V de Pascua
1º del salterio
He 16,1-10 / Sal 99
/In 15,18-21
Gregorio de la
Berrueza; Pacontio;
Jorge Preca
Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra". Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».
El «odio del mundo»
Jesús nos habla del «odio del mundo», previniendo las persecuciones y muertes de sus discípulos. Frente a los intereses y los planteamientos de «los sistemas» del mundo, de ese «orden establecido» que rige a los pueblos, el proyecto de Jesús tendrá como base primordial las relaciones de amor y libertad, con preferencia de los últimos, de los más pobres, de los más débiles, de los que más lo necesitan. Llega, entonces, el conflicto. ¿Cómo van a perder poder los «poderosos» de este mundo? ¿Cómo los intereses de bienes materiales van a ser sustituidos por su justa distribución, en aras de una hermosa y creciente fraternidad? El Evangelio se convierte así en un peligro, en una amenaza para los que manejan los hilos de los sistemas humanos. «Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán», nos dice el Señor. Por eso, hemos de estar preparados.