lunes, 30 de mayo de 2016

MUNDO MÍSTICO YORUBA: MITOS SOBRE EL VALOR DE LO RELIGIOSO




Mitos sobre el valor de lo religioso
Los patakíes más numerosos son aquellos que, de una forma u otra, se refieren a la importancia decisiva de lo religioso en la vida de los individuos y de la comunidad. Estado y religión están íntimamente vinculados. Y en los momentos críticos, por ejemplo en caso de conflicto bélico, la segunda es el fundamento para la preservación del primero. Según un mito, los lucumícs fueron a la guerra con los congos. Idebe fue llamado para dirigirla. Lo primero que hizo fue trasladarse a la casa de Orula y pedirle consejo y éste le mandó que antes de pelear hiciera ebó con tres tambores y tres botellas de otí (aguardiente) y luego se pusiera a la cabeza del ejército lucumí tocando los tambores. Así lo hizo. Los congos, a quienes gustaba mucho el baile, al oir la música en seguida comenzaron a danzar. Idebe los invitó a tomar aguardiente, los emborrachó, los cansó y los congos fueron vencidos. (Entre paréntesis, esa lucha entre lucumíes y congos es un reflejo en el corpus mitológico de la competencia que siempre ha existido y existe en Cuba y en el exilio entre la Regla de Ocha y la de Palo Monte o Mayombe.) Abundan extraordinariamente los patakíes que se refieren al castigo que reciben los impíos, las personas que ignoran la voz de los orichas y se niegan a hacer ebó cuando se les manda. Pudiéramos citar literalmente centenares de ellos. Bastará con un par: Olofi quiso celebrar una fiesta. Para hacerlo necesitaba muchos pescados. Orula había advertido a los peces que hicieran ebó para protegerse. Los peces chicos no obedecieron. Sólo el pez más grande lo hizo con un tablero que se le pegó en la cabeza. Cando Olofi puso el jamo para atrapar los peces, todos los chicos cayeron dentro, mientras que el mayor no pudo entrar porque el tablero que llevaba adherido era demasiado grande. Y de ese modo se salvó. En otro mito, lal vez el más dramático de la serie, un babalao alzó la bandera roja de Changó casi a la misma altura de la bandera del Rey. Cuando éste, encolerizado, le preguntó por qué lo había hecho, el babalao contestó: "Dios me manda a adivinar." "Pues adivina", dijo el Rey. Y el babalao sentenció: "En lo material el reino marcha bien, pero hay un gran vacío espiritual. Hay una gran sombra que oprime el alma de todo el reino... O se le da paso a la espiritualidad o el castigo vendrá, implacable." La cólera enrojeció el rostro de Su Majestad, pues nunca nadie se había atrevido a hablarle de ese modo: "¿Castigarme a Mí? Yo soy quien porta la corona aquí. Llévense a este hombre y ejecútenlo mañana." El Rey tenía una hija muy consentida, al extremo que andaba sola a todas horas del día y de la noche. Pasó por la prisión, vio al babalao preso envuelto en su gran capa roja, y le dijo: "¡ Que capa tan bonita! ¿Me la das?" "Aquí la tienes -dijo el babalao-. Tómala. A mi me ejecutan por la mañana." La muchacha se llevó la magnífica prenda. Y con ella puesta salió de la prisión. Los guardias, confundidos, creyendo que era el babalao que se escapaba, la mataron. Al levantarse el Rey empezó a buscar a su hija queridísima, que no aparecía por todo el palacio. "¿Donde está mi niña linda?" Al enterarse de lo sucedido se desplomó, abrumado por el dolor. El pueblo, entonces demandó justicia. El Rey, con el alma destrozada, sacó al babalao de la cárcel. Admitiendo su error, reconoció "la realidad de la adivinación". Y autorizó a que se alzase la bandera de Changó a la misma altura que la bandera del reino. 















domingo, 29 de mayo de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DE CORPUS 29/05/2016





DÍA NACIONAL DE CARIDAD «Liturgia de las Horas», (tomo III, después de la Santísima Trinidad)
Domingo 29 Mayo




SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
Santos Bona vg, Gerardo oh, Maximino ob.

Beato José Gérard pb

Papa Francisco: Jesús percibe nuestros problemas, nuestras debilidades, nuestras necesidades. Ante esos cinco panes, Jesús piensa: ¡he aquí la providencia! De este poco, Dios puede sacar lo necesario para todos. Jesús se fía totalmente del Padre celestial, sabe que para Él todo es posible. Por ello dice a los discípulos que hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta —esto no es casual, porque significa que ya no son una multitud, sino que se convierten en comunidad, nutrida por el pan de Dios. Luego toma los panes y los peces, eleva los ojos al cielo, pronuncia la bendición —es clara la reverencia a la Eucaristía—, los parte y comienza a darlos a los discípulos, y los discípulos los distribuyen... Los panes y los peces no se acaban, ¡no se acaban! He aquí el milagro: más que una multiplicación es un compartir, animado por la fe y la oración. Comieron todos y sobró: es el signo de Jesús, pan de Dios para la humanidad. La fiesta del Corpus Christi nos pide convertirnos a la fe en la Providencia, saber compartir lo poco que somos y tenemos y no cerrarnos nunca en nosotros mismos.




• Génesis 14,18-20: Melquisedec, rey de Salem, ofreció pan y vino. Era sacerdote del Dios Altísimo.Y bendijo a Abrahán diciendo: «Bendito sea Abrahán de parte del Dios Altísimo, que creó el cielo y la tierra.Y bendito sea el Dios Altísimo que ha entregado tus enemigos a tus manos».Y Abrahán le dio el diezmo de cada cosa.







⦁Salmo 109,1-4: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.






Corintíos 11,23-26:Yo he recibido una tradición, que procede del Señor, y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que Iban a entregarlo, tomó un pan y pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros.Haced esto, en memoria mía». Lo mismo hizo con la copa después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; Haced esto cada vez que bebáis, en memoria mía». Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, proclamaréis la muerte del Señor hasta que vuelva.


LUCAS 9,11b-17: Jesús se puso a hablar a la gente del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y los Doce se le acercarot a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrc dedor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descam pado». Él les contestó: «Dadles vosotros de comer». Ellos replicaron: «Ni, tenernos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a coni prar de comer para todo este gentío». (Porque eran unos cinco mil honi bres). Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos d, unos cincuenta». Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando lo cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendi ción sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se lu sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos.


ORACIÓN:
JESUCRISTO SACRAMENTADO, al adorarte hoy en el Santísimo Sacramento del Altar maravilla divina de tu Misericordia-,te pido que venere de tal modo los misterios,  de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimente continuamente los frutos de tu Muerte y Resurrección, en la Eucaristía, "el sacramento de nuestra fe". (Sigue tu oración personal ) 








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