jueves, 30 de junio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 30/06/2016





Tiempo Ordinario/13° salterio 1ªSemana. Tomo IIIJueves 30 Junio







Santos PROTOMÁRTIRES DE ROMA,
Marcial ob, Ladislao re, Adolfo ob

Papa Francisco: Podemos imitar la actitud de Jesús hacia los enfermos, enfermos de todo tipo: el Señor se preocupa por todos, comparte su sufrimiento y abre el corazón a la esperanza. Pienso también en todos los agentes sanitarios: ¡qué valioso trabajo realizan! Ellos encuentran cada día en los enfermos no sólo los cuerpos marcados por la fragilidad, sino personas, a quienes ofrecen atención y respuestas adecuadas. La dignidad de la persona no se reduce jamás a sus facultades o capacidades, y no 
disminuye cuando la persona misma es débil, inválida y necesita ayuda. Pienso también en las familias, donde es normal preocuparse por cuidar a quien está enfermo; pero a veces las situaciones pueden ser más pesadas...¡No tengáis miedo a la fragilidad! Ayudaos unos a otros con amor, y sentiréis la presencia consoladora de Dios. La actitud generosa y cristiana hacia los enfermos es sal de la tierra y luz del mundo.



PALABRA:
Subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla.Viendo la fe que 
tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados. Algunos de los escribas se dijeron: «Este blasfema». Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues, para que Veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados - dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa"». Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

ORACIÓN:
Amós 7,10-17; Salmo 18,8-11 • MATEO 9,1-8
SEÑOR, aquí tienes a un incrédulo y paralítico. Incrédulo, porque exijo signos para creer que tú eres mi Dios, el que me salva de mis pecados y sus consecuencias. Paralítico, porque paradójicamente los calores del verano- que en el hemisferio norte llegan ahora con todas sus fuerzas-amenazan con congelar la vida del espíritu. Pero tengo tus palabras de perdón y de misión: Tus pecados están perdonados. Ponte en pie, toma tu camilla y vete. ¡Viva la misericordia de mi Señor! (Sigue tu oración personal)






miércoles, 29 de junio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 29/06/2016









Tiempo Ordinario/13° salterio 1ªSemana. Tomo III
Miércoles 29 Junio











Santos PEDRO Y PABLO aps,
Emma vd, Siro ob 




SOLEMNIDAD DE LOS APÓSTOLES


SAN PEDRO Y SAN PABLO

Papa Francisco: Simón, en nombre de los Doce, profesa su fe en Jesús como «el Cristo, el hijo del Dios vivo»; y Jesús llamó «bienaventurado» a Simón por su fe, reconociendo en ella un don especial del Padre, y le dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Detengámonos un momento precisamente en este punto, en el hecho de que Jesús asigna a Simón este nuevo nombre: «Pedro», que en la lengua de Jesús suena «Kefa», una palabra que significa «roca». En la Biblia este término, «roca», se refiere a Dios. Jesús lo asigna a Simón no por sus cualidades o sus méritos humanos, sino por su fe genuina y firme, que le es dada de lo alto.



PALABRA:
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te, digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».



ORACIÓN:
Hechos 12 ,1-1; ;Salmo 33,2-9; 2Timoteo 4,6-8.17-18
MATEO 16,13-19
SEÑOR, tú sabías a quiénes elegías para estar al frente de los apóstoles. En Pedro tengo el ejemplo del bravucón que cae, se levanta, llora su pecado y promete amarte hasta la muerte. Y Pablo, que queriendo hacer el bien es el mal lo que le sale, me enseña a aspirar a que seas tú, no yo, quien viva en mí. Pedro y Pablo, los padres misericordiosos y testigos de la fe, por cuya causa dieron su sangre en Roma. (Sigue tu oración personal)







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