miércoles, 6 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 06/07/2016





Tiempo Ordinario/ 14°
 Salterio 2° Semana. Tomo III
Miércoles 06 de Julio








Santos MARÍA GORETTI vg mr, Rómulo ob, Paladio ob.

Beata Nazaria Ignacia March vg



Papa Francisco: Profesar que la Iglesia es apostólica significa subrayar el vínculo constitutivo que ella tiene con los Apóstoles, con aquel pequeño grupo de doce hombres que Jesús un día llamó a sí, les llamó por su nombre, para que permanecieran con Él y para enviarles a predicar (cf. Mc 3,13-19). «Apóstol», en efecto, es una palabra griega que quiere decir «mandado», «enviado».
Un apóstol es una persona que es mandada, es enviada a hacer algo y los Apóstoles fueron elegidos, llamados y enviados por Jesús, para continuar su obra, o sea orar —es la primera labor de un apóstol— y, segundo, anunciar el Evangelio.




PALABRA:
Jesús, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan.
Felipe y Bartolomé,Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el de Alfeo,  y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce, los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayáis a tierra de gentiles, ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca».


ORACIÓN: 
OseaS 10,1-3.7-8.12; Salmo 104,2-7 • MATEO, 7,1-7
SEÑOR, hoy me llamas, cómo a los Doce, por mi nombre y mi apellido, sabes quién soy y de dónde vengo. Y me indicas adónde quieres que vaya. En tu nombre, proclamaré que el reino de los cielos está cerca, y que la conversión no es cosa de mañana: comienza hoy y será asunto de cada día vivido con y desde la fe, apoyado en tu Misericordia.
(Sigue tu oración personal).





martes, 5 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 05/07/2016







Tiempo Ordinario/14° Salterio 2° Semana. Tomo III
Martesc 05 Julio







Santos ANTONIO M.a ZACCARIA pb, Marta mf

JULIO

Papa Francisco: Como ovejas que no tienen pastor. . . La gente que ha seguido siempre [a Jesús era] para escuchar su palabra, —¡una palabra que daba esperanza! Las palabras de Jesús dan

siempre esperanza— y también para tocar incluso sólo el borde de su manto. Jesús mismo buscaba a estas multitudes cansadas y agobiadas como ovejas sin pastor (cf. Mt 9,35-36) y las buscaba para anunciarles el Reino de Dios y para curar a muchos en el cuerpo y en el espíritu.




PALABRA:
Presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: «Nunca se ha visto en Israel
cosa igual». En cambio, los fariseos decían: «Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».





ORACIÓN:
Oseas 8,4-7.11-13; Salmo 113b,3-10 • MATEO 9,32-38 SEÑOR, al ver a las gentes de nuestro tiempo, también te compadeces de ellas: están extenuadas bajo el peso del pecado, abandonadas de los falsos pastores que huyen  al menor peligro sin importarles que las ovejas se queden sin pastor. Tú eres el Pastor con el corazón más grande, la Misericordia más amplia y el poder sin límites, para compadecerte de nuestro mundo y de mí, y aportar los remedios a todo mal. Tú eres la respuesta a tantas vidas sin rumbo y a tanto sufrimiento. ¡Envía a tu Iglesia testigos tuyos, seglares, religiosos y sacerdotes santos! Y, si tú quieres, cuenta conmigo, aunque bien conoces mi fragilidad. ¡Sigue tu oración personal).
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos;

rogad, pues, al Señor de la mies

que mande trabajadores a su mies.








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