Esta forma de sacrificio tiene un elemento de propiciación tan bueno como de prevención y sustitución en el sentido que algo (en lugar de la persona que sufre la privación, incomodidad o incluso la muerte) se ofrece para propiciar a una divinidad sedienta o espíritu que planea algo malo contra el hombre. Este sacrificio también salva a la persona que lo ofrece de la muerte prematura.
Nosotros señalamos al discutir el sacrificio propiciatorio, que las brujas y los hechiceros podían planear la muerte de una persona. Cuando este hecho es conocido por medio de la adivinación, la persona cuya muerte se ha prescrito procura un animal para el sacrificio. Con la cabeza del animal él toca su propia cabeza, y ora para que el animal pueda morir en su lugar y que los enemigos tomen el animal y lo dejen a él(el suplicante) disfrutar su vida. Cada animal se trata de una manera específica:
a veces, la víctima se trata como un cadáver y se envuelve en un pedazo de tela blanca y se entierra en un lugar designado; o puede ser inmolado y la cabeza y entrañas con un pomo lleno de aceite de palma se ponen en una olla de barro (agbada) y se lleva a un cruce de caminos o cerca de un arroyo o al pie de un árbol Írókó, dependiendo de lo que determine el oráculo. El animal muerto toma el lugar del suplicante. Así este tipo de sacrificio también se llama "bámidíyá" ("Sea un suplente para mi sufrimiento").
Los Yorúbás creen que algunos niños, sobre todo las niñas, entraron en un convenio desagradable con los espíritus traviesos antes de que ellos nacieran; y una parte importante de su convenio es el voto de morir (este es un retorno a su "compañía")en un tiempo pactado, posiblemente en cuanto vengan al mundo, o cuando ellas estén cerca de casarse o cuando ellas han tenido ya dos hijos, o en cuanto tengan un hijo varón. Estos niños son conocidos como eléréé o elégbé.
Cuando alguien que nace se cree pueda ser de esta compañía, los padres tienen mucho cuidado para prevenir su retorno... el oráculo normalmente prescribe un sacrificio donde se pueda ofrecer un suplente como una satisfacción por el rompimiento del convenio, y esto se cree pueda tener el efecto de prevenir que la persona sea llevada de vuelta por sus "compañeros".
Cuando alguien que nace se cree pueda ser de esta compañía, los padres tienen mucho cuidado para prevenir su retorno... el oráculo normalmente prescribe un sacrificio donde se pueda ofrecer un suplente como una satisfacción por el rompimiento del convenio, y esto se cree pueda tener el efecto de prevenir que la persona sea llevada de vuelta por sus "compañeros".
El sacrificio ofrecido con respecto a esto es sustitutivo. Lo que es ofrecido normalmente está en conformidad con los deseos de los compañeros invisibles. A veces, estos compañeros desean una cabra, que se toma en el bosque y se amarra en un árbol de donde ellos, (los compañeros), vendrán a llevársela. A veces, además del animal, algunas cuentas o ropa usada de la muchacha se colocan junto con el animal sacrificatorio. La ceremonia de "separación" se lleva a cabo en un matorral o un lugar designado y normalmente involucra la invocación de oró (toro rugidor) que está aterrorizado por estos espíritus, y esto refuerza y mejora la separación permanente de la niña afectada por sus "compañeros". Este tipo de sacrificio se llama acertadamente "Ayépínún" (el que altera el acuerdo). La víctima se muere en lugar de la niña quien debía morir a consecuencia del "convenio". La víctima, por así decirlo, rescata a la muchacha; por eso, este sacrificio también es conocido como "Èbo Írápadá" (el sacrificio ofrecido por comprar el retorno o el rescate).