jueves, 5 de mayo de 2016

MUNDO MÍSTICO YORUBA: Ebo Ayèpínún (Sacrificio sustitutivo)




Ebo Ayèpínún (Sacrificio sustitutivo)
Esta forma de sacrificio tiene un elemento de propiciación tan bueno como de prevención y sustitución en el sentido que algo (en lugar de la persona que sufre la privación, incomodidad o incluso la muerte) se ofrece para propiciar a una divinidad sedienta o espíritu que planea algo malo contra el hombre. Este sacrificio también salva a la persona que lo ofrece de la muerte prematura.



Nosotros señalamos al discutir el sacrificio propiciatorio, que las brujas y los hechiceros podían planear la muerte de una persona. Cuando este hecho es conocido por medio de la adivinación, la persona cuya muerte se ha prescrito procura un animal para el sacrificio. Con la cabeza del animal él toca su propia cabeza, y ora para que el animal pueda morir en su lugar y que los enemigos tomen el animal y lo dejen a él(el suplicante) disfrutar su vida. Cada animal se trata de una manera específica:


a veces, la víctima se trata como un cadáver y se envuelve en un pedazo de tela blanca y se entierra en un lugar designado; o puede ser inmolado y la cabeza y entrañas con un pomo lleno de aceite de palma se ponen en una olla de barro (agbada) y se lleva a un cruce de caminos o cerca de un arroyo o al pie de un árbol Írókó, dependiendo de lo que determine el oráculo. El animal muerto toma el lugar del suplicante. Así este tipo de sacrificio también se llama "bámidíyá" ("Sea un suplente para mi sufrimiento").
Los Yorúbás creen que algunos niños, sobre todo las niñas, entraron en un convenio desagradable con los espíritus traviesos antes de que ellos nacieran; y una parte importante de su convenio es el voto de morir (este es un retorno a su "compañía")en un tiempo pactado, posiblemente en cuanto vengan al mundo, o cuando ellas estén cerca de casarse o cuando ellas han tenido ya dos hijos, o en cuanto tengan un hijo varón. Estos niños son conocidos como eléréé o elégbé.


Cuando alguien que nace se cree pueda ser de esta compañía, los padres tienen mucho cuidado para prevenir su retorno... el oráculo normalmente prescribe un sacrificio donde se pueda ofrecer un suplente como una satisfacción por el rompimiento del convenio, y esto se cree pueda tener el efecto de prevenir que la persona sea llevada de vuelta por sus "compañeros".
El sacrificio ofrecido con respecto a esto es sustitutivo. Lo que es ofrecido normalmente está en conformidad con los deseos de los compañeros invisibles. A veces, estos compañeros desean una cabra, que se toma en el bosque y se amarra en un árbol de donde ellos, (los compañeros), vendrán a llevársela. A veces, además del animal, algunas cuentas o ropa usada de la muchacha se colocan junto con el animal sacrificatorio. La ceremonia de "separación" se lleva a cabo en un matorral o un lugar designado y normalmente involucra la invocación de oró (toro rugidor) que está aterrorizado por estos espíritus, y esto refuerza y mejora la separación permanente de la niña afectada por sus "compañeros". Este tipo de sacrificio se llama acertadamente "Ayépínún" (el que altera el acuerdo). La víctima se muere en lugar de la niña quien debía morir a consecuencia del "convenio". La víctima, por así decirlo, rescata a la muchacha; por eso, este sacrificio también es conocido como "Èbo Írápadá" (el sacrificio ofrecido por comprar el retorno o el rescate).







miércoles, 4 de mayo de 2016

MUNDO MÍSTICO YORUBA: Èbo Ojúkóríbi (sacrificio preventivo)



Èbo Ojúkóríbi (sacrificio preventivo)
El Yorúbá cree fuertemente que el sacrificio quita los males de la comunidad o de un individuo, así como también hace mantenerse lejos el daño o el infortunio. Acorde con esta creencia se toman medidas preventivas ante el peligro inminente y los desastres. Las personas consiguen saber los peligros que tienen por delante por medio del oráculo. Por ejemplo, antes que un hombre tome una esposa (o una mujer un marido), antes de que una persona emprenda una jornada o emprenda un negocio, él o ella consulta el oráculo que le da una guía acerca de cómo mirar el futuro, qué peligros tiene por delante y lo que puede hacerse para cambiar las circunstancias desagradables. Una vez que la persona tiene las directivas del oráculo, cree evitará fácilmente el problema; pero cuando la orden o la directiva del oráculo se desafía las consecuencias pueden ser graves. El episodio siguiente ilustra cómo Orúnmila ignoró la advertencia del oráculo una vez y entró en problemas.



Una vez, Orúnmila quiso ir al mercado de Éjigbómefón para comprar un caballo. Antes de que él fuera, les pidió a sus dieciséis hijos que consultaran el oráculo respecto al viaje propuesto. Su hijo mayor, Éjiogbé, fue el primero que adivinó. Él le dijo a su padre que vestido de blanco debía ofrecer el egbdáfá (12,000 cowries, es decir, 30 kobo en la presente moneda nigeriana) como sacrificio para que él pudiera obtener un buen caballo y prevenir cualquier calamidad. Pero Orúnmila, desatendiendo la directiva dada por el oráculo, fue al mercado sin hacer la ofrenda.



Cuando él llegó allí, vio un caballo elegante y bien alimentado, no sabiendo que era un ciervo que Éshú había transformado en un caballo. Orúnmila compró el "caballo". En su camino a casa, se encontró uno de sus viejos amigos que lo detuvo para admirar el caballo. Para desilusión y desencanto de Orúnmila y su amigo, el animal se transformó de repente en un ciervo y escapó al matorral cercano. Orúnmila lo siguió llorando:

Igbó nigbo Irúnmale, Este bosque es el bosque de las divinidades,
È bá nmésìn! ¡Amablemente ayúdeme a coger el caballo!
Igbó nigbo Irúnmalè   Este bosque es el bosque de las divinidades,
È bá nmésìn! ¡Amablemente ayúdeme a coger el caballo!
  
El animal corrió hacia el campo y Orúnmila lo siguió llorando:
adán, adán eruku Usted el campo, el campo polvoriento,
E bá nmésìn! ¡Ayúdeme a coger el caballo!
adán, adán eruku Usted el campo, el campo polvoriento,
È bá nmésìn! ¡Ayúdeme a coger el caballo!
Así Orúnmila cazó el animal por el valle y la colina hasta que él y el ciervo se cayeron en un hoyo. Orúnmila después de muchos sufrimientos salió del hoyo gracias a una mujer muy amable llamada Poróye que vino atraída por el accidente. Cuando la mujer estaba tirando hacia fuera a Orúnmila del hueco, él estaba aferrándose a la pierna del ciervo; pero antes de que él pudiera ser sacado completamente, la pierna que él estaba sosteniendo siguió colgando fuera del cuerpo principal del animal que había caído en el hoyo. Así Orúnmila tuvo una pena y humillación incalculable como resultado de su negativa de ofrecer el sacrificio preventivo prescrito.




Debe mencionarse en relación con este sacrificio que siempre que una comunidad Yorúbá conoce que una epidemia (por ejemplo, viruela) está afectando a un pueblo cercano, ellos ofrecen sacrificio para impedir que el azote entre en su pueblo. Este tipo de sacrificio incluye una excavación en la entrada principal del pueblo donde sacrifican y entierran ahí un animal, o golpean hasta dejar sin vida un ave la cual es colgada entera encima de un palo que se clava en la tierra a la entrada al pueblo. Estas medidas preventivas se toman como un medio de prevenir cualquier mal o calamidad.






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