martes, 22 de agosto de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 21/08/2017

Lunes 21 Agosto
XX del TO.
4º del salterio

Rut 1,1.3-6.146- 
16.22 / Sal 145 / Mt 
22,34-40




S. Pío X, m.o. 
Alejandro Hales; 
Sidonio; Bta. Victoria 
Rasoamanarivo


PALABRA:

Mateo 22,34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser". Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas».

El amor a nuestro prójimo
Ante la cantidad de preceptos y de prohibiciones que existían, era lógico que los fariseos formularan a Jesús la pregunta, aunque, como siempre, lanzada con otras intenciones: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Jesús responde citando el texto del Deuteronomio, pero añadiendo un segundo mandamiento: el amor al prójimo. Jesús quiere decir: «El amor al prójimo es igual de importante que el amor a Dios». Y el amor a Dios es inseparable det amor a los demás. ¡Cuántas persecuciones, condenas y muertes, en nombre de Dios! Ese amor al prójimo tendrá siempre tres hermosas características: la primera, la motivación, el hecho de descubrir la imagen y el rostro de Dios en nuestros hermanos; la segunda, la universalidad, ya que nadie queda excluido; la tercera, la eficacia, un amor que se traduce en obras concretas.



Señor, danos ese amor a los demás, primero, por Ti; segundo, que sea universal y nadie quede excluido o marginado; tercero, que lo demostremos con nuestras obras.













lunes, 21 de agosto de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 20/08/2017





Domingo 20 Agosto
XX del TO.
4° del salterio
te 11,29-39a/Sal
39 / Mt 22,1-14






S. Bernardo, m.o.
Zaqueo; Cristóbal y
Leovigildo; Filiberto;
Samuel; María de
Matías

PALABRA:
Mateo 22,1-14
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda". Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda". Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a salu lar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "migo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?". El otro no abrió la-boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo depies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". Porque muchos son los llamados y pocos los elegidos».


La vida, banquete universal
La parábola nos plantea, de nuevo, la vida como banquete universal, al que todos somos llamados y todos estamos invitados. Se enmarca dentro de las «parábolas de denuncia» y nos ofrece un nuevo orden, distinto por completo de los organigramas sociales. Todos, «buenos y malos», trabajadores y vagabundos, estamos invitados a convertir el mundo en un salón de bodas, en el que reine la fiesta, la comida y la bebida pero, sobre todo, !a «ilusión de vivir». Solo se nos pide que convirtamos nuestro corazón en un «traje de fiesta»: acogida de la invitación, buena voluntad, intención noble, disposición sincera.


            






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