4° del salterio
Jer 11,18-20 / Sal 7
/ in 7,40-53
Martes 21 Marzo
Serapión; Lupicinio;
Filemón; Fabiola
PALABRA:
Juan 7,40-53
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?». Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos». Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a alguien sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». Y se volvieron cada uno a su casa.
«Jamás ha hablado nadie así»
Prosiguen los enfrentamientos entre Jesús y los jefes religiosos. No le aceptan. Le rechazan. Pero no saben cómo prenderlo y llevarlo a la muerte. No saben cómo eliminarlo. Con Jesús estaba el pueblo, la gente sencilla; contra Jesús estaban «los hombres de la religion», los fariseos, los dirigentes religiosos. Su argumento principal es que Jesús no podía ser él Mesías, porque el Mesías no saldría de Galilea. Mandan a los guardias para apresarlo, pero se quedan con la boca abierta: «jamás ha hablado nadie así». Nicodemo les ofrece su consejo: hay que escuchar antes de condenar. Nada. El poder siempre tiene razón. Y acapara la verdad y se enfrenta a quien no se somete, a quien no inclina su cabeza. Siempre ocurrirá lo mismo en el transcurso de los siglos. Jesús se enfrenta al poder opresor y el poder opresor lo eliminará, le dará muerte.