Sabado 26 Agosto
XXI del T O.
lº del salterio
1Tes 2,9-13 / Sal
138 / Mt 23,27-32
Sta. Teresa de
Jesús Jornet, m.o.
Ceferino; Alejandro;
Geroncio; Teodoro;
Bta. Mª de Jesús
Crucificado
Mateo 23,27-32
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! ¡Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a lo profetas! ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!»
La responsabilidad de los dirigentes
Jesús se dirige a los letrados y fariseos, echándoles en cara su hipocresía. Y lo hace con expresiones tan duras que algunos exégetas dudan de que salieran así de labios de Jesús. Dos consideraciones urgentes: primera, la responsabilidad de los líderes religiosos; segunda, la necesidad de unos profetas que anuncien y denuncien. Lo discípulos de Jesús hemos de ser conscientes de lo que supone presentarnos así ante la sociedad de nuestro tiempo. Porque será nuestro estilo, nuestro aroma, nuestra palabras y, sobre todo, nuestras acciones, lo que más impacte, lo que más atraiga o aleje a la gente de la religión. De ahí, la necesidad de un profetismo auténtico que señale con fuerza nuestras debilidades, para ponerles remedio.
Señor, hazme coherente en mi caminar como discípulo tuyo, en esa hermosa sintonía de pensar lo que digo, decir lo que pienso, hacer lo que digo y pienso, con fidelidad a tu evangelio. Ciertamente, la hipocresía es lo que más nos aleja de Ti y de tu reino, porque convierte nuestras vidas en una pura falsedad.