viernes, 24 de febrero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 23/02/2017



Iº de Cuaresma 
1ªdel salterio
Lev 19,1-2.11-18 
/Sa118/Mt

25,31-46





S. Policarpo de 
Esmirna, c. 
Marta de Astorga; 
Florencio; Bta. 
Rafaela Ybarra

PALABRA:
Mateo 25,31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme". Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?". Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". Entonces también estos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de estos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo". Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».


Señor, quiero verte en cada hermano cercano o lejano que cruce a mi lado, que llame a mi puerta, que me pida un trozo de pan o un vaso de agua; quiero verte en cada rostro, en cada mirada, en cada tragedia salpicada de dolor; quiero verte y salir a tu encuentro, ofrecerte mi mano y mi corazón.






                 




jueves, 23 de febrero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 22/02/2017

Iº de Cuaresma
1ª del salterio

Gén 9,8-15 / Sal 24 
/ 1Pe 3,18-22 /Mc 
1,12-15
Miércoles 22 Febrero


Cátedra de san
Pedro; Margarita 
de Cortona; Papías; 
Leonor


PALABRA:

Génesis 9,8-15
Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra». Y Dios añadió: «Esta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes».







Salmo 24
Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza.





1Pedro 3,18-22. 
Queridos hermanos: Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos —ocho personas— se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.


Marcos 1,12-15
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».



Tres grandes tentaciones
El núcleo de la tentación es alejarnos de Dios, no escuchar su voz, no realizar sus proyectos, no recorrer sus caminos. El tentador nos dirá siempre: «deja a tu Dios y elige otros caminos para ser feliz. Dios no te hará feliz; al contrario, será un obstáculo para tu felicidad». Tres tentaciones rondan el corazón de los creyentes cristianos: primera, la des cristianización, dejar de ser discípulos de Jesús, abandonar sus filas; segunda, el desánimo, el tirar la toalla por cansancio, porque no podemos más, porque no tenemos fuerza; tercera, la desconfianza, en todo y en todos, porque nadie puede solucionar nada y todo falla. «Convertíos», nos dice el Señor. «Girad vuestras vidas hacia Mí». La Cuaresma nos sigue invitando al silencio interior y a la reforma de nuestra vida. Una invitación amable que va directa al corazón.




Señor, ante tantas llamadas e invitaciones a ser felices, nosotros queremos oír solo tus palabras de vida eterna, queremos seguir tus caminos y confiar en Ti. Porque solo de tu mano nos sentiremos seguros, libres, felices.


                                   



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