martes, 9 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 08/05/2017





Lunes 08 Mayo
V de Pascua
1ºdel salterio

He 15,22-31 /Sal 56 
/In 15,12-17





Na Sra. de la Salud;
Bonifacio IV;
Magdalena de

Canossa; Víctor de 
Milán; Bta. Ulrike
Nish

PALABRA:
Juan 15, 12-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».



El mandamiento de la felicidad
Jesús nos ofrece y nos explica el «mandamiento de la felicidad»: «que os améis unos a otros como yo os he amado». Y enseguida nos señala sus destellos más hermosos: respeto, aceptación, estima, libertad. No se trata de poseer, ni de dominar, ni de apropiarse de nadie, y menos, de aprovecharse de las personas que amamos. Se trata de un amor que valora, enriquece, se desvive, ayuda, soluciona, da la vida en oleadas de servicialidad. En ese amor está el secreto de la verdadera felicidad. No es el amor humano que surge de las entrañas, con sus reglas de juego, para su desarrollo. Es el amor que Dios nos da, que recibimos de Jesús cada día, y que nosotros derramamos en nuestro prójimo, con el mismo sello que Dios le pone.



Señor, haz que tu amor nos transforme, sintiéndonos hermanos, hijos tuyos, y que ese amor que de Ti recibimos, lo derramemos nosotros en oleadas de servicio, de vida, de entrega, de enriquecimiento y de ayuda a los demás.




             


domingo, 7 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 07/05/2017 (CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LAS MADRES)







Domingo 07 Mayo
V de Pascua.
lº del salterio
He 15,7-21 /Sal 95
/In 15,9-11








Nª Sra. de la Victoria;
Benedicto II; Gisela;
Rosa Venerili


PALABRA:
Juan 15,9-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».





Jesús habla de la alegría
He aquí un texto en el que Jesús nos habla de la alegría: la ofrece y la quiere para sus discípulos. La alegría no se comunica ni se adquiere por decreto, sino por contagio. El que la tiene, la transmite a los que viven con él. Jesús quiere un cristianismo y unos cristianos que transmitan alegría, felicidad, bienestar. En muchas épocas de la historia, el cristianismo ha acentuado el ancho campo de las prohibiciones, hasta el punto de que se ha considerado como «aguafiestas». Mucha gente tiene del cristianismo una idea de sufrimiento, de negritud, de caras serias y rostros desolados. Ha de surgir un movimiento que nos presente el rostro alegre de un Dios cercano, que acoge, comprende, perdona y siembra felicidad. Dios es la alegría de la plenitud.



Señor, por encima de nuestros problemas y preocupaciones, concédenos el don de la alegría, que no consiste en reír sino en sonreír a la vida, a todos los que llaman a la puerta de nuestro corazón.



              


                                     


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