Salterio Semana. Tomo II Cuaresma
Sábado 10 febrero
(Ayuno y abstinencia)*
Santos ESCOLÁSTICA vg Silvano ob, Guillermo er.
Beatos Luis Stepinac ob, Eusebia Palomino vg
Papa Francisco: Sólo cuando las dificultades y los sufrimientos de nuestros hermanos nos interpelan, podemos iniciar nuestro camino de conversión hacia la Pascua. Es un itinerario que comprende la cruz y la renuncia. El Evangelio de hoy indica los elementos de este camino espíritual; la oración, el ayuno y la limosna. Lo que cuenta no es la apariencia. La oración es la fuerza del cristiano y de cada persona creyente. En la debilidad y en la fragilidad de nuestra vida, podemos dirigirnos a Dios con confianza de hijos y entrar en comunión con Él. El ayuno tiene sentido si verdaderamente menoscaba nuestra seguridad, e incluso si de ello se deriva un beneficio para los demás. La limosna indica la gratuidad, porque en la limosna se da a alguien de quien no se espera recibir algo a cambio.
PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos, de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
ORACIÓN
JOEL 2,12-18; Salmo 50,3-6.12-17; 2Corintios 5, 20 — 6,2 • MATEO 6,1.3-4.6.16-18
Cristo, concédeme que en esta Cuaresma de 2016, mi limosna, expresión de misericordia, elimine la ambición del dinero, mi oración oriente mi vida sólo a ti, y mi ayuno me convenza de que la fortaleza viene de ti y de tu Palabra. Inicio el camino hacia tu pascua ¿quieres acompañarme? (Sigue tu oración personal).