LA CREACIÓN DE LA TIERRA SEGÚN LA TRANSMISIÓN ORAL Y LA MITOLOGÍA YORÚBÁ
¿Qué hemos aprendido de la gente de acuerdo a las tradiciones orales acerca del mundo en que vivimos? ¿Quién hizo este mundo y toda la riqueza que se encuentra en él? ¿Cómo debemos manejar las dificultades del mundo?
Los sacerdotes que hemos hecho un estudio ciertamente minucioso de nuestra cultura nos damos el lujo de afirmar sin vacilación que Olódumaré es el que originó todos los seres vivos y es la base de todas las formas del universo. Esto es un hecho irrebatible que esta plenamente impregnado en la mente de los sacerdotes.
De toda la evidencia que los Yorubá han absorbido de las tradiciones orales, nunca han pensado en nada antes de la existencia de Olódumare, el creador. Como todos los creyentes y pensadores jóvenes con respecto al origen del propio Olódumaré existen muchas dudas, pero cuando esta pregunta viene a su entendimiento, es detenida rápidamente como el peligroso principio de una inquisición irreverente y fuera de contexto.
La existencia de Olódumaré como el ser eterno ha sido aceptada para todos los propósitos prácticos como un hecho más allá de la pregunta. Es está fe básica la superestructura en la que reposa la creencia Yorubá.
Hay divinidades, sobre todo las principales, que fueron traídas a la existencia por Olódumaré y que son sus ministros llevando a cabo, cada uno en su manifestación en la naturaleza. las funciones que se relacionan con la creación y el gobierno teocrático sobre la tierra. Pero acerca de cuando comenzaron a ser divinidades, existe poca información. Ellas se presentan a nosotros por primera vez en relación con la creación de la tierra y las formas que en ella iban a existir. ¿Y qué hay acerca de la creación del hombre o mujer original? ¿Cuándo tuvo lugar y cómo? Todos estamos plenamente consientes que las divinidades y los seres humanos fueron creados por Olódumaré, quien también autorizó sus destinos. De acuerdo con la tradición oral, ciertas criaturas quienes fueron las que formaron el principio del control humano en la tierra, han estado aun antes de la existencia de la tierra misma, sin embargo, existen otras hipótesis que nos muestran que las divinidades fueron las primeras en ocupar la tierra y fueron de estas divinidades que el hombre nació. Esta hipótesis nos enseña que las divinidades son justamente ancestros, y que alguna vez ocuparon la tierra, esta teoría debió iniciar con mitos que nos muestran a las divinidades en quehaceres humanos aquí en la tierra. Nosotros realmente poseemos escasa información para dudar, sin embargo, podemos estar seguros que hay divinidades que son claramente del reino celestial, muy distintas a los antepasados deificados, aunque ha habido ancestros que por la fuerza interna de su carácter, absorto en ellos a sus apoteosis atributos que pertenecían a algunas de las divinidades mas heroicas, y de ahí que se les clasifique para el panteón de divinidades Yorubá (como nos los muestra el caso de $hangó). La tradición oral Yorubá describe una gran variedad de hipótesis sobre el origen de la tierra. una de ellas nos cuenta como 0lódumare descolgó al antepasado del pueblo Yorubá "Oduduwá" por medio de una cadena desde el cielo hasta Ilé Ife, trayendo con él una gallina. un poco de tierra y una semilla en la palma de su mano. La tierra cayo en el agua y la gallina la removió para convertirla en el territorio Yorubá, de la semilla creció un árbol con dieciséis ramas que representan al reino original de los dieciséis territorios mitológicos.
Ahora procederé a contar más detalladamente 3 hipótesis de la cultura Yorubá que no pasan de ser simples conjeturas de la creación de la tierra y su riqueza.
