domingo, 31 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 30/07/2016



Tiempo Ordinario/17° Salterio. Semana. Tomo III
Sábado 30 Julio







Santos PEDRO CRISÓLOGO ob y dc, Abdón y Senén mrs,
lita n'ir. Beatos Braulio y co mrs, osé M.a Muro y co mrs

 Papa Francisco: Juan tuvo un breve tiempo de vida, un breve tiempo para anunciar la Palabra de Dios. Él era el hombre que Dios envió a preparar el camino a su Hijo. Pero Juan acabó mal, decapitado por orden de Herodes. Se convirtió en el precio de un espectáculo para la corte en un banquete. La beata Teresa de Calcuta, la mujer a la que todo el mundo alababa, el premio Nobel, sabía que en un momento de su vida, largo, existió sólo la oscuridad dentro. También Juan pasó por esta oscuridad, pero fue anunciador de Jesucristo; no se adueñó de la profecía, se convirtió en imitador de Jesucristo.



PALABRA:
Oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: «Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él». Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y Ie gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista». El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.


ORACIÓN:
Jeremías 26,11-16. 24; Salmo 68,15-16. 30-34 • MATEO 14,1-12
SEÑOR, se diría que Juan el Bautista acabó como un fracasado. No: él fue tu fiel precursor hasta en el martirio, que el tuyo sería tu glorificación en la Cruz, la imagen más elocuente de tu infinita Misericordia. (Sigue tu oración personal).

¡ATENCIÓN! mañana

"Liturgia de las Horas": tomo IV






viernes, 29 de julio de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 29/07/2016






Tiempo Ordinario/17°
 SalterioSemana. Tomo III

Viernes 29 Julio










Santa MARTA NT,
Urbano II pp, Félix mr, Próspero mr

 Papa Francisco: Lázaro estaba muerto desde hacía cuatro días, cuando llegó Jesús; y a las hermanas Marta y María les dijo palabras que se grabaron para siempre en la memoria de la comunidad cristiana. Dice así Jesús: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre» (In 11,25-26). Basados en esta Palabra del Señor, creemos que la vida de quien cree en Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte será transformada en una vida nueva, plena e inmortal. Como Jesús, que resucitó con el propio cuerpo, pero no volvió a una vida terrena, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos, que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera junto al Padre, y la fuerza del Espíritu Santo, que lo resucitó, resucitará también a quien está unido a Él.




PALABRA:
Muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba
Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día». Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».


ORACIÓN:
Jeremías 26,1-9; Salmo 68,5.8-10.14 • JUAN 11,19-27

SEÑOR, tú eres el Señor de la Vida. Y los que creemos en ti, como Dios y Señor, esperamos de ti la resurrección y la vida eterna. Sólo tú has podido decir: "Yo soy la resurrección y la vida". Es lo que tienes reservado para los que, como Marta, te aclamamos como Mesías e Hijo de Dios. Gracias, Señor, por tu gran Misericordia y por esa esperanza que has puesto en mi corazón, y no quedaré defraudado.(Sigue tu oración personal).

yo soy la resurrección y la vida.







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