Tiempo Ordinario/ 17° Salterio 1° Semana. Tomo III
Martes 26 Julio
Santos JOAQUÍN y ANA es.
Jorge Preca pb. Beato Vicente pb y co mrs
DÍA DE LOS ABUELOS
Papa Francisco: Hoy es la fiesta de santa Ana, a mí me gusta llamarla la abuela de Jesús y hoy es un hermoso día para festejar a las abuelas. Cuando incensaba vi algo hermoso: la estatua de santa Ana no está coronada; la hija, María, está coronada. Y esto es hermoso. Santa Ana es la mujer que preparó a su hija para convertirse en reina, para convertirse en la reina de los cielos y de la tierra. Hizo un buen trabajo esta mujer. Santa Ana tal vez escuchó a su hija María proclamar las palabras del Magníficat, que María seguramente repitió muchas veces: «Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes» (Lc 1,52-53). Que ella os ayude a buscar el único tesoro, Jesús.
PALABRA:
Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo». Él les
contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la Cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
ORACIÓN:
SEÑOR, todo lo que me llega de ti es bueno, es fruto del amor inmenso que me tienes. Contigo, nada puedo temer. Alejado de ti, soy presa de las maniobras del Maligno, que intenta llevarme a su infierno lejos de ti. ¡Que un día, por tu Misericordia, brille como
el sol en el reino de tu Padre! En esta fiesta de tus santos abuelos, estoy seguro de que les reservaste un buen lugar en tu reino, muy cerca de su hija, la Madre de Dios y de la Iglesia. Hoy te pido que nos libres de la "cultura del descarte" de los ancianos. Concede a mis abuelos una ancianidad llena de ti con el cariño de la familia si están en este mundo, y la vida eterna contigo si ya han muerto. (Sigue tu oración personal).