruto sagrado, con poderes mágicos: en la noche hablaba como una persona y podía hacer hablar a éstas durante el sueño. Obatalá necesitaba alguien que atendiera los cultivos, pero tenía que ser muy discreta, porque se hacían mediante una fórmula secreta. Como no podía ser fiestero ni mujeriego, Obatalá se decidió por Orisha Oko, un joven labrador conocido por ser no sólo muy serio sino también casto. Fue así que los ñames crecieron debajo de la tierra sin que nadie supiera cómo.




ORISHA OKO. 

Orisha mayor. Deidad de la tierra, la agricultura y las cosechas. Patrono de los labradores. Es considerado árbitro de las disputas, especialmente entre las mujeres, aunque en general es el juez que celebra los juicios y pleitos entre orishas. Es afanoso trabajador, guardador de secretos y casto, por más que los testículos le cuelguen hasta el suelo. Asegura la prosperidad de la tierra y las abejas son sus mensajeras. Las mujeres estériles recurren a este orisha de la fecundidad. Junto a Oké y a Oggué forma una trinidad responsable de las cosechas, las lluvias y el fuego interno que hace parir a la tierra y los animales.




Es el responsable de la alimentación en el mundo, ya que es la tierra misma, el espíritu generador que anima las plantas y los animales. Devora los cadáveres que le entrega Yewá, aunque también Oyá le proporciona cadáveres a Babalú para Oko. Fue marido de Olokun y siempre están unidos (la tierra y el mar). Contó al mundo que Olokun era hemafrodita y por eso se escondió en el fondo del mar. Se peleó con Yemayá cuando ésta lo sedujo para entregarle a Changó el secreto de la siembra del ñame.

En el Diloggún habla por Eyioko (2). Sus días son el lunes, el martes y el 12 de cada mes. 
Sus colores: rojo y blanco. 
Su celebración el 22 de marzo.
En Palo se le llama Musilango En Fón y en Haití: Zaka.









Receptáculo: Fuente plana de porcelana. Sobre la fuente lleva una cazuelita de barro con dos cocos y una mano de caracoles. En La 
fuente también hay una teja colectada, horizontalmente y un arado con parasol, tirado por dos bueyes.
Atributos: El acheré, o güiro que se utiliza para llamarlo, está pintado con frayas longitudinales en rojo oscuro y blanco.
Herramientas: Arado con parasol y bueyes. Todo tipo de utensilios de labranza.
Collares: Siete cuentas rosadas o lilas y siete azul turquesa pálido. Se le puede adornar con corales. También se utilizan cuentas blancas rayadas de rojo.







Animales: Paloma, gallo y chivo. Después del sacrificio se entierran, aunque en otra rama de la santería los tiran a los tejados.
Comidas: Todos los frutos cosechados de la tierra. Todo tipo de carnes secas, los ñames, los frijoles y las babosas.
Bailes: No se sube y, por lo tanto, carece de una coreografía específica.



Monte (Ewe): Árbol de bibijagua o campana, bejuco colorado, bejuco de conchita, bejuco guaraná, bejuco perdiz, bejuco lechero, bejuco sabanero, bejuco vergajo, boniato, jiba y ñame.
Hijos: Hombres discretos, trabajadores, responsables. No son amigos de fiestas ni mujeriegos. Se suele recurrir a ellos para arbitrar en disputas.








Catolización: Se sincretiza con San Isidro Labrador. Este santo pasó la mayor parte de su vida trabajando en el campo. Se cuentan muchos milagros en su actividad como labrador e inclusive, que algunas veces los ángeles le ayudaban en sus faenas. Fue canonizado en 1622. Sus imágenes suelen representarlo trabajando en el campo, lo que en la mente del africano su fusión con la deidad yoruba de las cosechas resultó muy natural.






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