jueves, 1 de marzo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 28/02/2018






Cuaresma/3°
Salterio 3' Semana. Tomo II
Miércoles 28 Febrero












Santos Mártires de Alejandría, Roinán ab, Osvaldo oh,
Marana y Cira vgs. Beato Daniel Brottier pb






Papa Francisco: Con sus invitaciones a la conversión, la Cuaresma viene providencialmente a despertarnos, a sacudirnos del torpor, del riesgo de seguir adelante por inercia. La exhortación que el Señor nos dirige por medio del profeta Joel es fuerte y clara: «Convertíos a mí de todo corazón» (Joel 2,12). ¿Por qué debemos volver a Dios? Porque algo no está bien en nosotros, no está bien en la sociedad, en la Iglesia, y necesitamos cambiar, dar un viraje. Y esto se llama tener necesidad de convertirnos. Una vez más la Cuaresma nos dirige su llamamiento profético, para recordamos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y a nuestro alrededor, sencillamente porque Dios es fiel, es siempre fiel, porque no puede negarse a sí mismo, sigue siendo rico en bondad y misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar y recomenzar de nuevo. Con esa confianza filial, pongámonos en camino.


PALABRA:
Éxodo 3,1-8a.13-15: 
Pastoreaba Moisés el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el  desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: 1a zarza ardía sin consumirse. Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza».Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: «Moisé Moisés». Respondió él: «Aquí estoy». Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado».Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob». Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. EI Señor le dijo: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos.Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel». Moisés replicó a Dios: «Mira, yo iré a los israelitas y les diré: el Dios de vuestros padre me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan cómo se llama este Dios, ¿qué les respondo?». Dios dijo a Moisés: «Soy el que soy». Esto dirás a los israelitas: «Yo soy, me envía a vosotros». Dios añadió: «Esto dirás a los israelitas:Yahvé, Dios de vuestros padres, Dios de Abrahám , Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación».



Salmo 102,1-8.11: El Señor es compasivo y misericordioso.







⦁1Corintios 10,1-6.10-12: No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron nuestros padres. No protestéis como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía como un ejemplo: y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga.

LUCAS 13,1-9: Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo.Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera». Y les dijo esta parábola: «Uno tenia una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va ocupar terreno en balde?". Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortas"».

ORACIÓN:
CRISTO, tu Misericordia y tu solicitud por mi salvación, por mi felicidad, no tienen medida. Tampoco la tiene mi despreocupación. Si otros hubieran recibido de ti tantos beneficios, te serían fieles. ¡Conviérteme, Señor, y me convertiré a ti! ¡No quiero perecer estar lejos de ti, sin vida, sin fe, sin tu amistad! (Sigue tu oración personal).












miércoles, 28 de febrero de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 27/02/2018




Cuaresma/2° Salterio 2° Semana. Tomo II
Martes 27 Febrero










Santos Gabriel de la Dolorosa 1,1, Ana Line vd mr,
Baldomero d;Honorina vg mr







Papa Francisco: [Su padre lo vio y se conmovió]. Nuestro Padre no se cansa jamás de amar y su ojos no se cansan de mirar el camino que conduce a casa, para ver si regresa el hijo que se marchó y se perdió. Nuestro Padre nos espera siempre, no sólo nos deja la puerta abierta, sino que nos espera. No se cansa ni siquiera de amar al otro hijo que, incluso permaneciendo siempre en casa con él, no Es partícipe, sin embargo, de su misericordia, de su compasión. Dios no está solamente en el origen del amor sino que en Jesucristo nos llama a imitar su modo mismo de amar.

PALABRA:
Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de 1a fortuna". El padre les repartió los bienes. No muchos días después el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarroba que comían los cerdos; y nadie le daba de comer. Recapacitando entonce se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros". Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre 1o vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo". Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias. en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado".Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Este le contestó, ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud". Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado". El padre le dijo:"Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado"».

ORACIÓN:
Miqueas 7,14-15:18-20; Salmo 102,1-4.9-12 •
LUCAS 15,3.11-32
CRISTO, soy yo ese joven egoísta que derrocha el sudor de su padre, y ese otro hermano envidioso y bobo, que no se ha enterado de que todo es suyo para disfrutarlo. "" La bondad y misericordia del Padre -con mayúscula divina- todo lo supera. ¡Gracias! (Sigue tu oración personal)












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