1 del TO.
I ° del salterio Heb 4,1-5.11 /Sal
77/ Mc 2,1-12
Lunes 16 Enero
Hilarla de
Constantinopla;
Marcelo I; Priscila;
Bta. Juana Mª
Condesa Lluch
PALABRA:
Marcos 2,1-12Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando a un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados». Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «¿Por qué habla este así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?». Jesús se lo cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué ?.es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" O decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...». Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa». Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual».
Un paralítico inteligente
La escena es atrayente y no le falta detalle. Primero, aquellos buenos amigos que prestan al enfermo un gran servicio, superando toda clase de obstáculos; segundo, la actuación de Jesús, perdonando los pecados del paralítico, devolviéndole la paz de la conciencia y la dignidad propia de todo ser humano; tercero, la inteligencia que muestra el paralítico, una vez que ha sido curado. El hombre coge su camilla y se marcha deprisa. No entra en discusiones. Podemos decir que «pone en práctica la curación recibida». Como si dijera: «voy a saborear el milagro, que eso es lo verdaderamente importante». Quizás, nosotros, muchas veces, nos quedamos en la discusión, sin percibir que lo mejor de todo es saborear los dones recibidos. El paralítico lo recibe todo y se marcha con rapidez. En términos populares, no dice ni «mu» en toda la escena. Va a lo práctico, a lo auténtico, a lo mejor.