sábado, 24 de marzo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 23/03/2018





Salterio 2° Semana. Tomo II Semana Santa
Viernes 23  Marzo










Santos Toribio de Mogrovejo ob, José Oriol pb,
Rebeca de Himlaya vg. Beato Álvaro del Portillo ob









Papa Francisco: Hoy, a mitad de la Semana Santa, la liturgia nos presenta un episodio triste: el relato de la traición de Judas, que se dirige a los jefes del Sanedrín para comerciar y entregarles a su Maestro. «¿Cuánto me dais si yo os lo entrego?». Jesús en ese momento tiene un precio. Este hecho dramático marca el inicio de la Pasión de Cristo, un itinerario doloroso que Él elige con absoluta libertad. Lo dice claramente Él mismo: «Yo entrego mi vida... Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla» (Jn 10,17-18). Y así, con esta traición, comienza el camino de la humillación, del despojamiento de Jesús. Como si estuviese en el mercado: esto cuesta treinta denarios. Una vez iniciada la senda de la humillación y del despojamiento, Jesús la recorre hasta el final.


PALABRA:
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?».  Ellos se ajustaron con él en treinta monedas.Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres te preparemos la cena de Pascua?». Él contestó: «Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"». Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?». Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ese me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; le valdría no haber nacido». Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?». Él respondió: «Tú lo has dicho».


ORACIÓN:
Isaías 50,4-9a; Salmo 68,8-10.21-22.31-34 • MATEO 26,14-25
CRiSTO JESÚS, el traidor queda al descubierto, pero su resolución está tomada, es esclavo de su pasión y camina a ciegas. Es de noche. ¡Que jamás me deje arrastrar por la ceguera de la tentación y por la desesperación después de pecar! Yo confío en tu misericordia: en ella está mi salvación. (Sigue tu oración personal).









viernes, 23 de marzo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 22/03/2018





Salterio 2° Semana. Tomo II   Semana Santa
Jueves 22 Marzo


















Santos Epafrodito NT, Bienvenido Scotivoli ob, Lea vd', Calinicas y Basilisa tras





Papa Francisco: Judas vendió a Jesús por treinta monedas. Jesús es como una mercancía: fue vendido entonces y otras muchas veces en el mercado de la historia, en el mercado de nuestra vida. Cuando nosotros optamos por las treinta monedas, dejamos a Jesús de lado. Cuando hablar se  convierte en habladuría, en murmuración, eso es una venta, y la persona que está en el centro de nuestra murmuración se convierte en una mercancía. Era de noche. Es la noche del pecador que encuentra de nuevo a Jesús, su perdón, la caricia del Señor. Hemos de abrir el corazón y gustar la dulzura de este perdón. Que hermoso es ser santos, pero también qué bello es ser perdonados.

PALABRA:
Jesús, profundamente conmovido, dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». Simón Pedro hizo señas [a Juan] para que averiguase por quién lo decía. Entonces Juan, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: «Señor, ¿quién es?». Le contestó Jesús: «Aquel a quien yo dé este trozo de pan untado».Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: «Lo que tienes que hacer hazlo enseguida». Ninguno de los comensales entendió a ( se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: "Donde yo voy, vosotros no podéis ir"». Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿adónde vas?». Jesús le respondió «A donde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde Pedro replicó: «Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti». Jesús le contestó: «¿Conque darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».

ORACIÓN:
Isaías 49,1-6; Salmo 70,1-6.15.17 • JUAN 13,21-33.36-38

CRISTO JESÚS, yo soy ese Judas que te he traicionado tantas veces. Pero no quiero desconfiar de tu misericordia y de tu perdón. Como Pedro, quiero dar mi vida por ti, aunque soy débil:  lloraré mis pecados, iré al encuentro de tu mirada de amigo siempre fiel y seguiré tus pasos.
(Sigue tu oración personal).









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