domingo, 3 de abril de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO II PASCUAL 03/04/2016

ABRIL Tiempo Pascual  DOMINGO II DE PASCUA
03 MARZO





Santos Sixto I pp, Ricardo Wych ob, Luis Scrosoppi pb





Papa Francisco: En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua y que san Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado. Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde, no estaba. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos: Tomás también estaba se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (in 20,28). En el cuerpo de Cristo resucitado las llagas permanecen, porque son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han curado» (1 P 2,24; cf. Isaías 53,5).



PALABRA:
Hechos 5,12-16: Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevía a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas para que al pasar Pedro, su sombra por lo menos cayera sobre algunos. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén llevando enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban.





Salmo 117,2-4.22-27: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.



Apocalipsis 1,9-1 l a.12-13.17-19:Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra de Dios y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente, como una trompeta, que decía: Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia. Me volví a ver quién me hablaba, y al volverme, vi siete lámparas de oro, y en medio de ellas una figura humana, vestida de larga túnica con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verla, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: «No temas:Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto, y ya ves, vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la Muerte y del Infierno. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde».




• JUAN 20,19-31: Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros».Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado.Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.Y los otros discípulos !e decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano v métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!» Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
 Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.



ORACIÓN:
JESUCRISTO RESUCITADO, para hallarte hay un lugar privilegiado, tu Iglesia. Fuera de ella no te encontró Tomás. Con él te digo, sin haberte visto, pero sí te siento vivo, vivificante y amigo cercano: ¡Señor mío y Dios mío! En este Domingo de la Divina Misericordia, doy testimonio de ella en mi vida. En este domingo de 2015, el Papa Francisco anunció oficialmente el JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA. (Sigue tu oración personal).












Valora tu madre ♥ Escucha! Lo subo a face para el que no lo pudo ver en LOS FREESTYLE STARS..Gracias por ese apoyo
Posted by Xander Edlp on martes, 2 de junio de 2015

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO OCTAVA DE PASCUA 02/03/2016

Tiempo Pascual  ABRIL TomoII
SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA
O2/ABRIL


Santos FRANCISCO DE PAULA er, Domingo Tuóc pb mr, Abundio ob, Niceto ob, Teodora



Papa Francisco: A quienes encontréis, podréis comunicar la alegría de recibir el perdón del Padre y de reencontrar la amistad plena con Él. Y les diréis que nuestro Padre nos espera, nuestro Padre nos perdona, es más, hace fiesta. Si tú vas a Él con toda tu vida, incluso con muchos pecados, en lugar de recriminarte hace fiesta: este es nuestro Padre. Esto debéis decirlo vosotros decirlo a mucha gente, hoy. Quien experimenta la misericordia divina, se siente impulsado a ver artifice de misericordia entre los últimos y los pobres. En estos «hermanos más pequeños» Jesús nos espera; recibamos misericordia y demos misericordia. Vayamos a su encuentro y celebremos la pascua en la alegría de Dios.




PALABRA:
Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apaeció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».



ORACIÓN:
Hechos 4,13-21; Salmo 117,1.14-21 • MARCOS 16,9-15
JESUCRISTO RESUCITADO, a pesar de la incredulidad y dureza de corazón de tus discipulos y mía, te fías de ellos y sigues fiándote de mí, y quieres que proclame en esta generación el Evangelio de la Misericordia y de la salvación. Ayúdame a ser testigo, con mi palabra y mi vida: mi fe y mis obras de misericordia. (Sigue tu oración personal).








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