sábado, 24 de febrero de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 23/02/2018




Salterio 2ª Semana. Tomo II
Viernes (ML) 23 Febrero












Santos POLICARPO oh mr, Milburga ab.
Beata Rafaela Ybarra mf rl









Papa Francisco: La tentación de la codicia siempre está presente. También la encontramos en Ia gran profecía de Ezequiel sobre los pastores (cf. cap. 34), comentada por san Agustín en su célebre discurso que acabamos de leer en la Liturgia de las Horas. La codicia del dinero y del poder. Y para satisfacer esta codicia, los malos pastores cargan sobre los hombros de las personas fardos insoportable que ellos mismos ni siquiera tocan con un dedo (cf. Mt 23,4). Somos todos pecadores y también nosotros podemos tener la tentación de «apoderarnos» de la viña, a causa de la codicia que nunca falta en nosotros seres humanos. El sueño de Dios siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos «frustrar» el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. El Espíritu nos da esa sabiduría que va más allá de la ciencia, para trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad. 

PALABRA:
Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid Io  que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hace lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a Ia gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.Todo lo que hacen es para que los Vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.Vosotros, en cambio, no os dejeís llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sus hermanos.Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servicio El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

ORACIÓN:
Isaías 1,10.16-20; Salmo 49,8-23 • MATEO 23,1-1 
CRISTO, aquí me tienes embelesado ante tu Palabra. Cada día es mi alimento. Cada jornada me señala el camino. Tengo o tuve un padre en la tierra. Pero el Padre, mi  Padre, es el que comparto contigo. Él es el origen de todo lo bueno que puedas ver, mi vida. Todo es fruto de su amor misericordioso hacia mí. En cuanto a los consejeros, sólo eres mi Consejero: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. Mansedumbre es paz, es amor, es paciencia, tan necesarias para la convivencia. Humildad es el punto de partida para iniciar mi conversión, aprendiendo de ti. (Sigue tu oración personal). 









viernes, 23 de febrero de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 22/02/2018



 CÁTEDRA DE SAN PEDRO 
Jueves 22 Febrero.










Santos Margarita de Cortona rl, Papías ob, Maximiano ob
FIESTA DE LA CATEDRA DE SAN PEDRO






Papa Francisco: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Esto que sucedió de Modo único en san Pedro, sucede también en cada cristiano que madura una fe sincera en Jesús el Cristo, el hijo de Dios vivo. El evangelio de hoy interpreta también a cada uno de nosotros ¿Cómo va tu fe? ¿Cómo encuentra el Señor nuestro corazón? (que cada uno responda en su corazón). Un corazón firme como la piedra o un corazón arenoso, es decir, dudoso, desconfiado, incrédulo? Nos hará bien hoy pensar en esto. Si el Señor encuentra en nuestro corazón una fe no digo perfecta, pero sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros las piedras vivas con la cuales construir su comunidad.



PALABRA:
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discÍpulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».  Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesias, el Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.


ORACIÓN:
1Pedro 5,1-4; Salmo 22,1-6 • MATEO 16,13-19 
Señor tu pregunta me llega directa: Y tú ¿quién dices que soy yo? Te respondo que para mi lo eres todo, el Mesías, el Hijo de Dios, el amigo que nunca defrauda. Pero quisiera que no fueran palabras vacías. Aumenta mi fe en ti y en tu Iglesia que, desde la Cátedra de Pedro, enseña la verdad y congrega en el amor. Que se cumpla siempre tu palabra: El poder del Infierno no la derrotará. Y mucho menos el poder de políticos, agnósticos, falsos profetas, y maestros de falsedades opuestas a la verdad viva del Amor y la Misericordia, que son la esencia de tu programa de vida. (Sigue tu oración personal).







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