sábado, 27 de agosto de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 27/08/2016



Tiempo Ordinario/21° Salterio 1° Semana. Tomo IV
Sábado 27 Agosto







Santos MÓNICA tid", Cesáreo de Arlés ob, Amadeo ob,
David Lewis pb mr. Beato Domingo Barberi, pb





Papa Francisco: La parábola de los talentos nos hace reflexionar sobre la relación entre cómo empleamos los dones recibidos de Dios y su retorno, cuando nos preguntará cómo los hemos
utilizado









PALABRA: Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Volvió el señor y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos. Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor". Se acercó luego el que había recibido dos. Su señor le dijo: "Muy bien. Pasa al banquete de tu señor". Se acercó el que había recibido un talento y dijo: Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges onde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo". El señor le respondió: Debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez.



ORACIÓN:
1Corintios 1,26-31; Salmo 32,12-13.18-21 • MATEO 25,14-24.27-28
SEÑOR, soy plenamente consciente de que todo lo bueno que hay en mí, lo he recibido de tu infinita Misericordia, no para que sea el dueño absoluto, sino el administrador fiel que un día tendrá que dar cuenta de su gestión al dueño, que eres tú. (Sigue tu oración personal).

 El que recibió cinco talentos negoció con ellos 

y ganó otros cinco.








CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 26/08/2016





Tiempo Ordinario/21° Salterio 1° Semana. Tomo IVViernes 26 Agosto 









Santos TERESA DE J. JORNET vg,
Junípero Serra pb,
Melquisedec AT, Juana Isabel vg.

Papa Francisco: En la parábola de las diez vírgenes, el Esposo es el Señor y el tiempo de espera es el tiempo que Él nos da, a todos nosotros, con misericordia y paciencia; antes de su venida final; es un tiempo de vigilancia; tiempo en el que debemos tener encendidas las lámparas de la fe, de la esperanza y de la caridad; tiempo de tener abierto el corazón al bien, a la belleza y a la verdad; tiempo para vivir según Dios, pues no sabemos ni el día ni la hora del retorno de Cristo. Lo que se nos pide es que estemos preparados al encuentro —preparados para un encuentro, un encuentro bello, el encuentro con Jesús—, que significa saber ver los signos de su presencia, tener viva nuestra fe, con la oración, con los Sacramentos, estar vigilantes para no adormecernos, para no olvidarnos de Dios. La vida de los cristianos dormidos es una vida triste, no es una vida feliz. El cristiano debe ser feliz, la alegría de Jesús. ¡No nos durmamos!






PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar  al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.A medianoche se oyó una voz:"¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!". Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.Y las necias dijeron a las sensatas:"Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron:"Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió:"Os lo aseguro: no os conozco" Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».


ORACIÓN:
1Corintios 1,17-25; Salmo 32,1-5.10-11 • MATEO 25,1-13
SEÑOR, no sabemos el día ni la hora de tu venida. Pero sí sé lo que quieres de mí: que sea feliz en esta vida, con la lámpara de la fe encendida, cumpliendo tu Palabra. Y esta felicidad, que aquí convive con el sufrimiento y el cansancio, un día será plena y eterna, ¡Cómo me quieres, Señor, a pesar de mis infidelidades: has venido a salvar a los pecadores, como yo, que confiamos en tu Misericordia! (Sigue tu oración personal).










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