sábado, 23 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 23/07/2016





Tiempo Ordinario/ 16° Salterio 4° Semana. Tomo III
sábado 23 Julio








Santos BRÍGIDA vd rl, Ezequiel prof, Juan Casiano pb, Beata Margarita M. L. de Maturana

Papa Francisco: [Sin mí no podéis hacer nada]. «Yo estoy con vosotros todos los días...». ¡Esto es fundamental! Sólo con Cristo podemos llevar el Evangelio. Sin Él no podemos hacer nada; lo dijo Él mismo (cf. in 15,5). Con Él, en cambio, unidos a Él, podemos hacer mucho. Si permanecéis unidos a Jesús, construís su Reino, construís fraternidad, participación, obras de misericordia, son una fuerza poderosa para hacer el mundo más justo y más bello, para transformarlo.




PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.A1 que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».


ORACIÓN:
Gálatas 2,18-20; Salmo 33,2-11 • JUAN 15,1-8
SEÑOR, sin ti no puedo hacer nada bueno. Lo tengo experimentado. Mi propia cosecha, separado de ti, es el mal y el pecado que lleva a la muerte. Unido a ti, mis obras dan  gloria al Padre. ¡Quiero permanecer en ti, como el sarmiento unido a la vid! Y te pido que tengas Misericordia de la vieja Europa, ayer evangelizadora del mundo, y hoy tierra de misión, de espaldas a lo que durante siglos fue su eje y su fuerza: la fe. (Sigue tu oración personal).

El que permanece en mí y yo en él,


ese da fruto abundante.







viernes, 22 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 22/07/2016





Tiempo Ordinario/ 16°     Salterio 4° Semana. Tomo III
Viernes 22 Julio







Santos MARÍA MAGDALENA NT,

Anastasio enj, Cirilo ob, Gualterio (Walter) cf


Papa Francisco: Dejemos que la experiencia [pascual] impresa en el Evangelio, se imprima también en nuestro corazón y se Transparente en nuestra vida. Dejemos que el asombro gozoso de la Pascua se irradie en los pensamientos, en las miradas, en las actitudes, en los gestos y en las palabras... ¡Ojalá fuesemos así de luminosos! Pero esto no es un maquillaje. Viene de dentro, de un corazón inmerso en la fuente de este gozo, como el de María Magdalena, que lloraba la pérdida de su Señor y no creía a sus ojos al verlo resucitado. Quien experimenta esto se convierte en testigo de la Resurrección, porque en cierto sentido resucita él mismo, resucita ella misma. De este modo es capaz de llevar un «rayo» de la luz del Resucitado a las diversas situaciones: a las que son felices, haciéndolas más hermosas y preservándolas del egoísmo; a las dolorosas, llevando serenidad y esperanza



PALABRA:
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera,,  junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?». Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré». Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!». Jesús le dice: «Suéltame que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro"». María Magdalena, fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».

ORACIÓN:
Cantar de los Cantares 3,1-4a; Salmo 62,2-9 • JUAN 20,1.11-18
SEÑOR, María Magdalena me da un doble ejemplo: su entrega total a tu inmensa MISERICORDIA  y al amor que llenó toda su vida, y su misión de anunciar a los demás que resucitaste,  que estás vivo y que eres la vida para quien se decida a seguirte. Amor y misión, que hago mías en esta vida. Y espero, Señor, que un día oiga que me llamas por mi nombre para decirme que estoy entre los elegidos para estar cerca de ti en tu reino: así nuestra amistad será para siempre;
(Sigue tu oración personal).






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