lunes, 19 de septiembre de 2016

CULTIVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 18/09/2016




Tiempo Ordinario/25° Salterio 1° Semana. Tomo IV
Domingo 18 Septiembre







Santos José de Cupertino pb, Ariadna mr, Sofía,
Domingo Trach pb mr, Ricarda re rl

 Papa Francisco: [No podéis servir a Dios y al dinero]. Miremos a nuestro alrededor: ¡cuántas heridas inflige el mal a la humanidad! Guerras, violencias, conflictos económicos que se abaten sobre los más débiles, la sed de dinero, que nadie puede llevárselo consigo, lo debe dejar. Amor al dinero, al poder, la corrupción, las divisiones... Y también nuestros pecados personales. Y Jesús en la cruz siente todo el peso del mal, y con la fuerza del amor de Dios lo vence, lo derrota en su resurrección. Este es el bien que Jesús nos hace a todos en el trono de la cruz. La cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca conduce a la tristeza, sino a la alegría de ser salvados.



PALABRA:
Amós 8,4-7: Escuchad esto los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva para vender  el trigo, y el sábado para ofrecer el grano?». Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.




Salmo 112,1-8: Alabad al Señor, que alza al pobre.






1 Timoteo 2,1-8:Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en el mundo, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Esto es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de los paganos en fe y verdad. Encargo a los hombres que recen en cualquier lugar alzando las manos limpias de ira y divisiones.

LUCAS 16,1-13: Dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido. El administrador se puso a echar sus cálculos: ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza.Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? Este respondió:"Cien barriles de aceite". Él le dijo:Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe "cincuenta". Luego dijo a otro:Y tú, ¿cuánto debes? Él contestó: "Cien fanegas de trigo". Le dijo: Aquí está tu recibo: escribe "ochenta".Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».Y yo os digo: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

ORACIÓN:
SEÑOR, desearía que no se cumpliera en mi vida lo que dices de los hijos de este mundo, que son más astutos que los hijos de la luz. Tú eres mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?  Tú eres la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Contigo pondré en juego todas
mis luces, para no dejarme vencer por la astucia de los hijos de este mundo, e iluminar a los demás con el testimonio de mi vida unida a ti por el amor y la misericordia. (Sigue tu oración personal).





domingo, 18 de septiembre de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 17/09/2016





Tiempo Ordinario/24° Salterio 4° Semana. Tomo IV
Sábado 17 Septiembre




Santos ROBERTO BELARMINO ob dc,
Hildegarda de Bingen vg dc,
Lamberto oh, Columba vg mr, Pedro de Arbués pb mr

 Papa Francisco: Un sembrador salió a sembrar; sin embargo, no toda la semilla que esparció dio fruto. Lo que cayó al borde del camino se lo comieron los pájaros; lo que cayó en terreno pedregoso  . . o entre abrojos brotó, pero inmediatamente lo abrasó el sol o lo ahogaron las espinas. Sólo lo que cayó en terreno bueno creció y dio fruto (cf. Mc 4,3-9; Mt 13,3-9; Lc 8,4-8). Como Jesús mismo explica a sus discípulos, este sembrador representa al Padre, que esparce abundantemente la semilla de su Palabra. La semilla, sin embargo, se encuentra a menudo con la aridez de nuestro corazón, e incluso cuando es acogida corre el riesgo de permanecer estéril. Con el don de fortaleza, en cambio, el Espíritu Santo libera el terreno de nuestro corazón, lo libera de la tibieza, de las incertidumbres y de todos los temores que pueden frenarlo, de modo que la Palabra del Señor se ponga en práctica, de manera auténtica y gozosa.




PALABRA:
Jesús dijo a la gente esta parábola: «Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esa parábola?». Él les respondió: «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es este: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando».

ORACIÓN:
1Corintios 15,35-37.42-49; Salmo 55,10-14 • LUCAS 8,4- 15
SEÑOR, me veo reflejado en la tierra al borde del camino, entre piedras y zarzas. Pero confío en la Misericordia del mejor sembrador, y prepararás mi corazón para que sea la buena tierra que dé mucho fruto. (Sigue tu oración personal).








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