lunes 5
Témporas de
acción de gracias
y de petición,
feria mayor
Atilano; Froilán; Gala;
Catrina; Ventura;
Faustina Kowalska
Oficio propio
Dt 8,7-18 /5a11Crón
29,10-12 / 2Cor
5,17-21 / Mt 7,7-11
Mateo 7,7-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!».
Tres actitudes para hacer oración
Las témporas marcaban el tiempo de cada estación y eran días en que la Iglesia se dedicaba especialmente a la oración, el ayuno y la limosna. En el actual calendario litúrgico esos tiempos se han condensado en el comienzo del otoño, juntando así la acción de gracias por los frutos recogidos, el día penitencial de petición de perdón y el día de súplica por la actividad humana. Por eso, el evangelio nos invita a pedir, a buscar, a llamar. Son tres hermosas actitudes para hacer oración: pedir lo que necesitamos; buscar lo que anhelamos; llamar a las puertas cerradas, ofreciendo las
nuestras abiertás de par en par. Cristo nos invita a sentir a Dios como Padre de ternuras y bondades, atento siempre a nuestras vidas, a nuestros latidos, a nuestro caminar.
Señor, ¡necesitamos tantas cosas! Necesitamos sentir tu presencia en nuestro corazón; anhelamos una vida mejor; queremos que se nos abran las puertas de la felicidad. Pero nada de eso será posible sin tu gracia. Por eso, la oración es la clave, la llave maestra que nos hace encontrar tus paisajes.