martes, 3 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 02/04/2018

Tiempo Pascual  ABRIL TomoII
LUNES DE LA OCTAVA DE PASCUA
O2/ABRIL


Santos FRANCISCO DE PAULA er, Domingo Tuóc pb mr, Abundio ob, Niceto ob, Teodora


Papa Francisco:  A quienes encontréis, podréis comunicar la alegría de recibir el perdón del Padre y de reencontrar la amistad plena con Él. Y les diréis que nuestro Padre nos espera, nuestro Padre nos perdona, es más, hace fiesta. Si tú vas a Él con toda tu vida, incluso con muchos pecados, en lugar de recriminarte hace fiesta: este es nuestro Padre. Esto debéis decirlo vosotros decirlo a mucha gente, hoy. Quien experimenta la misericordia divina, se siente impulsado a ver artifice de misericordia entre los últimos y los pobres. En estos «hermanos más pequeños» Jesús nos espera; recibamos misericordia y demos misericordia. Vayamos a su encuentro y celebremos la pascua en la alegría de Dios.




PALABRA:
Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apaeció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».



ORACIÓN:
Hechos 4,13-21; Salmo 117,1.14-21 • MARCOS 16,9-15
JESUCRISTO RESUCITADO, a pesar de la incredulidad y dureza de corazón de tus discipulos y mía, te fías de ellos y sigues fiándote de mí, y quieres que proclame en esta generación el Evangelio de la Misericordia y de la salvación. Ayúdame a ser testigo, con mi palabra y mi vida: mi fe y mis obras de misericordia. (Sigue tu oración personal).


















lunes, 2 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 01/04/2018

Tiempo Pascual ABRIL TomoII
DOMINGO DE LA OCTAVA DE PASCUA
1 ABRIL



Santos María Egipcíaca er, Nuño Alvares rl, Celso ob, 
Hugo ob, Venancio ob mr. Beato Juan Bretton pf mr


Papa Francisco: ¡¡Es el Señor!]. Esta semana es la semana de la alegría: celebramos la Resurrección de Jesús. Es una alegría auténtica, profunda, basada en la certeza que Cristo resucitado ya no muere más, sino que está vivo y operante en la Iglesia y en el mundo. Tal certeza habita en el corazón de los creyentes desde esa mañana de Pascua, cuando las mujeres fueron al sepulcro de Jesús y los ángeles les dijeron: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?». Estas palabras son como una piedra miliar en la historia; pero también una «piedra de tropiezo», si no nos abrimos a la Buena Noticia si pensamos que causa menos molestias un Jesús muerto que un Jesús vivo.



PALABRA:
Simón Pedro dice [a Tomás, Natanael, los Zebedeos y otros dos]: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Saliero y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces.Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros remolcando la red con los peces.Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de pescar». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres.Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.


ORACIÓN:
Hechos 4,1-12; Salmo 117,1-4.22-27 • JUAN 21 3-14
JESUCRISTO RESUCITADO, vas y vienes, subes al Padre y bajas al lado de los discípulos cuando menos lo esperan y más te necesitan. Les llevas y me traes tu Misericordia: sin ti, nada podían y nada puedo. Con Juan, grito de gozo: ¡Es el Señor! Tú eres mi Señor -yo quiero que domines mi vida- y mi Dios. Lo proclamo exultante, lleno de fe. (Sigue tu oración personal).


















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