sábado, 14 de octubre de 2017

CULTÍIVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 13/10/2017


Viernes 13 Octubre
XXVIII del T.O.
4° del salterio
Rom 1,16-25/Sal
18 / Lc 11,37-41






Eduardo el Confesor; 
Geraldo de Aurillac; 
Teófilo de Antioquía



PALABRA:

Lucas 11,37-41
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo».


Jesús come con todos
Impresiona el hermoso gesto de Jesús, aceptando la invitación del fariseo para que comiera en su casa. Con frecuencia, acaso sin darnos cuenta, tendemos a rechazar a los que no son de nuestro agrado, a los que no piensan como nosotros, a los que no comparten nuestras creencias. ¡Y no digamos a los que están sumidos en las desgracias o en situaciones de flagrantes ¡legalidades! Debería de ser lo contrario. Jesús nos enseña «a comer con los pecadores oficiales», con los marginados, con los que profesan o defienden otras ideologías o creencias. Y de paso, nos advierte que la pureza no depende de lo externo, sino que anida en lo más profundo de nuestro corazón.




El amor se mide por la capacidad de tener detalles: con Dios, con la Virgen y con los demás. Sobre todo, si los demás necesitan nuestros latidos con urgencia.











viernes, 13 de octubre de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 12/10/2017


Jueves 12 Octubre
Oficio de la f.
1Crón 15,3-4.15-16; 
16,1-2 (o bien: He 
1,12-14) / Sa126 / 
Lc 11,27-28




Nª Sra. del Pilar, f. 
Walfrido; Domnina;
Evagrio; Eustaquio



PALABRA
Lucas 11,27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».






Convertir en vida la palabra de Dios
¡Cuánta verdad en unas líneas del evangelio que nos invitan a conocer cuál es la clave del verdadero cristianismo: abrirnos a la voz de Dios, reflexionarla un instante, aceptarla sin condiciones y realizarla con fidelidad y encanto! Esto es todo. María es nuestro modelo: escucha al ángel, pregunta, reflexiona, acepta y realiza la misión que Dios le encomienda. Un «sí» que le brota del corazón y de los labios; un «sí» que se hace realidad sonora cada día. Quizás por eso, estas líneas sencillas, con aire popular, encierran una de las más hermosas lecciones para nuestra vida cristiana. Lo difícil no es escuchar y aceptar; lo verdaderamente difícil es realizar, vivir lo que aceptamos y creemos.





Señora y Madre nuestra, Virgen del Pilar, sé Tú siempre nuestro regazo, sobre todo en los momentos de mayor desolación, cuando llegan las tinieblas y las oscuridades. Sostén siempre nuestra fe, mientras recibimos tus caricias.










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