viernes, 13 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 12/04/2018

Tiempo Pascual/3° Salterio 3° Semana. Tomo 
Jueves 12 abril




santos Julio I pp, David Uribe pb mr, José Moscatí cf, 
Damián oh, Victor mr, Visia y Sofia mrs


Papa Francisco: Los judíos en el desierto, que añoraban la carne y las cebollas que comían en Egipto, pero olvidaban que esos alimentos los comían en la mesa de la esclavitud. Ellos, en esos momentos de tentación, tenían memoria, pero una memoria enferma, una memoria selectiva. Una memoria esclava, no libre. Cada uno de nosotros, hoy, puede preguntarse: ¿Y yo? ¿Dónde quiero comer? ¿En qué mesa quiero alimentarme? ¿En la mesa del Señor? ¿O sueño con comer manjares gustosos, pero en la esclavitud? Además, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi memoria? ¿La del Señor que me salva, o la del ajo y las cebollas de la esclavitud? ¿Con qué memoria sacio mi alma?

PALABRA:
Dijo la gente a Jesús: «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron  el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo"». Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed».

ORACIÓN: 
Hechos 7,51-8,1a; Salmo 30,3-8.17.21 • JUAN 6,30-35
JESUCRISTO, confieso con los labios y creo con el corazón que tú eres el pan de la vida. Y no quisiera acostumbrarme a ese Pan, que es tu Cuerpo, hasta el punto de no adorarte  con todas mis fuerzas, mi gratitud y mi entusiasmo: es la Vida que está en la Eucaristía. Dame ojos nuevos y corazón nuevo, para verte cada día con asombro y sentir tu presencia con el inmenso gozo de la amistad entre tú y yo. Y con la garantía de tu Misericordia,que acojo agradecido y me invita a ser misericordioso. (Sigue tu oración personal).
yo soy el pan de vida.

El que viene a mí no pasará hambre,

y el que cree en mí nunca pasará sed.















jueves, 12 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 11/04/2018

Tiempo Pascual/3° Salterio 3° Semana. Tomo 
MIÉRCOLES 11 ABRIL





Santos ESTANISLAO ob mr, Isaac mj.

Beata Elena Guerra vg




Papa Francisco: [Trabajad por el alimento que perdura para la vida eterna]. En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas. Vivir la experiencia de la fe significa dejarse alimentar por el Señor y construir la propia existencia no sobre los bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo. Existen muchas ofertas de alimento que no vienen del Señor y que aparentemente satisfacen más. Algunos se nutren con el dinero, otros con el éxito y la vanidad, otros con el poder y el orgullo. Pero el alimento que nos nutre verdaderamente y que nos sacia es sólo el que nos da el Señor.



PALABRA:
Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuandó la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros.Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?». Respondió Jesús: «La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado».


ORACIÓN:
Hechos 6,8-15; Salmo 118,23-30 • JUAN 6,22-29
JESUCRISTO, por tu gran Misericordia, yo creo firmemente que tú eres el enviado del Padre. ¿Qué sería mi vida sin ti? Por eso te busco, porque te amo y te necesito, porque sin ti mi vida no tendría rumbo ni sentido, porque tú eres el único amigo siempre fiel y solícito, que me garantiza -con la amistad- la gracia para creer en ti, el enviado del Padre, y trabajar siempre por el alimento que perdura. (Sigue tu oración personal).


















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