Tiempo Ordinario/32° Salterio 4° Semana. Tomo IV
Jueves 10 Noviembre
Santos LEÓN MAGNO pp dc, Orestes mr,
Andrés Avelino pb
Papa Francisco: ¿Cuándo vendrá el Reino de Dios? Vendrá un día en el que os dirán: 'aquí está ", o 'allí está ; no os vayáis, no lo sigáis. El Reino de Dios no es un espectáculo. El espectáculo muchas veces es la caricatura del Reino de Dios. ¡El espectáculo! El Señor nunca dice que el Reino de Dios es un espectáculo. ¡Es una fiesta! Pero es diferente. Es fiesta, cierto, es bellísima. Una gran fiesta. Y el Cielo será una fiesta, pero no un espectáculo. Y nuestra debilidad humana prefiere el espectáculo. El Reino de Dios es silencioso, crece dentro. Lo hace crecer el Espíritu Santo con nuestra disponibilidad, en nuestra tierra, que nosotros debemos preparar. Cuando uno piensa en la perseverancia de tantos cristianos, que llevan adelante la familia, que cuidan de sus hijos, cuidan de los abuelos y llegan al final de mes con medio euro solamente, pero rezan, allí está el Reino de Dios, escondido, en esa santidad de todos los días. El Reino de Dios no está lejos de nosotros, ¡está cerca!.
PALABRA:
A unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de
Dios, Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacular-mente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros». Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación».
ORACIÓN:
Filemón 7-20; Salmo 145,7-10 • LUCAS 17,20-25
SEÑOR, ¡tu reino está dentro de mí! ¿Para qué buscarlo fuera, cuando si dedicara cada día sólo cinco minutos a mirarme por dentro, en la oración/reflexión que sigue a tu palabra diaria, descubriría que hay en mí una fuerza que viene de ti: la gracia santificante vida de tu reino? Tu reino, dentro de mí desde el día de mi bautismo, es el impulso que necesito para que nuestra amistad vaya en aumento por mi parte. Tú me amas infinitamente y tu amor es fiel y eterno; mi correspondencia es débil y tiene que afianzarse, para vivir contigo siempre, en medio del sufrimiento y la persecución que tú anuncias y yo experimento. Que, cuando vea sufrimiento cerca de mí, tenga misericordia con los que sufren. (Sigue tu oración personal)
El reino de Dios está dentro de vosotros.