martes, 8 de marzo de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 08/03/2016

Cuaresma/4° Salterio4° Semana. Tomo II
MARTES (ML) 8 MARZO



Santos JUAN DE DIOS rl, Veremundo ab, Félix ob. 
Beatos Faustino Míguez pb, José Olallo Valdés rl




Papa Francisco: El pasaje del Evangelio de san Juan (5,1-16) es la historia del hombre paralítico que estaba con otros muchos enfermos junto a la piscina en Jerusalén esperando ser curado. Y, así, cuando «Jesús vio a ese hombre le preguntó: ¿quieres quedar sano?». Su respuesta está preparada: «Claro, Señor, estoy aquí para esto. Pero no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua se agita. Mientras estoy llegando al lugar, otro baja antes que yo». La reacción de Jesús es una orden: «Levántate, toma tu camilla, y echa a andar». Y el hombre fue curado. En su forma de hablar hay un tono de lamento: está resignado pero también amargado. Una actitud que hace pensar también en muchos católicos sin entusiasmo y amargados que se repiten a sí mismos: "Yo voy a misa todos los domingos pero es mejor no comprometerse. Yo tengo fe para mi salud, pero no siento la necesidad de darla a otro: cada uno en su casa, tranquilo": es mejor no implicarse. Jesús primero cura al enfermo y luego lo invita «a no pecar más». Es precisamente este el camino cristiano, la senda del 
celo apostólico para acercarnos a las numerosas personas heridas en este "hospital de campaña" que es la Iglesia.



PALABRA:
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo,  Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados  muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: «¿Quieres quedar sano?». El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar».Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judío dijeron al hombre que había quedado sano: «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla». Él les contestó: «El que me ha curado es quien me ha dicho Toma tu camilla y echa a andar». Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?». Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.





ORACIÓN:
Ezequiel 47,1-9.12; Salmo 45,2-9 • JUAN 5,2-3a.5-I6
CRISTO, cuando yo estaba enfermo y tullido por mis pecados, me has sanado con el perdón en el sacramento de la reconciliación. Escucho tu consejo: Has quedado sano, no peques más, no sea que te ocurra algo peor  He sido y soy curado por la fe, nacida y alentada por tu Misericordia.(Sigue tu oración personal).






lunes, 7 de marzo de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 07/03/2016


Salterio 2' Semana. Tomo II Cuaresma/ 4ª
Lunes 7 Marzo






Santos PERPETUA y FELICIDAD rnrs,
Teresa M. Redi vg, Simeón Berneux y co mr




Papa Francisco: El Evangelio de san Juan (4,43-54) habla del funcionario del rey que, al enterarse de la llegada de Jesús a Caná, va a su encuentro para pedirle que salve al hijo enfermo que estaba muriéndose en Cafarnaún. Fue suficiente que Jesús dijera: «Anda, tu hijo vive» para que ese hombre creyese en su palabra y se pusiese en camino: Esta es nuestra vida: creer y ponerse en camino, como hizo Abrahán, que confió en el Señor y caminó incluso en momentos difíciles, cuando su fe «fue probada» con la petición del sacrificio del hijo. Se fió del Señor y siguió adelante. La vida cristiana es esto: caminar hacia las promesas. Por ello la vida cristiana es esperanza. Hay muchos, incluso cristianos y católicos de comunidad, que no caminan. Está la tentación de detenerse, de considerar ser un buen cristiano sólo porque se forma parte de movimientos eclesiales y se sienten en ellos como en la propia casa espiritual, casi «cansados» de caminar. La Cuaresma es un tiempo propicio para pensar si estamos en camino o si estamos «demasiado inmóviles» y entonces debemos convertirnos.




PALABRA:
Salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: «Un profeta no es estimado en su propia patria». Cuando llegó a galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía
que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: «Como no veaís signos y prodigios, no creéis». El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». Jesús le contesta: «Anda, tu hijo está curado». El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les  preguntó a qué hora había empezado la mejoría.Y le contestaron: Hoy a la unalo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora cuando Jesús le había dicho: «Tu hijo está curado».Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.




Isaías 65,17-21; Salmo 29,2-6.11-13 • JUAN 4,43-54
CRISTO,a mi me basta  tu palabra y tu amistad para creer fiarme de ti, que por tu Misericordia quieres 1o mejor para tus amigos y para tus enemigos. Los milagros vienen a confirmar la fe, cuya semilla me diste y yo quiero cultivar. Es el trabajo de toda la vida: robustecer la fe. (Sigue tu oración personal).





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