Lunes 18 Septiembre
XXIV DEL T.O
4° del salterio
1Tim 6,2c-12 /Sal
48/ Lc 8,1-3
Irene; Sofía;
José de Cupertino
PALABRA:
Lucas 8,1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
El trato de Jesús con las mujeres
El texto es breve pero sus mensajes son luminosos: primero, se destaca la presencia de las mujeres siguiendo también a Jesús, con lo que rompe los esquemas culturales y las costumbres de aquel tiempo; segundo, la libertad y la humanidad de Jesús, eliminando tratos discriminatorios; tercero, en sus apariciones como resucitado la mujer tiene primacía y papel destacado; cuarto, Jesús no tiene en cuenta las normas que marginaban a la mujer, sin derecho ni igualdad con el hombre; quinto, la generosidad de aquellas mujeres que le ayudaban con sus bienes.
Señor, un himno de gratitud se alza por tantos bienes recibidos de Ti, por devolvernos la dignidad perdida, pero, sobre todo, por ese trato de igualdad y de justicia que practicas, rescatando para la mujer su gran misión en la historia de la humanidad