domingo, 25 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 24/06/2017



Sábado 24 Junio
Oficio de la S.

ls 49,1-6 /Sal 138
/He 13,22-26 / Lc
1,57-66.80





Natividad de S.
Juan Bautista, S.
Fausto; Longinos;
Teodulfo; Fermín;
María Guadalupe

García Zavala


PALABRA:
Lucas 1,57-66.80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidarol niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre."La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Serio/ estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.


«Yo soy la voz, Cristo es la Palabra»
Aparece hoy la silueta de Juan el Bautista, recordando su nacimiento. Una silueta fascinante: es un hombre creativo, libre, audaz, que cumple al pie de la letra su misión, con una coherencla que le hace brillar, no solo como profeta sino como precursor del Mesías. Juan vive en la austeridad más radical; habla con la libertad de los hijos de Dios; denuncia las situaciones injustas; invita a la conversión; se encara con los poderosos. Y testimonia con su vida todo lo que dice. El mundo de hoy necesita nuevos profetas que anuncien y denuncien; que vivan lo que predican y prediquen como voces vivas de la Palabra, que es Cristo. Acaso la gran virtud de Juan fue su valentía: no tuvo miedo, se arriesgó y pagó con su vida el cumplimiento de la misión que tenía encomendada.






Señor, danos profetas para esta hora difícil de la historia: profetas libres, audaces, coherentes, que nos transmitan con fidelidad y encanto los mensajes recibidos de Dios. El profetismo nunca puede estar en paro, porque entonces habríamos sucumbido al clamor de los necesitados, al lamento de los heridos.                                                                                 




viernes, 23 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 23/06/2017 VÍSPERAS DE SAN JUAN



Viernes 23 Junio
XII del T.O.
4° del salterio
Gén 13,2.5-18 / Sal

14 / Mt 7,6.12-14






José Cafasso; Zenón;
Agripina; Gracia;
Lisberto; Bta.

Rafaela Santina

PALABRA:

Mateo 7,6.12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».

Regla de oro para la convivencia
Todo el mundo se queja de lo difícil que resulta la convivencia. A veces, no se entiende cómo dos vidas que se unen por amor, después, a la hora de vivirlo cada jornada, se encuentran con tantos problemas. ¿No será que no existía ese amor? ¿O más bien que ese amor no tiene en cuenta la valoración de la otra persona, sus virtudes, sus defectos, sus luces y sus sombras? Jesús nos ofrece, en positivo, una vieja regla de oro, que ya se encontraba en el judaísmo: «Tratad a los demás como queréis que ellos os traten». O lo que es lo mismo: «No quieras para los demás, no hagas a los demás, lo que no quieres ni deseas para ti mismo». Jesús quiere que ese cuidado que procuramos para nosotros lo traslademos a las demás personas. Es lo mínimo que podemos hacer, al menos, en el planteamiento de una ética universal».

«¡Por los que no han sabido sospecharte, por los que tienen miedo de encontrarte, por los que piensan que, ya te han perdido, por todos los que esperan en la muerte, quiero cantarte, Amor, agradecido, porque siempre acabamos por vencerte!».


               





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