martes, 17 de enero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 16/01/2017


1 del TO.

I ° del salterio Heb 4,1-5.11 /Sal 
77/ Mc 2,1-12
Lunes 16 Enero






Hilarla de 
Constantinopla; 
Marcelo I; Priscila; 
Bta. Juana Mª 
Condesa Lluch

PALABRA:
Marcos 2,1-12
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando a un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados». Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «¿Por qué habla este así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?». Jesús se lo cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué ?.es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" O decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...». Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa». Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual».




Un paralítico inteligente
La escena es atrayente y no le falta detalle. Primero, aquellos buenos amigos que prestan al enfermo un gran servicio, superando toda clase de obstáculos; segundo, la actuación de Jesús, perdonando los pecados del paralítico, devolviéndole la paz de la conciencia y la dignidad propia de todo ser humano; tercero, la inteligencia que muestra el paralítico, una vez que ha sido curado. El hombre coge su camilla y se marcha deprisa. No entra en discusiones. Podemos decir que «pone en práctica la curación recibida». Como si dijera: «voy a saborear el milagro, que eso es lo verdaderamente importante». Quizás, nosotros, muchas veces, nos quedamos en la discusión, sin percibir que lo mejor de todo es saborear los dones recibidos. El paralítico lo recibe todo y se marcha con rapidez. En términos populares, no dice ni «mu» en toda la escena. Va a lo práctico, a lo auténtico, a lo mejor.

              





lunes, 16 de enero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 15/01/2017




1 del TO.
1° del salterio
Heb 3,7-14/Sa1 94
/ Mc 1,40-45
DOMINGO 15 ENERO






SANTOS:
Cosme; Macario;

Francisco de
Capillas; Pablo
Ermitaño; Habacuc


PALABRA: Marcos 1,40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.




Curar las «nuevas lepras»
La curación del leproso del evangelio nos ofrece, de nuevo, la actitud de Cristo: acabar con todo lo que es motivo de sufrimiento, exclusión o violencia. La lepra era motivo de rechazo, no solo de la enfermedad sino de la persona. Se trataba de un mal que producía contagio rápidamente. Y en vez de redoblarse el esfuerzo y la acogida, el leproso era abandonado, sin derechos. Jesús, «sintiendo lástima, extendió la mano y le tocó, diciendo: "queda limpio"». Primero, el sentimiento del corazón, el amor a la persona, restableciendo su dignidad; segundo, la cercanía en el trato; tercero, el poder curativo. La nueva lepra nos habla de «manchas en nuestra piel, en nuestra vida»; nos habla de «exclusiones sociales y de pérdidas de la dignidad». Los leprosos de hoy reclaman la cercanía de los cristianos.


ORACIÓN:
Señor, cura nuestras lepras de esta hora, tantas manchas de mal sobre la piel de la sociedad; tantas lejanías y exclusiones; tantos odios y sinsabores. Queremos quedar limpios, nuevos, integrados en el mundo para construirlo cada día con amor.
       
             




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