Sábado 13 Mayo
Vi de Pascua
2° del salterio
He 17,15.22-18,1
/Sal 148 /Jn
16,12-15
Na Sra. de
Fátima, m.I.
Pedro Regalado;
Mª Dominica
Mazzarello; Anacleto;
Bta. Juliana
Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo 1o que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará».
El Espíritu de la Verdad
Jesús está preparando su partida, está preparando a sus discípulos para cuando Él no esté. Jesús promete a sus discípulos el Espíritu de la Verdad, el Espíritu que tiene como tarea propia «guiarnos hasta la verdad plena». Por eso, una de las actitude más hermosas que hemos de tener los cristianos es «ponernos a la escucha», abrir de par en par nuestros oídos y nuestro corazón, dejar que penetre la brisa de Dios. «Muchas cosas me quedan por deciros», escuchamos hoy de labios del Señor. La historia se abre cada día, con cada amanecer. Dios estrena jornadas y ojalá estrene también corazones que le descubren. La historia siempre es joven ante la presencia de Dios, que tiene la última palabra.
Quiero, Jesucristo, acudir perseverantemente ante el sagrario, físicamente o con el corazón, para sentirme seguro, para estar sereno: pero también para saberme amado...
¡y para amar!