domingo, 14 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 13/05/2017



Sábado 13 Mayo
Vi de Pascua
2° del salterio
He 17,15.22-18,1
/Sal 148 /Jn
16,12-15






Na Sra. de 
Fátima, m.I.
Pedro Regalado;
Mª Dominica
Mazzarello; Anacleto;
Bta. Juliana

PALABRA:
Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo 1o que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará».



El Espíritu de la Verdad
Jesús está preparando su partida, está preparando a sus discípulos para cuando Él no esté. Jesús promete a sus discípulos el Espíritu de la Verdad, el Espíritu que tiene como tarea propia «guiarnos hasta la verdad plena». Por eso, una de las actitude más hermosas que hemos de tener los cristianos es «ponernos a la escucha», abrir de par en par nuestros oídos y nuestro corazón, dejar que penetre la brisa de Dios. «Muchas cosas me quedan por deciros», escuchamos hoy de labios del Señor. La historia se abre cada día, con cada amanecer. Dios estrena jornadas y ojalá estrene también corazones que le descubren. La historia siempre es joven ante la presencia de Dios, que tiene la última palabra.


Quiero, Jesucristo, acudir perseverantemente ante el sagrario, físicamente o con el corazón, para sentirme seguro, para estar sereno: pero también para saberme amado...
¡y para amar! 





sábado, 13 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 12/05/2017




Viernes 12 Mayo 
VI de Pascua
2° del salterio 
He 16,22-34/Sal 
137 /In 16,5-11






Stos. Pancracio,
Nereo y Aquiles
m.l.
Domingo de la 
Calzada; Epifanio; 
Leopoldo; Germán



PALABRA:
Juan 16,5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?". Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado».

«Tendréis un Defensor»
Jesús nos promete un Defensor. Estará en el centro, junto a nosotros, porque solos no podemos caminar, ni enfrentarnos a los mil problemas que irán surgiendo en la construcción de un mundo nuevo. Podemos recordar hoy aquella hermosa frase de Benedicto XVI, cuando nos decía: «el que reza nunca está solo». Un cristiano nunca está solo. Jesús nos ha prometido un Defensor, el Espíritu Santo, dador de dones, que nos ofrece vida a raudales, nos fortalece, nos alienta, nos ayuda y da fuerza en las batallas más terribles. Un cristiano ha de sentirse siempre protegido en su caminar por la historia. Pertenece al pueblo de Dios, camina bajo su cayado, y Dios nos envía ese Defensor, al que hemos de invocar con entusiasmo e ilusión. Ganaremos así todas las batallas.


Santa María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre nuestra. Enséñame a tratar a Jesús con confianza, no me dejes, enséñame a hacer oración, a hablar con tu Hijo Jesús, cada día, abriendo. mi corazón a sus palabras.                                                                               



cultivarseescrecer Chanel