domingo, 20 de agosto de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 19/08/2017




Sábado 19 Agosto
XX del T.O.
4º del salterio
Joe 9,6-15 /Sa120 / 
Mt 20,1-16










S. Juan Eudes y 
S. Ezequiel
Moreno, m.I. 
Jordán de Pisa; 
Bernardo Tolomei; 
Bartolomé de Simeri



PALABRA
Mateo 20,1-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido". Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?". Le respondieron: "Nadie nos ha contratado". Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña". Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros". Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, penaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado solo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno". El replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?". Así, los últimos serán los primeros- y los primeros los últimos».


Jesús favorece a los débiles
La lectura de esta parábola casi siempre enciende nuestras preguntas sobre la justicia y la injusticia. Aquel propietario paga a todos justamente, paga lo convenido. La clave está en la actitud de su corazón hacia los más débiles. No se trata de quebrantar las leyes de la justicia sino de ensanchar el campo de la ayuda a los que más lo necesitan. Por encima de la relación patronal, el Señor establece la relación paternal. La bondad de Dios nos desconcierta muchas veces, pero cautiva nuestro corazón.








sábado, 19 de agosto de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 18/08/2017



Viernes 18 Agosto
XX del T.O.
4° del salterio
loe 6,11-24a / Sal
84 / Mt 19,23-30







Elena; Alberto 
Hurtado Cruchaga;
Bta. Sancha
Szymkowiak

PALABRA:
Mateo 19,23-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios». Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo». Entonces le dijo Pedro: «Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros».

No cerrar las entrañas a las necesidades
Jesús pone el dedo en la llaga con claridad y con dureza. Los exégetas van desgranando diversas interpretaciones de la metáfora del «camello y del ojo de la aguja»: que si cuando habla del camello, Jesús se refiere a un cable de barco; que si cuando habla de la aguja se está refiriendo a una puerta estrecha que había en Jerusalén. Lo importante es que descubramos el mensaje de este texto: el que retiene bienes y consume de sobra, mientras al mismo tiempo millones de personas mueren de hambre, no puede entrar en el proyecto de Jesús. El problema no es tener sino saber compartir. La tragedia está en cerrar las entrañas a las necesidades. La situación de la humanidad sigue golpeando nuestras conciencias.


Señor, da pan a los que tienen hambre y hambre a los que tienen pan. Hambre de Señor, manantial de vida; hambre de socorrer a nuestros hermanos, los millones de personas que mueren materialmente porque no tienen nada que llevarse a la boca. Y no podemos cerrarles nuestro corazón ni nuestras posesiones.











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