lunes, 26 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 25/06/2017



Domingo 25 Junio
 XII del TO.
4° del salterio
Gén 16,1-12.15-16
/Sal 105/ Mt
7,21-29






Guillermo de
Vercelli; Domingo
Henares; Orosia;
Máximo de Turín;
Próspero

PALABRA:
Mateo 7,21-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?". Yo entonces les declararé: "Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados". El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las . pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente». Al terminar Jesús,este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

La regla de oro
Tras leer esta página del evangelio, podemos sacar y anotar en nuestra agenda del alma esta regla de oro: «Lo únic9 que vale es poner en práctica lo que dice Jesús». Porque es fácil la piedad sensible, pero rehuimos la piedad sacrificada. Es fácil sentirse cristiano, pero es difícil comportarse como cristiano. Es fácil todo ese mundo de los sentimientos, con los altares rebosantes de luces y de flores, con las mejores canciones religiosas de fondo, pero es difícil abrazar después al excluido, al débil, al necesitado. Es fácil sonreír, es difícil llegar después al tajo y ayudar a los segadores. Jesús nos advierte seriamente para que no coloquemos nuestra religiosidad en las devociones solamente, sino en las acciones que son fruto de nuestro amor y de nuestra entrega generosa.


             




domingo, 25 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 24/06/2017



Sábado 24 Junio
Oficio de la S.

ls 49,1-6 /Sal 138
/He 13,22-26 / Lc
1,57-66.80





Natividad de S.
Juan Bautista, S.
Fausto; Longinos;
Teodulfo; Fermín;
María Guadalupe

García Zavala


PALABRA:
Lucas 1,57-66.80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidarol niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre."La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Serio/ estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.


«Yo soy la voz, Cristo es la Palabra»
Aparece hoy la silueta de Juan el Bautista, recordando su nacimiento. Una silueta fascinante: es un hombre creativo, libre, audaz, que cumple al pie de la letra su misión, con una coherencla que le hace brillar, no solo como profeta sino como precursor del Mesías. Juan vive en la austeridad más radical; habla con la libertad de los hijos de Dios; denuncia las situaciones injustas; invita a la conversión; se encara con los poderosos. Y testimonia con su vida todo lo que dice. El mundo de hoy necesita nuevos profetas que anuncien y denuncien; que vivan lo que predican y prediquen como voces vivas de la Palabra, que es Cristo. Acaso la gran virtud de Juan fue su valentía: no tuvo miedo, se arriesgó y pagó con su vida el cumplimiento de la misión que tenía encomendada.






Señor, danos profetas para esta hora difícil de la historia: profetas libres, audaces, coherentes, que nos transmitan con fidelidad y encanto los mensajes recibidos de Dios. El profetismo nunca puede estar en paro, porque entonces habríamos sucumbido al clamor de los necesitados, al lamento de los heridos.                                                                                 




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