FERIA MAYOR
Martes 20 Diciembre
Santos Domingo de Silos ab, Ceferino pp, Ursicino ev
Papa Francisco: María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darlo a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» (1c 1,38). Este «hágase» no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este «hágase» es esperanza!
PALABRA:
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».Y la dejó el ángel.
ORACIÓN:
Isaías 7,10-14; Salmo 23,1-6 • LUCAS 1,26-38
OH LLAVE DE DAVID, y cetro de la casa de Israel, concebido en el seno virginal de María:
Abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir: ¡ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte! Sin ti, no hay vida, ni luz, ni libertad. Vida, luz y libertad, que nos traerás en tu ya inminente venida a nuestro mundo, a mi casa, a mi vida. (Sigue tu oración personal).