1ª Hipótesis: Lo que es ahora nuestra tierra era una vez un terreno acuoso y pantanoso. La verdadera morada de Olódumaré y las divinidades junto con algunos otros seres era el cielo del cielo. En cierto modo. el lugar acuoso constituyó, de alguna manera. el lugar recreativo para los moradores del cielo, ellos solían descender por cuerdas de tejidos de araña que formaban puentes por los que ellos caminaban sobre este tenerlo. algunos de ellos bajaban ocasionahnente con el propósito de cazar. En realidad lo que motivo a Olódumaré para deliberar en crear la tierra sólida. nadie lo sabe, sin embargo, él concibió la idea y enseguida la llevó a cabo. Convocó a Órisá nlá, la divinidad suprema en jerarquía a su presencia, y le adjudico la responsabilidad de crear la tierra. Para el material de construcción le proporcionó un sobre hecho de hojas que contenía tierra suelta (1), y como herramientas, una gallina de cinco dedos y una paloma. Cuando órisa Nlá llegó al lugar del mandato de Olódumaré, soltó la tierra en una favorable porción de terreno acuoso, posteriormente soltó a la gallina y la paloma. estas inmediatamente escarbaron sobre la tierra esparciéndola y cubriendo gran parte del terreno acuoso, fue entonces que orisá nlá regresó e informó a Olódumaré que el trabajo había sido realizado satisfactoriamente, al escuchar esto. Olódumaré le dio la tarea al camaleón (2) de bajar a inspeccionar el trabajo que había cumplido Órisá Nlá. De la primera visita, el camaleón regresó con el informe que la tierra era adecuadamente extensa, pero que aun no estaba plenamente seca para un cabal funcionamiento, de la segunda visita, regresó con el regocijo de informar que en esta ocasión la tierra se encontraba sobradamente seca y con la extensión apropiada.
La sagrada porción de terreno acuoso dónde el trabajo fué iniciado se nombró Ifé.
La creación de la tierra se completó en cuatro días y el quinto día fue reservado para descansar y venerar a Dios. Cuando Olódumaré estuvo satisfecho al ver que el trabajo había sido cabalmente realizado, envió de regreso a la tierra a Órisá Nlá para embellecerla y abastecerla con ciertos elementos, sin embargo en esta ocasión envió a Orúnmillá para acompañar a Órisá Nlá con el propósito que este fuera su consejero. Olódumaré dio a Órisá Nlá el primitivo árbol de Palma (Igi .Ópe) (3), con la instrucción que fuera plantado y el jugo de este diera vino de palma (Emú Opé), sus semillas dieran aceite rojo de palma (Epo pupa — manteca de corojo), así como los granos sirvieran de comida. También le dio otros tres árboles que estaban llenos de savia, éstos fueron el árbol de caucho de seda (Iré) el árbol de madera blanca (Awún), y el árbol Dódo, éstos también fueron plantados con el propósito que se propagaran y sus jugos abastecieran de bebida a los futuros habitantes. Cabe mencionar que aun no había lluvia en la tierra. Olódumaré dijo (refiriéndose a la gallina y la paloma originales que se habían usado para extender la tierra):
"se deben aumentar de algún modo y con esto proveer de carne a los moradores en la tierra"
Orisá Nlá bajó a la tierra y realizo lo que Olódumaré le había comunicado, cuando todo estuvo listo Orelúeré, uno de los seres que habían sido creados antes de que la tierra fuera totalmente terminada. fue enviado a la tierra para ser el líder de un grupo de seres de su misma especie, Orelúeré los trajo como se le instruyó y se convirtieron en el primer grupo de ocupantes de la tierra.
Cuando los asuntos de la tierra habían corrido durante algún tiempo y sus habitantes se estaban multiplicando, fue descubierto que no había suficiente agua para el uso de los habitantes de la tierra, por consiguiente, Órisá Nlá apelo a 0lódumaré y como resultado la lluvia empezó a caer.
Órisá Nlá fue asignado por Olódumaré a otro trabajo especial, le fue dado el compromiso de crear los rasgos físicos humanos, no está claro en la tradición oral cuando empezó este trabajo, sin embargo esta fue la tarea asignada a Órisá Nlá, desde ese tiempo en adelante Orisá Nlá se convirtió en el escultor de los seres humanos. Es imprescindible mencionar que el derecho de dar vida, 0lódumaré se lo reservó para él mismo y nadie más. La instrucción dada a Órisá Nlá fue que al completar su tarea en la creación de los seres humanos, encerrara en un cuarto la forma inanimada de la especie humana y dejara el lugar a Olódumaré, entonces Olódumaré vendría, daría la respiración o aliento de vida (Elémií) y así completaría la creación del ser humano.
El Itam (verso,leyenda), que apreciaremos a continuación nos narra cómo Órisá nlá tuvo envidia de Olódumaré por tener el derecho de ser el único dador de vida, y por ello hizo un plan para espiarlo.
