martes, 7 de noviembre de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 06/11/2017





Lunes 06 Noviembre
XXXI del TO.
3° del salterio
Rom 15,14-21 /Sal 
97 / Lc 16,1-8





Mártires de 
España del siglo 
XX, m.o.
Patrocinio de María; 
Leonardo de Noblat; 
Félix; Severo

PALABRA:
Lucas 16,9-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido". El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa': Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?". Este respondió: "Cien barriles de aceite': Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta': Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?". Él contestó: "Cien fanegas de trigo". Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta". Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».


Caminar con los ojos abiertos
La parábola nos alerta sobre el ancho campo de las infidelidades de nuestra vida. Con frecuencia, derrochamos los dones recibidos; no cumplimos las promesas realizadas; nos quedamos con lo que no es nuestro; dejamos el deber al margen. Jesús nos advierte: «hay que recuperar el tiempo perdido, hay que curar las heridas que hemos producido, hay que granjearse amigos que nos reciban». Esta página del evangelio nos invita a que estemos atentos, vigilantes, a que sepamos descubrir cuáles son las reglas del juego para no sentir el fracaso bajo nuestros pies. Una vez más cl Señor nos dice que estamos en el mundo sin ser del mundo. Y el mundo exige también caminar con los ojos abiertos. A Dios siempre lo tenemos, siempre nos espera y nos acoge.






Señor, haz que descubramos siempre tus caminos y realicemos nuestra misión, nuestro proyecto de vida. Y que sepamos rectificar a tiempo, antes de que sea tarde.







           






lunes, 6 de noviembre de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 04/11/2017





Domingo o4 Noviembre
XXXI del T.O.
3° del salterio
Ram 14,7-12/Sal
26/Lc 15,1-10






Ángela de la Cruz; 
Zacarías e Isabel. 
Pedro el Venerable; 
Guido Mª Conforti; 
Bta. María Rafols

PALABRA:
Lucas 15,1-10
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido". Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: "yelicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido". Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
«Comer con los Pecadores»
Hasta ahora, quizás, hemos rechazado, huido a otro lugar o abandonado a los que pensábamos que eran pecadores. ¿Cómo mezclarnos o tratar nosotros con los malos? Y así, surgían fronteras de alejamiento, de incomprensión, de rechazo a tanta gente, marcada por la sociedad o por nuestros juicios personales. Hoy vemos cómo los fariseos acusan a Jesús de «comer con los pecadores, de acogerlos, de tratar con ellos». Una de las características esenciales del cristianismo es el sentido fraternal de la historia: cada hombre, cada mujer, esté donde esté y sea cual sea su situación, es mi hermano, mi hermana. Lo que quiere decir que mis manos están abiertas para un abrazo de paz y de esperanza. No se trata solamente de sentirnos «ciudadanos del mundo», sino de .contemplar el mundo como «ciudadanos del cielo».








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