sábado, 2 de enero de 2016

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL VIERNES 01/01/2016 (PRIMERA PALABRA DEL AÑO)



viernes 1
Sta. María Madre
de Dios, s.
Fulgencio; Guillermo
deVolpiano; Odilón;
Manuel




TL Oficio de la S
Núm 6,22-27
Sal 66 /Gál 4,4-7 /
Lc2,16-21





 Lucas 2,16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.






María, maestra de contemplación 
Se alza el telón del Año Nuevo y nuestra mirada se encuentra con María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre nuestra. Lucas nos presenta el «encuentro» de los pastores «con el Niño», acompañado de María, su Madre, y de José. Todos juntos son como una imagen preciosa de la Iglesia en adoración. Primer fruto del «encuentro» con Cristo: «Todos los que lo oyeron se maravillaban». ¡Qué hermoso suscitar admiración en aquellos a los que anunciamos el Evangelio! Segundo fruto del «encuentro» con Cristo: la alegría. La adoración del Niño llena el corazón de los pastores de entusiasmo para comunicar lo que han visto y oído. María se nos muestra como «Maestra de contemplación»: «conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón». Contemplar es descubrir paisajes nuevos para el alma. Comienza el Año Nuevo. No lo olvidemos: «Año nuevo, lucha nueva».


Señor, hoy, Jornada de oración por la Paz, danos siempre tu paz, primero a nuestras conciencias libres, para que sepamos sembrarla a nuestro alrededor e irradiarla al mundo entero. La paz, siempre, como fruto hermoso de la justicia.





jueves, 31 de diciembre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL DÍA 31/12/2015



jueves
5. Silvestre, c.
Columba; Fabián;
Flor; Melania






Octava de Navidad
Oficio del día
1.1n 2,18-21 /Sal 95
/Jn 1,1-18









Juan 1,1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo"». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.













El último día del año
Hoy es el último día del año. Un día en el que se entremezclan mil sentimientos: recuerdos de personas queridas, acontecimientos celebrados, fracasos que no esperábamos, dudas, interrogantes, advérsidades... Dos palabras hemos de colocar con urgencia en nuestros labios y en nuestro corazón. La primera, gracias. Gracias por los dones recibidos. La segunda, perdón. Perdón por lo que no hicimos o por lo que hicimos mal. Pongamos el balance en las manos del Señor: con paz, con sosiego.






DESDE CULTIVARSE ES CRECER OS DESEAMOS UNAS FELICES FIESTAS





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