En una ocasión Órisá Nlá ya había completado su trabajo de moldear a los futuros seres humanos, sin embargo, en esta oportunidad en lugar de guardar la forma humana sin vida e irse del cuarto destinado para esta tarea, aseguró el lugar y se escondió en una esquina esperando la llegada de Olódumaré. El magnánimo al llegar y gracias a su grandioso don de omnisciencia, sabía perfectamente que Órisá Nlá lo estaba espiando, sin embargo en vez de castigarlo por su falta, lo dejo en un profundo sueño del cual sólo pudo despertar cuando todas las esculturas humanas sin vida se habían convertido en seres humanos con aliento de vida. Desde ese tiempo a Órisá Nlá no le quedo más remedio que conformarse con realizar únicamente las tareas aprobadas por Olódumaré.
Como hemos notado en el anterior itam, a Órisá Nlá se le asignó el trabajo de "creador" y se le dio la opción de formar a su voluntad a los seres humanos, perfectos o imperfectos y de cualquier color que él pretendiera que fueran, el minusválido, el manco. el albino, etc. son apreciados como contrastes especiales de su elección. o muchas veces de su descontento, sin embargo, estos errores realmente son ocasionados por un Orisá considerado el confidente más cercano de Orisá Nlá llamado:
Edum béléjétíí se Omoyé olí igbó
Conjuntamente con Órisá Nlá, la única divinidad en conocer los secretos del hombre es Órúnmillá. Esto se debe a que Orúnmillá estaba con Olódumare en el principio de la creación y sabía cómo empezaba y terminaba el trabajo. Él conocía el secreto de todas las otras divinidades y por ello es llamado:
"Eléri ipín, Ibikeji Olódumare"
"El testigo de la creación o del destino. el suplente de 0lódumare"
Desde el principio de la creación. Orúnmillá ha tenido una extraordinaria sabiduría y sensatez. debido a estos atributos es el brazo derecho de Olódumare y por ello fue enviado para ser el consejero de Órisá-Nlá en todos los asuntos concernientes al mundo, Orúnmillá ha sido la mayor divinidad de todas las demás, y ha sido consultado como consejero. guía y protector.
Como hemos apreciado en la anterior historia pareciera que cuando el mundo comenzó. todos los seres que habitaban en él podían viajar al cielo, regresar cuando lo desearan y tener contacto directo e inmediato con Olódumare.
Las tradiciones orales cuentan que el cielo estaba muy cerca de la tierra, así que uno podía estirar la mano y tocarlo. Esto se puede tomar como una metáfora pero no hay duda que en la cultura Yorubá se cree que hubo un tiempo que no habían limitaciones para la comunicación entre la tierra y el cielo. Hubo quizás un tiempo dorado o un periodo en el que existió una especie de jardín del edén, sin embargo algo aconteció y hubo una frustrante distancia entre el cielo y la tierra. Una historia cuenta que una persona ambiciosa tomó demasiada comida del cielo, otra historia cuenta que una mujer tocó la superficie del cielo con su mano impura. Ciertamente en todas las leyendas el motivo es el mismo, el hombre faltó en contra de Dios e inmediatamente después hubo una barrera que les interrumpió el acceso al cielo de forma no restringida. El privilegio de poder tener sexo sin ninguna mala consecuencia y de tomar las bondades del cielo desapareció.
Es obvio que desde el principio las divinidades han sido ordenadas para ser ministros de Olódumaré en el gobierno teocrático del mundo, un estudio de las tradiciones orales sugiere que la culpa de los hombres ha hecho que el estatus mediador de las divinidades crezca.
Para el mito de la creación de la tierra hay una variante que no podemos ignorar. se ha mencionado anteriormente en ésta primer teoría que Órisá Nlá creo la tierra con las herramientas que Olódumare le proporciono. esta variante nos menciona a otra divinidad cuyo nombre es Odúduwá quien realizó las instrucciones que Olódumare le dio a Órisá Nlá y nos cuenta que cuando Órisá Nlá recibió las instrucciones dadas por Olódumare se marchó del lugar, sin embargo durante su trayecto. Órisá Nlá se puso muy triste y tomó una ración de vino de coco, se puso muy borracho y cayó en un profundo sueño. A ciencia cierta no sabemos cuánto tiempo durmió. pero Olódumare se preocupó por él y envió a Odúduwá para que investigara por qué había tardado tanto tiempo en regresar. Odúduwá bajó a la tierra a través de una cuerda y encontró a Órisá Nlá acostado y dormido. No lo despertó ni se sintió mal por él. simplemente recogió las herramientas y materiales y llevo a cabo la tarea anteriormente impuesta por Olódumare para Órisá Nlá. La acción de Odúduwá recibió la aprobación de Olódumare y reemplazó a Órisá-Nlá, no solo del honor de ser el creador de la tierra, sino también en la importancia sobre todas las otras divinidades.
