lunes 28
Santos Inocentes,
f.
Abel; Gaspar del
Búfalo
LIn 1,5-2,2 / Sal
123 / Mt 2,13-18
Mateo 2,13-18
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto». Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».
Los escudos protectores del Niño Dios
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires, los escudos protectores del Niño Dios. «Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores», cumpliéndose así el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes...». Los inocentes existirán siempre, con su marca especial en cada momento de la historia: las víctimas del aborto provocado, hecatombe silenciosa en las entrañas de la humanidad; los que ponen su confianza en líderes y dirigentes, tras la proclamación de sus promesas, para verse después defraudados y engañados; los inmigrantes sin papeles; los ancianos que molestan; la inmensa caravana de maltratados y maltratadas —niños, jóvenes, mujeres—, en la oscuridad de su indefensión y de su ignorancia. Todos ellos se alzan hoy como columna de fuego que sube a las alturas.
Señor, protege a los inocentes, a los que son golpeados y maltratados sin defensa posible, a todos los que sentimos el zarpazo del mal y de la violencia, mientras suspiramos por encontrar tu abrazo de amor infinito.
DESDE CULTIVARSE ES CRECER OS DESEAMOS UNAS FELICES FIESTAS