Cultivarse es crecer, la ira no hace nada por nadie, la paciencia es la madre del buen carácter, quienes la cultivan disfrutaran de larga vida
sábado, 24 de diciembre de 2016
viernes, 23 de diciembre de 2016
CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 23/12/2016
FERIA MAYOR
Viernes 23 Diciembre
Santos JUAN DE KETY pb, Ivón ola Juan Stone pb mr,
M.° Margarita mf rl. Beatos Nicolás Factor pb,
Antonio Galváo de Franca pb
compras, hacer ruido. Una reflexión que lleva a otra pregunta dirigida a nosotros mismos: ¿Nuestra alma está abierta, como estaba abierta la Virgen? ¿O nuestra alma está cerrada y hemos colgado en la puerta un cartel, muy educado, que dice: Se ruega no molestar? Con la Virgen y con la madre Iglesia nos hará bien repetir hoy en oración estas invocaciones: oh sabiduría, oh llave de David, oh rey de las naciones, ven, ven. Una oración que se convierte en examen de conciencia, para verificar cómo es nuestra alma y hacer que sea un alma abierta, un alma grande para recibir al Señor en estos días. Un alma que comienza a sentir lo que mañana en la antífona nos dirá la Iglesia: Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria.
PALABRA:
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se
enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea.Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
Malaquías 3,1-4. 23-24; Salmo 24,4-5. 8-10.14 • LUCAS I,57
OH EMMANUEL, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, a quien Juan el Bautista anunció como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro! Emmanuel, Dios-con nosotros, salvador de los pueblos, te espero con el corazón abierto y con mi pobreza espiritual que tú vienes a enriquecer con tus dones divinos. (Sigue tu oración personal).
Etiquetas:
PALABRA Y VIDA
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