Se tiene que decir que ésta variante no puede ser ignorada porque despierta una pregunta muy significante que envuelve la historia de la creación de la tierra y la cultura Yorubá ¿quién es Odúduwá? sin embargo la respuesta a esta interrogante la veremos en los próximos capítulos de esta colección de textos.
Haciendo un pequeño análisis de la formación física de los seres humanos. tradicionalmente los Yorubá han sostenido la existencia de una concepción tripartita de los mortales:
Elemí — El aliento de vida.
Orí ínú - La cabeza interna.
En la cosmogonía Yorubá esta concepción se explica de la siguiente manera:
Olódumaré, como lo vimos en la anterior teoría. asigna a Órisá Nlá la formación del cuerpo físico de una persona. por ello moldea el pecho. los huesos, los músculos y los órganos principales. Sin embargo la tradición oral nos indica que la cabeza física y el cerebro son moldeados antes del nacimiento por una divinidad que se llama Ájalá (Ajalá mopin). y los brazos. manos, piernas, etc. le corresponden en su formación a Ógun, divinidad del hierro.
Una vez que Ara ha sido satisfactoriamente moldeado, Olódumaré le proporciona Elemí (la respiración divina de vida la cual es la proveedora de las facultades mentales. la palpitación del corazón. etc).
Posteriormente que ha sido añadido Elemí al Ara. el emí (alma humana) que reside en el reino de los ancestros llamado Orún va a la casa de Ájalá para buscar su Orí y su Orí inú, y agregarlos a su Ara. Ifá en todo momento se basa en la creencia de Átúnwá que se traduce literalmente como "el carácter viene nuevamente". Esto se refiere al concepto de Ifá de la reencarnación que nos expone que el alma humana "Émí" sobrevive la muerte física y renace en un niño recién nacido. De acuerdo con Ifá, Atúnwá ocurre en el mismo linaje familiar, esto significa en términos simples que un abuelo puede regresar a la vida como nieto. etc.
Ifá también enseña que antes de que acontezca Átúnwá, el Émí que
aun esta residiendo en Órún, hace un convenio con la creación y establece las lecciones que tendrá que aprender en la siguiente etapa de Átúnwá. Este convenio es conocido como ..,Ayanmó—ipín que como dijimos anteriormente significa destino. Orí Inú es el portador de Ayánmó—ipin (el destino de una persona y su personalidad). El concepto de la religión Yorubá de iyanmí—:Ipín esta basado en la creencia que cada persona elige su destino individual en el cielo ante el altar de 0lódumare, por lo tanto Olódumaré únicamente aprueba nuestra decisión y no interviene jamás en nuestra petición.
La razón del por que somos nosotros en nuestra etapa espiritual quienes escogemos nuestro Ayanmó --ipin antes de partir a la tierra, radica en que realmente nosotros somos los que debemos decidir lo que deseamos. y no tener que realizar lo que no es nuestra voluntad.
Los Yorúbá creen que la gran mayoría de los seres humanos no encuentran su Ayanmó —ipín Iré (destino positivo), y esto es debido a no realizar los sacrificios necesarios en el cielo antes de partir a la tierra, o quizás. por no ser perseverantes en encontrar su Ayanmó ipin Iré. Todo el que va ante el altar de Olódumaré siempre pide una vida llena de satisfacciones personales. el problema no consiste en lo que uno pueda pedir, mas bien recae en no hacer los sacrificios necesarios. Nadie viene al mundo con un Ayanmó Ipín burúku (destino negativo). Es ilógico pensar que 0lódumare discrimine en ordenar a algunos convertirse en exitosos y a otros en convertirse en fracasados, cuando un ser humano se encamina del cielo a la tierra, generalmente se le marca algún tipo de sacrificio, estos sacrificios no siempre se realizan en el cielo, por esto la persona puede ir tropezando constantemente por la vida hasta que logra (en algunos casos) encontrar a un sacerdote que maneje correctamente algún oráculo, o clarividencia. que le indique o le recuerde los sacrificios que se debieron haber hecho en el cielo.
