miércoles, 19 de julio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 18/07/2017




Martes 18 Julio
XV del T.O.
3° del salterio
ex 12,37-42/Sal
135 / Mt 12,14-21





Ciriaco y Paula;
Bruno; Leoncio;
Nemesio


PALABRA:
Mateo 12,14-21
En aquel tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi ado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu ara que anuncie el derecho a las naciones. No porfi á, no gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones».


La salvación, desde el amor
De nuevo, el contraste entre los fariseos y Jesús, entre la religión de los fariseos y la misión de Jesús. Mateo nos ofrece la cita del profeta Isaías, porque ve en ella un resumen ajustado de lo que fue la vida del Señor: «anunciar el derecho a las naciones», es decir, la realización del derecho, o lo que es lo mismo, la salvación para todos, no solo para los elegidos, sino para todas las naciones. La implantación del derecho y de la justicia no se hará con la dureza de las prohibiciones y observancias, sino desde el amor, desde el don de sí mismo. Jesús ofrece la salvación, invita a elegir sus caminos, mientras derrama las curaciones de los enfermos y atiende a todos con la entrega total de su persona.


Este reino y esta salvación —palabras claves en la evangelización de Jesucristo— pueden ser recibidos por todo hombre, como gracia y misericordia, pero a la vez cada uno debe conquistarlo con la fuerza, «el reino de los cielos está en tensión y los esforzados lo arrebatarán, dice el Señor, con la fatiga y el sufrimiento.






           






martes, 18 de julio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 17/07/2017





Lunes 17 Julio
XV del T.O.
3° del salterio
ex 11,10-12,14/ 
Sal 115 / Mt 12,7-8




Alejo; Gregorio 
Escribano; León IV; 
Marcelina; Justa y 
Rufina; Colomán

PALABRA
Mateo 12,1-8 
Un sábado de aquellos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado». Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino solo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdote pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues yo digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendiera' lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es señor de sábado».


El culto, de la mano de la misericordia
La anécdota de las espigas no tiene mayor importancia, pero su mensaje se clava como un dardo en nuestras conciencias libres: las observancias religiosas no pueden dejar al margen las necesidades humanas. vida del ser humano y sus necesidades primordiales están por encima de las observancias legales. Dios nos quiere felices, plenos de vida, alegres, desarrollados. Y la sumisión no puede tener nunca un sentido de sufrimiento sin sentido. Por eso, Jesús aborda el tema, lo ilumina y lo enriquece. Las leyes no están para cumplirlas sin más sino para ayudar al ser humano, para desarrollarlo, para hacerlo más feliz y realizado. Lo contrario no tendría sentido y sería absurdo. Lo importante es cumplir la voluntad de Dios, con un corazón sencillo y verdadero porque en Él está nuestra plenitud.




Señor, la vida no es ley que somete y defrauda, sino oportunidad que realiza nuestros proyectos. La ley ha de tener siempre ese sentido de realización y de plenitud. Y por eso, el mandamiento nuevo es el argumento central del cristianismo















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