EGUNGUN O EGUN: DIVINIDAD DE LOS ANTEPASADOS.
Debemos aclarar que Egungun o Egun es una
divinidad u Orisha, como Shangó, Oshün, Olokun y no la muerte como muchos piensan.
Este Orisha, conocido como el espíritu de los antepasados, los padres difuntos, el muerto, mojiganga o gungajingue y Ara Orun, el ciudadano del Cielo.
El espíritu de los antepasados se materializa en Egun. Este es la encarnación de los espíritus en una persona muerta de quien se cree que ha venido de Orun (el mundo espiritual) a visitar a sus hijos; de aquí que se le llame Ara Orun ( El ciudadano del Cielo) En esta forma materializada, el Egun se viste de Ago, una ropa o vestuario hecho de telas de diferentes colores y que se cose de manera tal que cubre a la persona de la cabeza a los pies, ninguna parte del cuerpo de Egun puede ser visible. Este se pone unos zapatos improvisados que le cubren los pies y un velo de malta en la cara para facilitarle la visión, pero también pará ocultar su identidad. Se le atribuye, además, un tambor característico, el aberón (machete utilizado en los sacrificios) y Alapata y Alate Orun ( símbolo del culto Egun) El Egun habla con voz gutural.
Muchos Egun utilizan diferentes máscaras o amuletos que se han puesto negros debido a la gran cantidad de años que han estado en contacto con la sangre de sacrificios. Se cree que la persona viva que se pone el traje de Egun de la familia (Ago) también adquiere los poderes espirituales de los antepasados que representa.
En esta forma materializada, el Egun puede hablarle a los vivos y rogar por ellos. iA él se le rinde todo el honor y respeto que se le debe rendir a tan majestuoso visitante del Cielo! A las mujeres y a los iniciados les está prohibido acercársele y los hombres que se le enfrentan deberán quitarse el sombrero y los zapatos, y postrarse. En días pasados, tocar el Egun significaba la muerte para los no iniciados.
El espíritu de un antepasado en particular, puede invocarse para que asuma una forma material, aparezca solo, y le hable a los hijos vivos y a las viudas, dándole la seguridad de la atención espiritual y las bendiciones que ellos deseen. En ocasiones festivas, se puede llamar a los espíritus de todos los antepasados, y entonces verán muchos Egun en las calles de las ciudades, pueblos y aldeas, que pasan de una casa a otra y de una a otra calle, bendiciendo a los vivos y recibiendo ofrendas. Esta fiesta anual de los Egun puede muy bien describirse como la fiesta de "todos los difuntos" de los Yorubas.
Las ceremonias de la sociedad Egun se realizan entre los meses de mayo y junio en un festival llamado Ikenle, una de las festividades más importantes de la cultura Yoruba y respetada por los demás territorios, debido al poder místico que representa.
Este festival dura ocho días y comienza con ceremoniales secretos en donde sólo participan los sacerdotes de Egun, cuyo máximo representante recibe el nombre de Alagba, quien es asistido por otros de menor rango llamados Alaran, Ejorun y Aken.
Con relación al Egun, se debe mencionar que siempre que en un pueblo o aldea se produzcan calamidades terribles y exista la necesidad de ofrecer un sacrificio propiciatorio, la práctica común es que un Egun lleve el sacrificio prescrito al lugar adecuado en medio de la noche.
La idea que existe con relación a esto, es que los antepasados están cerca de las divinidades (Orishas) por un lado, y de sus hijos vivos por el otro; por eso pueden fácilmente interceder con las divinidades enfadadas en nombre de sus descarriados y arrepentidos hijos.
Para algunas personas, el culto a los antepasados puede parecer burda superstición. Pero esto no es así. La verdad del asunto es que los Yorubas, al igual que otros grupos étnicos africanos, lo utilizaron como un modo de protestar contra la muerte. Este culto responde al rechazo humano de reconocer que con la muerte termina todo, al deseo de sobrevivir, responde a algo que está arraigado en la naturaleza humana.
Nota: Este Orisha prohíbe la ropa roja.
La arboleda sagrada dedicada a su culto en específico se llama Igbo Igbale, Igbo Opa o Igbo Egun ( bosque)
Al Orisha Egun se le ofrecen nueces de kolá, ginebra, carnero,carnera, chivos, chivas, gallos, gallinaS, palomas, aceite de palma, panes fríos de maíz, resupo de frijoles, maíz cocido, vino de palma, pimienta de guinea.
La planta que le corresponde a Egun es conocida vulgarmente como Mar Pacífico, cuyo nombre en Yoruba es Atorí y su nombre científico es hidiseus rosa sinesis. Esta planta se encuentra en cualquier jardín común y su origen es del continente asiático.
Esta flor se emplea en cocimientos con azúcar y goma Arábiga para la tos y la ronquera. Se prepara un refresco para brindar y agasajar a Egun.
Egungun son aquellos espíritus que estan relacionados con nosotros por la sangre y a través de nuestro ascendencia de Orishas. Todos los otros son Araorún. Los Iwin son entidades negativas, usualmente espíritus de personas que han muerto antes de su debido tiempo, por suicidio o a través de la influencia de brujerías o encantamientos.
Aunque no es una práctica ortodoxa, hay Olorishas que rinden homenaje en sus Moyugbas a sus guías espirituales. Esto es un error. Estas entidades son reconocidas en un segmento particular y generalizado de la Moyugba, y no deben ser incluidos entre nuestros Egún porque ellos simplemente no son Egún. Araorún como veremos son reconocidos en la estrofa final del segundo segmento cuando decimos:
Mojuba gbogbo wán olodó araorún, oluwó, iyalosha, babalosha, omó kolagbá Egún mbelése Olodumare
Los Lukumí considera a los ancestros tan importantes y sagrados como los Orishas y merecedores del mismo respeto. En efecto, Los Egun complentan al Orisha como se aclara en el proverbio Ikú lóbi osha, que significa El muerto parió al santo.
En esta etapa en la Moyuga, unos ancestros son llamados para que nos ayuden en la propia ejecución de las ceremoniás y ofrezcan su apoyo y sabiduría para el beneficio de los presentes. Después tenemos que saludar a los devotos de Egungún, cuando rendimos homenaje a aquellos ancestros que acompañan a nuestros primeros iyalorishas -madrinas; babalorishas -padrinos; oyugbona- segunda madrina, la asistente de la iyá o babalorisha en ese orden y despues todos aquellos presentes dentro de la casa.
La tercera parte y final consiste de un rezo a Oloddumare y a todas las otras entidades que llamamos antes para que ellos aseguren el bienestar de los devotos, de su compañera en la vida y de todos aquellos que puedan estar presentes. Los rezos se dicen para que no llegue el daño a ninguno de los presentes y para que no los aflija el infortunio que no este dentro del destino escogido.