El concepto Yorúbá nos indica que aquellos que no tratan de buscar los oráculos sagrados para conocer la causa de sus problemas, son los que jamás verán una solución en su Ayánmó—ipín.
Los niños son guiados por sus padres en los primeros años de vida,
sin embargo, no es recomendable imponerles los gustos y las ideas.
ellos van desarrollándose en el destino que ellos mismos escogieron. Mayormente. en los casos donde los padres imponen sus deseos sobre los hijos, ese niño(a) crece como una persona frustrada que quizás al crecer estudie una carrera universitaria que no sea la que realmente anhela, ese es uno de los casos donde nosotros como padres estamos actuando como entes de "Elénini" (El obstáculo — en la segunda hipótesis veremos quien es Elénini).
A continuación mostramos un Ese Ifá del Omo Odú Ogbé Okánrán que nos indica esta teoría:
Erínkuin ton ton ton lóde, Ére kéni óje teré olí ókókó ko oha
Estos fueron los Awo que interpretaron a Ifá para Ogbé Ókánrán cuando este dejaba el cielo para venir a la tierra.
Le dijeron que hiciera Ebo (4) para poder vivir mucho tiempo en la tierra, y evitar así el peligro de arruinarse a si mismo.
Ogbé Ókánrán se negó rotundamente en realizar el Ebo, y hasta llego a jurar que estremecería a la tierra y sus habitantes. Debemos mencionar que en aquella época la tierra se notaba extremadamente draconiana.
Al llegar al mundo, Ogbé Okánrán realmente le hizo la vida imposible a los seres humanos, por ello las personas de su localidad se reunieron y fueron a ver al medico hechicero para que les dijera que hacer con Ogbé Okánrán. Este les dijo que Ogbé Ókánrán viviría únicamente 30 años, no satisfechos con esto, fueron a ver al sacerdote de Ifá que antes de hacer adivinación les dijo que al menos viviría 20 años.
Debido a que este era el único sacerdote de Ifá que se encontraba en los alrededores. ellos decidieron que les realizara una lectura oraculár y con ello saber como acabar con Ogbé Okánrán, Ifá a través del sacerdote les dijo que aquel hombre estaba preparado para la muerte. aconsejándoles. que hicieran con una gallina, al salir de la adivinación realizaron el Ebo y al poco tiempo. Ogbé Okánrán
falleció, reencarnando (Atúnwá) en Ilé Ifé donde le habían dicho que hiciera un banquete con chivas y le brindara un chivo a Esú. Oní Máátee Ifá mi, Kútú ówuró Ouni Máá, gbígbo re
Fueron los sacerdotes que interpretaron a Ifá para Ogbé Ókánrán cuando el vino a la tierra de Ilé Ifé. Le dijeron que le hiciera una fiesta a los ancianos de Ilé Ifé con una chiva. Ogbé Okánrán realizo la fiesta y los ancianos rogaron por él. le determinaron el camino para practicar el arte de Ifá y de esta forma Ogbé Okanrán se hizo famoso. Aquí se puede ver la importancia del por que para que el Ayánmó ipín se torne positivo en nuestra vida, debemos cumplir con los Ebo (sacrificios) requeridos.
Ifá revela que antes que cualquier persona parta del cielo a la tierra. se le aconseja obtener permiso de las divinidades guías. si se acata el consejo de hacer los sacrificios requeridos. encontrara en el mundo un lugar placentero, pero si se rehúsa a realizar los sacrificios en el cielo, a menos que los realice en la tierra estará destinado a tener todo tipo de problemas durante su estancia en la tierra. Estos sacrificios incluyen fundamentalmente un macho cabrio (chivo) como inevitable y sistemática ofrenda a Ésu, quien es muy dado a ayudar a aquellas personas que cumplen el sacrificio y a perjudicar a aquellos que dejan de hacerlo, incluso a través de la muerte prematura (Ver capitulo ¿Quien es Ésu — Elégbá).
En Ifá hay un proverbio que dice.
"Si no importa hacia donde te dirijas, cualquier camino te llevara"
Esto se refiere a aquellos que se niegan a tomar con seriedad el hecho de averiguar cual es su Ayánmó—ipin.