LUNES 09/ABRIL
Santos Casilda vg, Hugo ob, Liborio ob, Máximo ob
Papa Francisco: La gracia contenida en los Sacramentos pascuales es un potencial de renovación enorme para la existencia personal, para la vida de las familias, para las relaciones sociales. Pero todo esto pasa a través del corazón humano: si yo me dejo alcanzar por la gracia de Cristo resucitado, si le permito cambiarme en ese aspecto mío que no es bueno, que puede hacerme mal a mí y a los demás, permito que la victoria de Cristo se afirme en mi vida, que se ensanche su acción benéfica. ¡Este es el poder de la gracia! Sin la gracia no podemos hacer nada. ¡Sin la gracia no podemos hacer nada! Y con la gracia del Bautismo y de la Comunión eucarística puedo llegar a ser instrumento de la misericordia de Dios, de la bella misericordia de Dios.
Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: «Soy yo, no temáis». Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio a donde iban.
ORACIÓN:
Hechos 6,1-7; Salmo 32,1-5.18-19 • JUAN 6,16-21
JESUCRISTO, caminas sobre las aguas, pisoteas la muerte de la que has triunfado, y me tu has hecho partícipe de tu triunfo. Por eso acojo con inmenso gozo tu palabra: Soy yo, "no temas". No tengo miedo, tu Misericordia me acompaña. (Sigue tu oración personal).