miércoles, 12 de abril de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 11/04/2017



Martes 11 Abril
Oficio propio
He 4,13-21 /Sal 117
/Mc 16,9-15





Octava de Pascua
Estanislao; Bta.
Elena Guerra; Bto.
Sinforiano Félix
Ducki

PALABRA:
Marcos 16,9-15
Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciarselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».


La esperanza de las víctimas
Jesús sigue apareciéndose a sus discípulos, sin que acepten que está de nuevo en medio de ellos. Les cuesta trabajo creer en lo que ven, hasta el punto de que el Señor les echa en cara su incredulidad, su cerrazón. Hemos de contemplar hoy esa dimensión tan esperanzada de la resurrección, unida a la muerte de Cristo en la cruz. Dios no resucita a un muerto cualquiera. Dios resucita a un crucificado. Surge la pregunta en lo más profundo de nuestro corazón: «¿qué va a ser de las víctimas?, ¿qué será de todos los crucificados de la tierra?». La resurrección de Jesús es el argumento que tenemos los cristianos para fundamentar la esperanza de las víctimas de la historia, para reivindicar la vida y la dignidad que les fueron arrebatadas por la violencia. «¿Qué será de las víctimas?». Será la vida, la resurrección, la plenitud.

No apaguéis el Espíritu. No apaguemos la fe en Dios, nuestro Padre, no apaguemos la confianza en nosotros mismos, no apaguemos la amistad con los compañeros y compañeras, no apaguemos la esperanza en una resurrección que se nos brinda constantemente para superar todas las muertes de la tierra.






lunes, 10 de abril de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 10/04/2017



Lunes 10 Abril
Oficio propio
He 4,1-12 / Sal 117/ 
Jn 21,1-14





Octava de Pascua 
Ezequiel; Miguel
de los Santos;
Pompeyo, Terencio y 
Africano


PALABRA:
Juan 21,1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de 1a barca y encontraréis». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntar quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.








Eres un Dios escondido, pero en la carne de un hombre. Eres un Dios escondido, en cada rostro de pobre. Mas tu amor se nos revela cuanto más se nos esconde.                                                                                                                                                                                                                                                                  

                             



cultivarseescrecer Chanel