miércoles, 16 de noviembre de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 16/11/2016





Tiempo Ordinario/33° Salterio I° Semana. Tomo IV
Miércoles 16 Noviembre








Santos MARGARITA DE ESCOCIA re mf,

GERTRUDIS v', Edmundo ob

 Papa Francisco: La parábola nos hace reflexionar sobre la relación entre cómo empleamos los dones recibidos de Dios y su retorno, cuando nos preguntará cómo los hemos utilizado. ? ¡No enterréis los talentos! Apostad por ideales grandes que ensanchan el corazón, los ideales de servicio que harán fecundos vuestros talentos. La vida no se nos da para que la conservemos, sino para que la donemos.







PALABRA:
Dijo Jesús esta parábola: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo". Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados. El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez". Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; Como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades". El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco". A ese le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades". El otro llegó dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras". Él le contestó: "Por tu boca te condeno, em-pleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses". Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a este la onza y dádsela al que tiene diez". Le replicaron; "Señor, si ya tiene diez onzas". Os digo: "Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene".

ORACIÓN:
Apocalipsis 4,1-11; Salmo 150,1-5 • LUCAS 19,12-13.15-26 SEÑOR, tú eres mi Rey, y acepto con gozo lo que me has prestado para servirte a ti y a los hermanos. Que no me crea dueño de mis cualidades, ni las deje inactivas. Te has fiado de mí: ¡que, por tu misericordia, no te defraude! (Sigue tu oración personal). 

Muy bien, eres un empleado cumplidor. 





CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 15/11/2016




Tiempo Ordinario/33° Salterio I Semana. Tomo IV
Martes 15 Noviembre













Santos ALBERTO MAGNO ob dc,
Marino y Aniano mrs, Leopoldo cf, Roque y Alfonso pbs mrs

Papa Francisco: Zaqueo era uno como tantos dirigentes que conocemos: corruptos. En vez de servir a su pueblo, explotan al pueblo para servirse a sí mismos. En el mundo hay algunos... Y la gente no lo quería. Era una oveja perdida, es despreciado y es un «excomulgado», era un publicano, amigo de los odiados ocupantes romanos, era un ladrón y un explotador. Impedido de acercarse a Jesús, probablemente por motivo de su mala fama, y siendo pequeño de estatura, Zaqueo trepa a un árbol, para poder ver al Maestro. Y Jesús lo llama por su nombre: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». No existe profesión o condición social, no existe pecado o crimen de algún tipo que pueda borrar de la memoria y del corazón de Dios a uno solo de sus hijos. Y yo te digo a ti: si tienes un peso en tu conciencia, si tienes vergüenza por tantas cosas que has cometido, trepa, como hizo Zaqueo, sube al árbol del deseo de ser perdonado; yo te aseguro que no quedarás decepcionado.




PALABRA
Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Co-
rrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Él bajó enseguida y lo recibió muy contento.A1 ver esto, todos murmuraban, diciendo «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a lo pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más» Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este el hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».


ORACIÓN:
Apocalipsis 3,1-6.14-22; Salmo 14,2-5 • LUCAS 19,1-11
SEÑOR, el relato de Zaqueo me hace pensar que incluso de lo que no nos gusta tú puedes sacar grandes beneficios espirituales para el hombre. Zaqueo, por ser bajo de estatura, se encontró contigo. Siendo pecador, encontró junto a ti la conversión. No soy digno de que entres en mi casa, pero tú viniste a salvar lo que estaba perdido. Aquí tienes mi pobreza: tu misericordia puede hacer con ella maravillas. (Sigue tu oracion personal)







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