Tiempo Ordinario/34°Salterio 2° Semana. Tomo IV Viernes 25 Noviembre
Santos CATALINA vg mr, Moisés pb, Pedro y ÁguedaYi mrs
Papa Francisco: El Señor enseña a los discípulos a comprender lo que sucede. En este caso, Jesús invita a observar la planta de higo y todos los árboles, porque cuando brotan se comprende que el verano está cerca. Y reprende a los fariseos que no quieren comprender los signos de los tiempos; no ven el paso de Dios en la historia. El espíritu del mundo no quiere que nos preguntemos delante de Dios: ¿Por qué sucede esto? Y para distraernos de las preguntas esenciales, nos propone un pensamiento pret-á-porter, según nuestros gustos: Yo pienso como me gusta. Necesitamos al Espíritu Santo para comprender los signos de los tiempos. El Espíritu nos dona la inteligencia para comprender, un regalo personal, gracias al cual yo debo comprender por qué me sucede esto a mí y cuál es el camino que el Señor quiere para mi vida. PALABRA: Expuso Jesús una parábola a sus discípulos: «Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, Os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán».
ORACIÓN: Apocalipsis 20,1-4.11-21,2; Salmo 83,3-8 • LUCAS 21,29-33SEÑOR, eres contundente al afirmar que, aunque pasen cielo y tierra, tu Palabra no pasará. Con los apóstoles, te digo hoy: ¡Ahora sí que hablas claro! Y esa claridad tan rotunda ilumina mi vida. No quiero otros maestros. Me bastas tú, que no sólo das luz, sino que me ayudas a caminar por tu camino iluminado hacia la Luz sin ocaso. (Sigue tu oración personal).
Tiempo Ordinario/34°Salterio 2° Semana. Tomo IVJueves 24 Noviembre Santos ANDRÉS DUNG-LAC pb y co mrs, Cristigono mr, Flora y María vgs mrs, Mateo Alonso y co mrs
Papa Francisco: Hoy la Iglesia nos hace pensar en el fin de este mundo, porque este acabará. La fachada de este mundo desaparecerá. Hay una palabra en el Evangelio que nos impresiona bastante: todas estas cosas sucederán. ¿Pero hasta cuándo hay que esperar? Hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles: Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. En tiempos del profeta Daniel no se podía hablar de religión: era una cuestión privada, los signos religiosos se quitaban y era necesario obedecer las órdenes que venían de los poderes mundanos. Cuando los tiempos de los paganos se cumplen, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación. En efecto, el triunfo, la victoria de Jesucristo es llevar la creación al Padre en el final de los tiempos. Esta apostasía general se llama prohibición de adoración. ¿Adoro al Señor? ¿Adoro a Jesucristo, el Señor? ¿O un poco mitad y mitad y juego con el príncipe de este mundo? Adorar hasta el final con confianza y fidelidad es la gracia que debemos pedir. PALABRA: Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».
ORACIÓN: Apocalipsis 18,1-2.21-23;19,1-3.9a; Salmo 99,2-5 • LUCAS 21,20-28 SEÑOR, si tuviera puesta mi esperanza en este mundo, temería el final. Pero ese final -de mi vida, del mundo- me abre la puerta para la Vida. Como Pablo, exclamo: ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Por eso, me uno exultante a tus palabras: Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. (Sigue tu oración personal).